29-Oct 03:23 pm|Reuters
El ex guerrillero, de 65 años, es duramente criticado por sus
adversarios de gobernar de manera poco transparente y compartir el poder
con su esposa, Rosario Murillo, pero esas acusaciones no han hecho mella
en su popularidad
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se encamina a una casi segura
reelección el 6 de noviembre apoyado en cuantiosos fondos cedidos por su
aliado, el presidente venezolano Hugo Chávez, que le han permitido
atender a numerosas familias azotadas por la pobreza.
El ex guerrillero, de 65 años, es duramente criticado por sus
adversarios de gobernar de manera poco transparente y compartir el poder
con su esposa, Rosario Murillo, pero esas acusaciones no han hecho mella
en su popularidad, cimentada en programas como el reparto de animales a
campesinos y de láminas de zinc para los techos de casas pobres.
"Vamos a continuar haciendo todo lo bueno que hemos venido haciendo y
erradicando todo lo malo que todavía venimos arrastrando, porque tenemos
que erradicar todavía muchas enfermedades que ha sufrido nuestra
sociedad, la enfermedad del hambre, del desempleo", dijo recientemente
en un mitin.
Ortega, un protagonista de la Guerra Fría que gobernó con puños
apretados en la década de 1980 y fue hostigado por Washington, abandonó
hace unos años sus posiciones radicales de izquierda y ahora habla de
Dios a sus seguidores, de una manera pausada que recuerda a la de un
sacerdote. Se hace acompañar a veces por el ex arzobispo de Managua, el
cardenal Miguel Obando, un antiguo crítico, y casi siempre por su
esposa, que viste atuendos multicolores y usa muchos collares y anillos.
Las divisiones de la derecha también le han pavimentado el camino ya que
distintos candidatos como el ex presidente Arnoldo Alemán (1997-2002) no
han logrado unirse para presentar una candidatura única que lo enfrente
en estas elecciones, como tampoco ocurrió en las de noviembre del 2006.
"En ninguno de los tres gobiernos anteriores a Daniel Ortega fueron
atendidos (los pobres) como hoy, y eso pesa en el momento de depositar
el voto", dijo a Reuters Néstor Avendaño, analista económico y
catedrático universitario.
En una reciente encuesta elaborada por CID-Gallup, Ortega obtuvo un 48
por ciento de las preferencias, seguido del empresario y locutor radial
Fabio Gadea, con un 30 por ciento. Alemán se ubicó en tercer lugar con
un 11 por ciento. Ortega ganaría sin necesidad de una segunda ronda, ya
que las leyes exigen un 40 por ciento de votos válidos o sumar un mínimo
de 35 por ciento y 5 puntos porcentuales de ventaja sobre su más cercano
rival.
Héroe para unos dictador para otros
La cooperación de Venezuela, país rico en petróleo pero agobiado por la
inflación más alta del continente, es de entre 450 y 500 millones de
dólares anuales, en el marco del ALBA, un acuerdo de cooperación que
incluye a otros países con gobiernos de izquierda como Bolivia y Cuba.
Este monto, estimado por analistas y que no es ingresado formalmente al
presupuesto de Nicaragua, equivale a un 7 por ciento del Producto
Interno Bruto (PIB) calculado para 2011.
Mediante el ALBA, Nicaragua importa de Venezuela todo el petróleo que
necesita, en condiciones preferenciales, lo que le ha permitido sortear
los vaivenes en los precios del crudo que castigan a otros países pobres
de la región, como Honduras. "Estamos con Daniel Ortega Saavedra
siempre, porque es un Gobierno que piensa en nosotros los jóvenes", dijo
Marjorie García tras saludar emocionada en una calle de Managua al
mandatario, cuando esta semana se detuvo un momento ante sus seguidores
al volante de su camioneta todo terreno.
Arturo Cruz, analista y catedrático del Instituto Centroamericano de
Administración de Empresas (INCAE), dice que Ortega desarrolló un
"populismo responsable" que elevó el apoyo de los votantes a lo largo de
su actual mandato. "Este es un Gobierno bastante efectivo en resolver lo
inmediato. En ese sentido, ha actuado como un gigantesco alcalde que
está cerca de las necesidades inmediatas de la gente", sostuvo.
Pero muchos lo acusan de abuso de poder porque logró ser candidato
apoyado en un controvertido fallo de la Corte de Justicia, que declaró
en el 2009 inaplicable una prohibición constitucional a la reelección
continua. "El proceso electoral en Nicaragua está completamente viciado
(...) Esto puede ser el comienzo de una tiranía o una dictadura", dijo
Rafael Gutiérrez, un joven estudiante universitario de administración.
Ortega ha sido acusado de ser poco permeable a la crítica y a los
cuestionamientos. Prácticamente no habla con la prensa y prefiere sentar
posiciones en mensajes o discursos en actos oficiales, generalmente por
la noche. Otras veces, quien ofrece la postura del Gobierno es Murillo,
que lleva adelante su campaña para la reelección y maneja varios canales
de televisión y radios sandinistas.
Para su próximo mandato, Ortega ha ofrecido continuar con sus programas
sociales como el bono productivo o Hambre Cero, por el que familias
campesinas reciben una vaca y una cerda preñadas así como una gallina.
Según Ortega esto ha beneficiado a 100.000 mujeres jefas de familia
desde el 2007.
La meta es cubrir otras 200.000 familias con este bono en los próximos
cinco años, ha dicho. No obstante, queda mucho terreno por cubrir en
materia de pobreza, que se redujo a 57 por ciento de la población, desde
un 65.5 por ciento en el 2005, según cifras del Gobierno y del Banco
Mundial.
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