Wednesday, June 20, 2012

El gran mentiroso

El gran mentiroso
ADOLFO R. TAYLHARDAT | EL UNIVERSAL
miércoles 20 de junio de 2012 03:51 PM

Un año entero llevamos descifrando el acertijo de si será verdad o no lo
de la enfermedad del führer porque hasta ahora no se ha dado información
precisa, certificada por un galeno autorizado. ¿Será que ningún médico
quiere comprometer su prestigio afirmando algo que no es verdad?

Lo cierto es que cualquiera sea la respuesta a ese acertijo, el
inquilino de Miraflores es un gran embustero. Esto no es nada nuevo.
Estamos ya lamentablemente habituados a sus mentiras. Pero resulta
imperdonable que un jefe de Estado se valga de sus condiciones de salud
para engañar a todo el mundo.

Yo me cuento entre quienes dan por verdadera la versión de que
efectivamente está enfermo. Reconozco mi ingenuidad, pero pienso que un
gobernante no puede, o no debe, mentir sobre el estado de su salud.
Resulta indigno que el presidente de un país engañe a su pueblo en un
tema tan espinoso y delicado. Pero, y allí radica mi ingenuidad, sabemos
que la mentira forma parte de su propia naturaleza y de su forma de
gobernar. Ninguna de sus promesas, comenzando con las que hizo el mismo
día en que fue electo presidente han sido cumplidas. Vivimos bajo un
régimen donde prevalece el engaño, la mentira.

Si efectivamente está enfermo la mentira radica en el espectáculo que ha
montado para hacer creer que está curado. No soy médico pero resulta a
todas luces imposible que una persona que sufre de cáncer, que ha sido
objeto de varias intervenciones quirúrgicas y que se encuentra sometida
a tratamiento de quimio y radioterapia aparezca como que ha recuperado
totalmente la salud. Pero la ambición de poder y el empeño en
perpetuarse en él parece que lo han llevado a simular que ya no tiene
nada y trata de presentar la misma imagen que proyectaba antes de que se
desarrollara la grave dolencia que le aqueja. Las maratónicas
apariciones en televisión, sus discursos interminables, repetitivos y
tediosos, su participación en actos oficiales y su comportamiento
general son parte del empeño en hacer creer que ya está curado, que
venció la enfermedad. Es como si tratara de demostrar que es tan
poderoso que ha vencido un mal tan mortal como el que padece. Su
propósito sería engañar para que sus condiciones de salud no afecten su
aspiración a seguir gobernando.

En el otro caso, si no tiene nada como mucha gente piensa y todo es una
farsa, la mentira se torna inescrupulosamente descomunal. Llegar al
extremo de fingir y montar deliberadamente una comedia de esa magnitud
para estimular la conmiseración del pueblo y ganar apoyo por lástima es
algo inédito en política, al menos que yo sepa.

Si es así, detrás de esto tiene que estar directamente involucrada la
mentalidad perversa de la dirigencia cubana que necesita, a toda costa,
mantener al führer en la silla presidencial para poder seguir
beneficiándose de su munificencia.

Abraham Lincoln dijo que se puede engañar a unos pocos durante mucho
tiempo, a muchos durante poco tiempo, pero no se puede engañar a todo el
mundo durante todo el tiempo. De manera que tarde o temprano se sabrá la
verdad verdadera. Una vez que esto ocurra, el mandatario venezolano
quedará consagrado en la historia política, no solo de Venezuela sino
del mundo, como un gran mentiroso, como un vulgar embustero.

Los venezolanos, particularmente la gente humilde, que es la más
proclive a identificarse con el que sufre, no merecemos ser objeto de
una pantomima de esa magnitud simplemente por satisfacer las ambiciones
desmedidas de poder.

Cuando escribo este artículo aparece publicada la noticia de que el
dictador Mahmoud Ahmadinejad, el pana querido, el hermano entrañable, el
aliado incondicional del dictador de aquí, ha anunciado que no volverá a
presentarse como candidato a la presidencia de su país. Considera que
ocho años de gobierno son más que suficientes y resolvió desistir para
dedicarse a su actividad científica profesional. ¡Qué bueno sería que
durante su anunciada próxima visita a Venezuela nos hiciera el favor de
convencer al führer que haga lo mismo y lo convenza para que desista de
su empeño de mantenerse atornillado en la silla presidencial!

www.adolfotaylhardat.net/indexbis

http://www.eluniversal.com/opinion/120620/el-gran-mentiroso

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