Friday, June 22, 2012

Lo que le faltaba a Chávez

Lo que le faltaba a Chávez
Enrique Pereira
Viernes, 22 de junio de 2012

Entre cuentos y anécdotas, nos leyó de vez en cuando una perorata cuya
línea central era imposible de seguir. Intentaba lucir coherente, lo
cual no logró. Intentaba explicarnos que la violencia en Latinoamérica
no creció bajo su mandato y por ende la culpa es de otros. De los
gobiernos anteriores, del capitalismo, de los jefes policiales de la
cuarta república. No encontró esta vez unos animalitos a los que culpar,
no nombró a los rabipelados, pero tampoco a las iguanas.

Iguanas, rabipelados y ahora gánsteres policiales.

Lo escuché con reservas. Debo confesar que entre líneas, pues no pude
-esta vez- dedicarme con paciencia a escuchar las tres horas de
cuentos. Ya no divierte. Cuando las personas no tienen mucho que decir,
no les queda otra que hablar bastante.

Anteayer Chávez se dignó a dedicarle tres horas al tema de la seguridad.
Lo que no hizo en los últimos trece años, lo hizo anoche, reconociendo
que inobjetablemente, este es un gran problema. Le hace poco honor a los
más de ciento cincuenta mil muertos cuyas actas de defunción se han
firmado durante su gobierno.

Entre cuentos y anécdotas, nos leyó de vez en cuando una perorata cuya
línea central era imposible de seguir. Intentaba lucir coherente, lo
cual no logró. Intentaba explicarnos que la violencia en Latinoamérica
no creció bajo su mandato y por ende la culpa es de otros. De los
gobiernos anteriores, del capitalismo, de los jefes policiales de la
cuarta república. No encontró esta vez unos animalitos a los que culpar,
no nombró a los rabipelados, pero tampoco a las iguanas.

Escuelas, universidades, instituciones, campos de deporte para prevenir
que nuestra juventud desvíe sus conductas y no sé que otras historias,
que no puedo hilvanar para darle forma. Excusas y más excusas, bordadas
con algunos chistes generados a la orilla del río Arauca.

Casi llegando al final nos explicaba que estos planes, de los que habló
por largo rato, se vienen aplicando hace muchos años. Lo dijo –asumo-
Para liberarse de la conocida especie de no haberle dedicado tiempo y
recursos a la seguridad. Cuando lo dijo no se percató que al hacerlo
dejaba claro de que los planes a los que se refería no han producido
efecto alguno en la mejora del problema. Craso error mi presidente
comandante. Si tiene años aplicando el plan y no mejoran las cifras
¿será hora de revisar un plan que no ha funcionado?

Chávez tiene sus días de gobierno contados. Le sugiero que se instale la
peluca que usa para salir escondido en Caracas y se monte en un taxi, se
pare en la puerta de un Metro, le dé una visita a Puerto la Cruz y pase
roncha en Valera, después de no recibir energía eléctrica por dos días
completos. Si después de eso no entiende que los venezolanos queremos un
cambio, entonces dedíquele una semanita a Guayana y tongoneese por los
patios y galpones de las industrias básicas. Estando tan cerca, no deje
de dispensarles una visita a los mineros, ellos le contarán un cuento.
No se lleve la carroza que usó para ir al CNE, desde lo alto no podrá
escuchar la voz de su pueblo. No se le ocurra dar vueltas por ahí sin
los cubanos que rodeaban su rojo carromato, las calles están muy peligrosas.

Cuente los votos presidente, deje de caerse a muela con encuestas
amañadas. Ponga a su gente a dar carreras y recuerde que los votos del
próximo octubre, los tuvo que haber trabajado estos trece años pasados.
Pregúntese que ha mejorado en Venezuela en sus períodos de gobierno,
pero pregúnteselo sinceramente.


Primero Dios y segundo también Dios.

vienegrande@yahoo.es


http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1717333.asp

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