29-Oct 09:30 am|César Augusto Lira
Aquiles Martini afirmó que la Ley de Arrendamiento es punitiva y poco
racional, ya que busca resarcir los derechos del inquilino violentando
los derechos de los dueños
El presidente de la Cámara Inmobiliaria, Aquiles Martini, aseguró este
sábado que la Ley para la Regularización y el Control de Arrendamientos
lejos de arreglar el problema de vivienda en el país lo empeora ya que
violenta los derechos de los dueños de propiedades.
Martini aclaró que dentro de la ley se contempla como sanción a los
propietarios de viviendas u anexos que estén bajo la figura del
arrendamiento, la expropiación.
Indicó que toda persona dueña de un área, anexo, apartamento, segundo
piso o casa, debe registrarse obligatoriamente en la Superintendencia de
Vivienda, de no ser así, el propietario será sancionado hasta en dos
oportunidades, a la tercera vez quedará expropiado por ley.
"La revolución a veces no escucha la razón (…), esto cercena el futuro
del que arrienda, ya que no todos los venezolanos tienen para comprar
una propiedad. Es una ley punitiva por todos lados", agregó.
Asimismo, señaló que la Ley de Arrendamiento tiene un "efecto
retroactivo, las leyes no pueden ser retroactivas por concepto (…), la
Superintendencia tiene que supervisar y regular todos los cánones de
arrendamiento, empezando por regular los precios de la vivienda,
quitando las tablas de formulación y dejándolo al albedrío de un
funcionario de la administración pública".
También precisó que para vender una propiedad que esté arrendada, hay
que consultar al Gobierno ya que la prioridad de compra es del
inquilino, a un precio regulado por la Superintendencia y con un espacio
de pago de un año.
"Se la tienen que vender al precio regulado que diga la Superintendencia
y el arrendatario tendrá hasta un año para pagarle, sin inicial (…),
pero si en un año no le paga el inquilino usted puede vender la
vivienda, pero con el inquilino dentro porque este tiene sus derechos.
Nadie va a querer comprar una propiedad en estas condiciones", sostuvo.
Además reiteró que la posición de la Cámara Inmobiliaria, si la ley
fuese aprobada, sería de acatamiento y cesaría en la discusión sobre lo
perjudicial que es para el futuro de los inquilinos y propietarios.
"Sí la ley es aprobada hay que cumplirla, nos guste o no nos guste",
concluyó.
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