Tuesday, June 19, 2012

Chávez amenaza al país con chatarra militar china, rusa y bielorrusa

Chávez amenaza al país con chatarra militar china, rusa y bielorrusa
Manuel Malaver
Martes, 19 de junio de 2012

Si fue decisivo para definir las tendencias de la actual campaña
electoral contrastar la marcha del millón de personas que acompañó el
domingo a Henrique Capriles Radonski a inscribir su candidatura en el
CNE, con la de apenas 150 mil manifestantes que siguió el lunes a Hugo
Chávez a presentar la suya, más lo fue ver reaparecer al teniente
coronel el miércoles en el teatro del ministerio de la Defensa, en
Fuerte Tiuna, rodeado de oficiales, suboficiales y cadetes, proclamando
que: "Venezuela ya es una potencia militar, está produciendo fusiles,
granadas, y municiones y se prepara a estrenar un satélite y un avión no
tripulado.

En otras palabras, que contra la paz, guerra; contra las elecciones,
armas; contra los votos, balas, y contra la restauración en Venezuela de
un gobierno civil y de democracia constitucional y consensuada, esta
republiqueta de chafarotes que es objeto de mofa y menosprecio en el
mundo civilizado y que pensábamos no volveríamos a ver desde que el
general Pérez Jiménez abandonó el país el 23 de enero de 1958.

Sin embargo –y para nuestra cada día más desafiada capacidad de asombro-
ahí estaba Chávez en cadena de radio y televisión expeliendo un discurso
de casi 3 horas, mascuyando mentiras, sosteniendo la estafa de que
países del tercer y cuarto mundo como China, Rusia y Bielorrusia le
estaban suministrando la tecnología para contar con el ejército con el
cual marcharía a destruir gobiernos, a arrollar reinos y pulverizar
imperios.

Y ocultando el dato que es fundamental al hablar de estos hechos,
desechos o cohechos, pues se trata de la compra de la chatarra militar
más cara de la historia, ya que, por semejantes adefesios, el tesoro
nacional ha pagado la bicoca de 80 mil millones de dólares que
invertidos en seguridad, viviendas, escuelas, hospitales, electricidad,
y vías de comunicación nos tendrían entre los países más desarrollados
de la región.

Pero no, no es lo que interesa a Chávez, exclusivamente focalizado en
mantener su dictadura vitalicia, sí con votos, mejor, pero si no hay
votos, con estos fusiles "Catatumbo", (una versión empeorada del AK-47
ruso, pero pagada a precio de oro), y granadas, y balas y municiones que
ni mandados a hacer para dispersar manifestantes, disolver protestas y
huelguistas, o perseguir grupos que se empeñen en resistir y no se dejen
amedrentar por los agentes de la internacional del neototalitarismo, el
comunismo tardío y la regresión.

En cuanto a los satélites y aviones no tripulados, no son tan inútiles
para la estrategia de los regímenes de la impostura y el retroceso,
pues, aunque no se tengan, o se tengan a medias, se prestan idealmente
para el chantaje, para asustar a las potencias democráticas que se
atrevan amenazar, bombardear o invadir a estos enclaves que, por ser
los remanentes de un sistema inviable y fracasado, son capaces de echar
mano a los peores expedientes con tal de no sentirse, como dijo alguna
vez Hannah Arendt, "los payasos de la historia".

Es, por lo menos, la lectura que están haciendo los neototalitarismos y
las petrodictaduras del defenestramiento del difunto Gaddafi, el cual,
si hubiera seguido con su presunto desarrollo nuclear y hubiera dicho en
algún momento que ya tenía la bomba o estaba a punto de tenerla, las
llamada potencias occidentales (y en especial las europeas), se hubieran
tomado más cuidado en apoyar a los rebeldes que se alzaron en Libia.

Exceso que jamás ocurrirá en Irán o Corea de Norte, ya que, con sus
bravatas y hablando de unas bombas nucleares que no tienen, ni tendrán
jamás, pues, al hermano Ahmadinejad no lo invade, ni lo bombardea nadie,
y a la dinastía de los Kim en Corea del Norte, la sostienen Corea del
Sur, Japón y los Estados Unidos, que le suministran todo, absolutamente
todo, desde combustible y arroz, hasta calzado y ropa., pasando por
medicinas y televisores.

