Saturday, October 29, 2011

Reelección: una "Misión" contradictoria

Reelección: una "Misión" contradictoria
Argelia Ríos
Sábado, 29 de octubre de 2011

En medio del tratamiento para someter a la agresiva enfermedad -y
nuevamente con la escenografía árabe en la trastienda-, Chávez sigue
batallando para convencer a los venezolanos de que se encuentra en pleno
ejercicio de sus facultades físicas

El reto era apremiante. Antes de conocerse la mala nueva, ya resultaba
cuesta arriba convencer a los venezolanos sobre la pertinencia de la
reelección del presidente Chávez. A comienzos de 2011, con la primavera
árabe en la escenografía, el objetivo lucía más que desafiante: la
revolución necesitaba -como sigue necesitando- razonarle a los
venezolanos los motivos por los cuales el hiperlíder merecería un nuevo
voto de confianza. Las protestas que se extendieron en el Medio Oriente,
en contra de "Libertadores" devenidos en sanguinarios déspotas, se
sumaban al listado de obstáculos que "el proceso" requeriría superar
para justificar las aspiraciones del comandante.

Convencer a los venezolanos de que su bienhechor bolivariano no padece
de la misma adicción al poder que sus amigos caídos en desgracia,
resultaba, y resulta, cuesta arriba. En el trajín de renovar las
justificaciones y las razones de esta otra reelección, la terrible
noticia de la enfermedad vino a minar todavía más el reto de la
nomenclatura roja. Ahora sus integrantes están viendo amplificadas las
trabas del cometido, tanto por la dolencia misma del jefe del Estado,
como por la detención y ajusticiamiento del "amigo " Mohamar Gadafi, a
quien no le bastaron 42 años para saciar su voraz apetito de poder. Si
ya era difícil recrearle al país una atmósfera de irreprochabilidad al
ánimo continuista de Chávez, su grave dolencia -junto al molestoso
fantasma árabe, revivido con la captura y muerte del "mártir" libio-, se
ha convertido en un monumental problema para la claque bolivariana.

En el mes de junio, los focos de la poderosa maquinaria mediática del
"proceso" no tuvieron más opción que dar un drástico giro, para
transformar el cáncer del Presidente en el tema central de la campaña.
Así, con ese vuelco arrojado -preñado de contradicciones- quedaba en
desuso todo el programa de "reciclaje" de motivaciones, que se había
inaugurado a principios de año, con la Gran Misión Vivienda. La
iniciativa buscaba dotar de fundamentos suficientes la aspiración
reeleccionista de Chávez. Con luces y fuegos artificiales, el mandatario
se proponía renovar las expectativas del electorado y sustituir a las
desgastadas misiones sociales, cuya utilidad para estos fines caducó
hace ya mucho tiempo.

El caso es que, en medio del tratamiento para someter a la agresiva
enfermedad -y nuevamente con la escenografía árabe en la trastienda-,
Chávez sigue batallando para convencer a los venezolanos de que se
encuentra en pleno ejercicio de sus facultades físicas. Su batalla es
tan ardua como ésa que libra contra el cáncer, cuyas visibles secuelas
contradicen, en los hechos, la pertinencia y las motivaciones de su
reelección. Revertir la idea de la adicción al poder es la dura misión
de los propagandistas del comandante.

Argelia.rios@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/7426104.asp

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