Los tres puntos del fraude
Carlos Julio Peñaloza
Lunes, 25 de junio de 2012
Dos Data Center en Caracas y uno en La Habana –conectado a través del
cable submarino con Cuba, construido al efecto por Chavez- dotan al
Gobierno de la red necesaria para cometer un fraude furtivo en las
elecciones presidenciales.
En cualquier nación hay un organismo respetable donde están
representadas todas las tendencias, el cual organiza y arbitra las
elecciones. En Venezuela ese árbitro no es confiable, porque en forma
ilegal fue elegido a dedo por Hugo Chávez, uno de los candidatos en la
elección. Es obligado suponer que ese árbitro actuará como el de la
pelea de boxeo entre Pacquiao y Bradley. Todo el mundo vio el triunfo
del filipino, pero el árbitro le levantó la mano al perdedor.
El fraude electoral es la intromisión deliberada en un proceso electoral
para impedir, anular o modificar los resultados reales. Es uno de los
delitos más graves contra la Constitución de cualquier país. Dejar que
se cometa este delito a la luz pública es convertirnos en avestruces
castrados que esconden la cabeza en la arena mientras ofrecen su trasero
a los curiosos.
Ciudadanos respetables recomiendan esa posición del avestruz. Creo que
están equivocados. Las estafas no se combaten dejando que los timadores
actúen a placer. Debemos hacerle difícil su trabajo. Una manera es
señalar a tiempo los posibles fraudes, para impedirlos y enfrentar a los
tramposos cuando sea necesario. Lo que está en juego es tan importante
que no podemos darnos el lujo de la indolencia.
Los jefes de los carteles del fraude electoral son tan creativos y
astutos como los capos de los carteles de la droga. Los truhanes del
voto inventan ingeniosos esquemas criminales para falsificar los
resultados de los comicios. La mejor forma de luchar contra ese fraude
es conociendo cómo se hace y ejecutando las acciones necesarias para
impedirlo. Si los bribones llevan adelante su crimen, solo queda el
camino de la resistencia civil, lo cual ya es otro tema.
Hay muchas técnicas de fraude. Hay trampas micro y macro. Las micro van
dirigidas a los votos individuales y son de carácter táctico. Las macro
se orientan al control del voto totalizado y son de carácter
estratégico. Todas los fraudes son criminales y peligrosos,
especialmente los fraudes promovidos por el gobierno que en Venezuela
tiene el monopolio de esas fullerías.
Las trampas en la totalización automatizada constituyen la más aviesa y
peligrosa forma de fraude macro. La corrupción en los sistemas
informáticos de conteo de los votos es un arma invisible que produce
efectos letales. La única forma de evitarla es que técnicos de la
oposición tengan acceso abierto a los centros de totalización, a los
códigos fuentes y puedan monitorear el tráfico de datos en las redes que
los interconectan. Con todo respeto y aprecio por sus nobles y
fructíferos esfuerzos, tenemos derecho a preguntarnos si la MUD está
consciente de esto.
Fidel Castro es un genio carismático al servicio del mal. Chavez es una
marioneta manejada por ese genio. La pareja siniestra que controla todos
los poderes del Estado ha creado secretamente varias salas de
totalización pero una sola es conocida. La sala oficial está en la torre
Teleport, cerca de la Plaza Venezuela en Caracas. Con fondos de PDVSA,
Rafael Ramírez compro sin licitación este "Data Center" para el CNE a
una empresa iraní propiedad de Majed Khalil, personaje cuya historia es
de por sí interesante y decidora. De eso hablaremos algún día.
La antigua Torre Teleport es uno de los edificios más modernos del país,
cuenta con cuatro tecnologías de enlace (ISDN, IP, V.35 y satelital) que
garantizan la transmisión de audio, video y datos en tiempo real gracias
a su ubicación en el sector de la Plaza Venezuela. Es el edificio más
"inteligente" y con mejores telecomunicaciones de Iberoamérica.
Existe una segunda sala de totalización secreta situada en la sede de la
Universidad Bolivariana. Esa sala funciona en la antigua sala de
computación de Lagoven en Bello Monte y cuenta con todas las capacidades
de comunicaciones de la antigua petrolera estatal, más conexiones vía
microondas y cable coaxial con Teleport. A esta sala sólo tienen acceso
expertos cubanos. Recientemente se activó una tercer Data Center en la
Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana. Este centro operado
por el G2 está en el extremo final del cable submarino y será el corazón
del fraude en las elecciones de octubre.
En próximos artículos explicaré cómo funcionan estos diabólicos centros
estratégicos de fraude electoral. Por ahora debemos exigir al CNE libre
acceso a técnicos de la oposición a los dos "Data Center" en Caracas y a
los códigos fuente de los programas que manejan el proceso, y que el 7-O
se permita monitorear en vivo el sistema y se desconecte por 24 horas el
cable submarino con Cuba. Si Chávez se niega a estos requerimientos no
quedarán dudas de que se propone cometer fraude. Contra esto debemos
votar masivamente. Si lo hace se activará la resistencia y la historia
de Perez Jiménez volverá a repetirse. Los tiranos no aprenden o no
pueden bajarse del tigre. Espero que Chavez no sea tan bruto.
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