Publicado el domingo, 06.03.12
ALBA arremete contra OEA y su comisión de derechos humanos
Por CARLOS VALDEZ
The Associated Press
COCHABAMBA, Bolivia -- El presidente Evo Morales arremetió el domingo
contra la Organización de Estados Americanos y propuso eliminar a la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la inauguración de la 42
Asamblea General de la OEA, en medio de fuertes cuestionamientos a ese
organismo por parte de los países del ALBA, principalmente Venezuela,
Ecuador y Bolivia.
Aunque el tema central de la asamblea es la seguridad alimentaria, los
fuertes señalamientos para el Sistema Interamericano de Derechos Humanos
se perfilaba como el tema principal de debate por las posturas divididas
de los países.
"Debemos preguntarnos de qué derechos humanos se ocupa la CIDH. ¿Sólo de
los derechos humanos de países cuyos gobiernos no comparten las
políticas de Estados Unidos? También debe ocuparse de los derechos
humanos en Estados Unidos; si no, debe desaparecer", dijo Morales.
La OEA, dijo el mandatario boliviano, nació en plena Guerra Fría como
"un ministerio de las colonias de Estados Unidos" y propuso refundarla
eliminando "todos los instrumentos de dominación" de ese país en el
continente, como el Tratado Interamericano de Defensa Recíproca (TIAR).
Previamente, el embajador venezolano en la OEA Roy Chaderton habló de
"dictadura mediática" y acusó, durante un encuentro con representantes
sociales, a diarios y televisoras de Estados Unidos y del continente de
confabular con ciertas organizaciones de la sociedad civil financiadas
por Washington para desestabilizar a gobiernos izquierdistas de la región.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue más duro al anunciar el
sábado en su país que llegará a Bolivia para participar el lunes en la
plenaria y "poner en su sitio a cierta burocracia internacional que se
cree por encima de nuestros derechos".
Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba son socios principales de la Alianza
Bolivariana para las Américas (ALBA), aunque La Habana no participa del
grupo desde que fue expulsada.
El gobierno venezolano amenazó con abandonar la CIDH, mientras que
Correa promueve reformas al organismo, al que ha acusado de actuar bajo
presión para satisfacer intereses de Estados Unidos desde que afrontó un
litigio con un diario de su país.
La polémica tiene que ver con la posibilidad de que la OEA apruebe un
informe de su secretario que otorgaría a la Asamblea General poderes
para definir lo que la CIDH y sus relatorías puedan hacer o no, y con la
posibilidad de que sus informes sean discutidos con los gobiernos, lo
que a juicio de organizaciones como Human Rights Watch es un "grave
peligro" que arriesgaría la independencia de ese organismo, cuyos
informes han molestado a algunos gobiernos, según dijo su representante
José Miguel Vivanco.
Diversas organizaciones de la sociedad civil que se han dado cita aquí
han dicho que esas reformas debilitarían a la CIDH, ante lo cual el
secretario general, el chileno José Miguel Insulza, respondió que la
Comisión debe actuar menos como "tribunal" y buscar más "soluciones
amistosas con los Estados".
Brasil es otro país que pone en entredicho a esa comisión desde que el
año pasado ésta aprobó un pedido para paralizar la construcción de una
hidroeléctrica en la amazonia, la cual es objetada por grupos indígenas.
Insulza dejó en manos de la Asamblea las recomendaciones para
"fortalecer" el sistema interamericano que procesa denuncias contra los
gobiernos a través de la CIDH y la Corte. "La OEA y sus países miembros
necesitan de una Comisión y una Corte de Derechos Humanos autónomas y
fuertes. Pero estos organismos también deben considerar en su actuación
los puntos de vista de los gobiernos democráticos del hemisferio. Todo
esto requiere tiempo y diálogo, y espero que esta Asamblea adopte, con
la prudencia necesaria, las decisiones para continuar el proceso de
fortalecimiento del sistema" dijo en su discurso.
Por otra parte, los delegados gubernamentales y representantes sociales
han coincidido en que la seguridad alimentaria pasa por mejorar la
producción, reducir precios y respetar el medio ambiente, pero difieren
sobre el camino a seguir. Los empresarios son partidarios de incrementar
el cultivo de alimentos transgénicos ante el crecimiento demográfico,
mientras que organizaciones sociales y países como Bolivia son
contrarios a esas prácticas por razones ecológicas.
Insulza dijo que América Latina es el mayor exportador de alimentos,
pero 31,4% de su población vive bajo la línea de pobreza sin poner
satisfacer sus necesidades alimentarias básicas.
http://www.elnuevoherald.com/2012/06/03/1219843/alba-arremete-contra-oea-y-su.html
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