Carlos Díaz
Viernes, 28 de octubre de 2011
Hay temas que ningún político venezolano toca. No hablan de ellos aunque
los tengan enfrente, para evitar que sus carreras terminen. Tal
prudencia es entendible, a fin de cuentas, los políticos también
necesitan trabajar para pagar el colegio de sus chamos y el alquiler; y
los cargos se ganan por concursos de popularidad, no por tener las
mejores ideas. Sin embargo, lo popular no es siempre lo mejor o lo más
conveniente para la sociedad. Quizás uno de los asuntos que mejor
ilustra este punto es el precio de la gasolina.
Todo venezolano que compra gasolina sabe que no paga el precio que vale.
La gasolina es posiblemente el producto más barato del país y nuestra
actitud hacia ella demuestra cuán profundo el modelo rentistas
estáinstalado en nuestras mentes. Razonamos que por vivir en un país
petrolero debemos pagar casi nada por lagasolina --total, el petróleo es
de todos-- sin darnos cuenta del alto costo social que termina teniendo
elcombustible.
A principios de octubre la Agencia Internacional de Energía estimaba que
Venezuela había gastado 15,7 millardos de dólares en el subsidio a la
gasolina sólo en 2010. Esto equivale a cerca del 7% del PIB del país o,
para hacerlo más claro, que por cada 10 bolívares que el gobierno gasta,
al menos 2 se destinan a subsidiar a quienes llenan el tanque de un
vehículo, en lugar de usarse para contratar más policías para todos, o
maestros y comida para los chamos más pobres del país; por no hablar de
invertir en Pdvsa o en la derruida infraestructura del país.
Sin embargo, los políticos no se atreven a decirnos lo grosero que es
tener una de las gasolinas más baratas del planeta. Mientras en
Venezuela pagamos el litro de combustible a 0,023 dólares en
Latinoamérica en 2010,nuestros vecinos cancelaron un promedio de 1,3
dólares por la misma cantidad de producto. En Europa, EEUU y Canadá,
descontando los impuestos, el precio osciló entre 1,20 y 0,90 dólares. Y
nuestros socios de la OPEP, aunque parezca increíble, hicieron pagar a
sus ciudadanos 0,30 dólares por el preciado derivado.
Incluso Arabia Saudita, el mayor productor de petróleo del mundo y con
uno de los menores costos de producción, cobra 0,12 centavos de dólar
por cada litro de gasolina; esto es cuatro veces más de lo que
pagamosnosotros. Y entonces la pregunta: ¿Por qué en esta tierra de
gracia cuesta tan poco? La respuesta es sencilla:miedo. Tras los
disturbios de 1989, los políticos, sin distinción de partido o época,
concluyeron erróneamente que subir la gasolina detonaría siempre una
explosión social, y así el precio del combustible se convirtió en uno de
los principales tabúes de la política venezolana.
La gasolina debe ser aumentada. No a los niveles internacionales, ni de
una sola vez; pero sin duda se debecomenzar a subir su precio de una
manera planeada y bien comunicada, destinando los recursos que se
liberen por esta vía a mejorar las condiciones de la población más
frágil y pobre del país. Pagar un precio más justo por la gasolina no
debe ser tabú.
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