La verdad necesaria en 2013
Orlando A. Ochoa
Viernes, 15 de junio de 2012
El legado de Chávez, al ser puesto en un balance socioeconómico e
institucional será muy negativo.
Venezuela padece de severos problemas económicos sin resolver por
décadas, atenuados por varios años recientes con los precios petroleros
que escalaron de 25 dólares a 112 dólares, por endeudamiento público
abierto y disfrazado en acuerdos comerciales con China y en ventas de
petróleo a futuro contra dinero en efectivo adelantado; también por
financiamiento monetario del BCV.
En el caso del ente monetario, éste ha transferido reservas
internaciones por más de $45.000 millones a un fondo de gasto público
extrapresupuestario y ha comprado pagarés entregados por Pdvsa al Tesoro
Nacional por más de $12.000 millones. Pdvsa también ha transferido una
parte significativa de su flujo de caja, antes de pagar impuestos, a
fondos en el exterior, para el uso discrecional del presidente Chávez,
lo cual ha empeorado su nivel operativo; la estatal petrolera arrastra
una pesada deuda con contratistas/proveedores y con sus socios de las
empresas mixtas, estimada en más $24.000 millones.
La baja calidad de las inversiones estatales, de lenta ejecución con
costosos contratos, en un ambiente de alta inflación y restricción de
divisas, hacen que parte de estas inversiones no hayan tenido un efecto
positivo duradero para el desarrollo socioeconómico de Venezuela.
Enfrentar este cuadro general de problemas económicos, fiscales y
financieros con graves consecuencias sociales, con precios petroleros
debilitados por la deteriorada situación económica mundial, luego de las
elecciones del 7 de octubre, será una tarea urgente y delicada. Sin
lograr una mínima estabilidad fiscal y financiera, sin contabilizar la
deuda pública, será difícil atender adecuadamente los programas sociales
y el relanzamiento de la economía en 2013.
Los perversos incentivos económicos de diversas leyes chavistas y la
gigantesca corrupción del régimen de control de cambio deben ser
corregidos con rapidez y sensatez. Conseguir consensos políticos y
sociales para estas tareas, en medio de los conflictos internos de un
país dividido, auguran tiempos críticos para Venezuela. El legado de
Chávez, más allá del positivo énfasis social, al ser puesto en un
balance socioeconómico e institucional será muy negativo. La explicación
al país de lo ocurrido y sus consecuencias será necesaria para tener la
autoridad moral de llevar por un nuevo rumbo al país.
http://www.analitica.com/va/economia/opinion/2967030.asp
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