Juan Antonio Muller
Jueves, 6 de octubre de 2011
La Ministro de Comercio nos sorprendió hace unos días a propósito de la
ley de Costos y Precios Justos con la joya de que una ganancia del 10%
era suficiente. ¿De qué manual de la extinta URSS sacaría ese porcentaje?
Aclaro que el término de gobiernito no es de cariño sino porque, al
gobierno revolucionario de Hugo Chávez, el país le queda grande.
La Ministro de Comercio nos sorprendió hace unos días a propósito de la
ley de Costos y Precios Justos con la joya de que una ganancia del 10%
era suficiente. ¿De qué manual de la extinta URSS sacaría ese porcentaje?
El Ministro de Industria soltó otra perla cuando pontificó que los
precios del sector automotor se regirían por la estructura de costos de
producción y no por la oferta y la demanda. ¡Qué sinrazón!
Mientras que los diputados rojos en la asamblea legislativa afirman
categóricamente que los cánones de arrendamiento no podrán superar el 3%
del costo de la edificación puesto que la vivienda dicen, no es un bien
comercializable. ¿Qué será, acaso maná caído del cielo?
El Ministro de Energía Eléctrica se vanagloria de un ahorro de 500 MW,
cuando tenía que haber aprovechado los fabulosos ingresos petroleros,
para que no hubiera apagones, racionamientos ni multas. ¡Qué incompetencia!
No hay cemento, cabillas, piedra, ni constructoras calificadas pero el
Titular de la Vivienda y Habitat insiste en que se cumplirán la
fantasiosa meta de 300.000 unidades por año.
El Presidente manda expropiar empresas bajo el pretexto de malos
servicios, por especulación en precios, por utilización inapropiada de
suelos, o injusta explotación de los trabajadores. Pero la realidad
muestra, que las tierras confiscadas se hacen improductivas, los abastos
muestran escasez de bienes, las empresas estatizadas producen menos e
incumplen vergonzosamente con sus compromisos laborales.
Todo este desbarajuste es el resultado de gobernar con el librito
ideológico impreso en el extranjero y no racionalmente con espíritu
nacionalista a favor del pueblo.
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