En cuanto a Chávez, me atrevo a hacer un pronóstico, y es que, si la
oposición sigue arrasando en el afecto y apoyo de los venezolanos hasta
ponerlo a temblar por su inevitable derrota el 7 octubre, no terminará
la campaña sin que se tire otra perorata como la del miércoles, en la
misma u otra instalación militar, anunciando que está a punto de
construir o ya tiene la bomba nuclear.

A este respecto, no dejen de revisar unas presuntas plataformas mohosas
y a medio derruir, de posibles hangares, o galpones o depósitos no
especificados, transmitidas por televisión el miércoles, como las que
aparecen cuando los inspectores de la ONU visitan Teherán o Pionyang y
de las cuales siempre se dice que son los edificios donde se produce
uranio enriquecido o se activan los reactores nucleares de las dos mini
o potencias de bolsillo.

Nadie las ha visto nunca, pero los guerreros de la destrucción masiva
proclaman poseerlas, y los inspectores de la ONU simulan creerles o les
creen, porque con tales asesinos en serie, no hay que andarse con
brinquitos.

Porque, es que el guión debe cumplirse a cabalidad y llenando todos
requisitos, y sin apartarse de los lineamientos generales: Fusiles
"Catatumbo" y balas, y municiones y granadas para la oposición si sale a
combatir el fraude o autogolpe electoral, y bombas nucleares contra las
potencias democráticas si se atreven a respaldarla y a amenazar a los
golpistas con bombardeos, invasiones o boicots.

En cuanto a la campaña electoral, nada de que Chávez se la pase
arriesgando lo que le queda de salud en mitines, marchas,
concentraciones y caravanas, que para eso está el sistema oficialista de
medios y su hegemonía comunicacional, y deben dejar claro, y a través
del cadenas y videos editados que, solo hay un candidato en la calle, y
uno que arrasa entre las clases medias y el pueblo y es que el que tiene
los fusiles, granadas, balas, municiones, satélites, drones y bombas
nucleares.

En otras palabras, que un caudillo militar enfermo, desequilibrado y en
el colmo de los delirios, si cree que el bravo pueblo venezolano es
intimidable con fantasías o amenazable porque se haga alarde de que hay
una "revolución armada" y que no se dejará desalojar del poder sino a plomo.

Esas no son las lecciones que nos deja nuestra historia pasada y
reciente, con brillantes capítulos donde dictadores y tiranos fueron
desalojados del poder, no por la violencia, sino por la voluntad
democrática de sus ciudadanos quienes, al lado de líderes y dirigentes
emanados de la misma arcilla popular, arrollaron a los que pensaban
habían heredado a Venezuela como una hacienda.

Henrique Capriles Radonski, es el actual representante de esos líderes
democráticos, el heredero del impulso histórico vital por el que
Venezuela y los venezolanos no se tomaron la libertad y la democracia
para ellos solos, sino que la extendieron por todo el continente.

Ayer en San Cristóbal y Barinas, antes de ayer en Mèrida y Maracaibo, y
durante toda la semana en San Félix, Maturín y Cagua, Henrique Capriles,
arrebata en la campaña que la colega, Milagros Socorro, bautizó en un
artículo de culto como "Admirable", por cuanto, se nutre de los mismos
ideales y cumple los mismos objetivos con los que el Libertador, Simón
Bolívar, venció a poderosísimas fuerzas del imperio español y empezó el
ciclo que al final nos independizaría y haría libres.

"Campaña Admirable" de cara al pueblo, sin tapujos, sin trapacerías, ni
para cubrir naderías como esas de "ser una potencia para la guerra", en
un mundo diseñado, articulado y programado para la paz.

Sin militares de opereta, sino de profesionales al servicio de la
Constitución y entrenados para defender los valores de la civilidad, la
tolerancia y la convivencia sin los cuales las naciones que habitan del
planeta, no pueden decir que son contemporáneas del siglo XXI

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/9654310.asp

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