Los Médicos Cubanos ya no son los mismos
junio 19, 2012
Yordanka Caridad
HAVANA TIMES — No es la primera vez que Virgen me habla de cuando estuvo
en Cuba. Hace aproximadamente 12 años visitó el país de donde yo
procedo, acompañando a una hermana que recibió tratamiento médico.
Pero no fue solo en La Habana donde Virgen hizo amistad con médicos
cubanos. Ya sabemos que Venezuela esta llena de galenos insulares.
Al inicio, como la mayoría de los venezolanos, Virgen no tenía mucha
confianza en la medicina cubana. Una mañana, en una clínica privada,
encontró una revista - editada fuera de Venezuela – en la que leyó un
reportaje sobre los profesionales de la salud en Cuba, y su trabajo en
distintas partes del mundo.
El artículo no había sido escrito por chavistas ni nada parecido. Virgen
me confesó que terminó robando la revista, para mostrar a sus conocidos
aquel hermoso reportaje.
Así se acercó al primer doctor cubano que enviaron a atender la zona en
la que ella vivía. Era de los primeros en prestar atención en Caracas.
Conversando con "Armando" supo de su desconsuelo.
Nunca había tenido que atender una herida de bala, los compañeros de
habitación no eran las mejores personas del mundo, las noches –
encerrado y lejos de su familia – lo llenaban de nostalgia, los disparos
que a veces rebotaban en la pared de su casa le crispaban los nervios.
Pero a pesar de todo eso "Armando" se empeñaba en hacer su trabajo como
dicta el Código Médico e, incluso, más allá.
Así Virgen fue conociendo otros profesionales de la salud, hasta que
tuvo la oportunidad de viajar a Cuba, acompañando a su hermana, enferma
de una grave cardiopatía.
En "La Pradera" su hermana como paciente y ella como acompañante
recibieron la mejor de las atenciones, Virgen no se conformó con el
trato médico-paciente y se convirtió en la amiga de casi todo el
personal de "La Pradera."
También de muchos otros pacientes, y con ellos salió a menudo a recorrer
La Habana. Así conoció e hizo fotos de los famosos "Camellos," de los
solares en derrumbe, La Bodeguita del Medio, algunas playas del este y
el oeste y un poco más de la "realidad cubana."
Así supo que la alimentación que recibían en La Pradera distaba
demasiado de la que habitualmente tiene un cubano "de a pie." Que los
médicos que atendían a su hermana ganaban un salario irrisorio – aunque
mejor que el de profesionales de otros Centros Hospitalarios cubanos -.
Aprendió a hacer panetelas (aquí le llaman Tortas) en ollas de presión,
algo que le dejó totalmente impresionada y, de ese modo, fue conociendo
esa otra faceta nuestra, de "inventores," típica de los que no tienen
otro remedio que inventar para salir adelante.
Desde entonces Virgen no ha dejado de reconocer la amabilidad y
sabiduría de los médicos de mi país, pero desde hace un par de años ya
no son los mismos, me confiesa.
"Se han contagiado con los doctores venezolanos." Es la explicación más
rápida que me da.
"¿Cómo es eso que si ellos allá en Cuba ni pueden soñar con mantener un
celular, aquí en Venezuela se la pasan pegados al aparatito?, me he
encontrado a varios que cuando voy a la consulta apenas me miran, con la
oreja y los sentidos pendientes del dichoso celular. Y para la mayoría
de las dolencias recetan lo mismo: Paracetamol y Piroxican."
Ella sabe que esos medicamentos son fabricados en Cuba, donde muchas
veces cuesta mucho "encontrarlos" en la Farmacia; y le extraña que no
provean de mayor cantidad de medicinas en los Centros de Integrales.
"Hace unos años el doctor o la doctora que atendiera nuestra zona hacía
"Terreno" de forma habitual, es decir, tenía en cuenta los pacientes
hipertensos, embarazadas, diabéticos, y le hacían visitas con cierta
regularidad; ahora – al menos en esta zona – es difícil ver algún tipo
de propaganda donde ellos te avisen de alguna jornada médica.
"Incluso mi vecina, una noche en que la niña tenía una fiebre muy alta,
fue a visitar a la doctora que nos atendía, y no le quiso abrir la
puerta, molesta, porque estaba en su horario de descanso."
Virgen sabe que estas no son, precisamente, actitudes aisladas; aunque
tampoco es que pretenda generalizar.
"Los doctores cubanos están perdiendo su inocencia, se están
venezolanizando," repitió al final, con añoranza de aquellos médicos que
conoció al inicio de la Misión Barrio Adentro (en el año 2000).
http://www.havanatimes.org/sp/?p=65956
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