Han supeditado nuestra reclamación del Esequibo ante el clientelismo de
las islas del Caribe
ADOLFO P. SALGUEIRO | EL UNIVERSAL
sábado 1 de octubre de 2011 12:00 AM
La integridad territorial -que incluye las áreas marinas que nos
corresponden o puedan corresponder- es un asunto de interés vital para
todos los venezolanos, cualquiera sea el nivel de simpatía o no que
pueda cada quien abrigar con el gobierno de turno. Eso se palpó clarito
en 1987 cuando la corbeta colombiana Caldas ingresó provocadoramente en
nuestras aguas territoriales del Golfo de Venezuela y el entonces
presidente Jaime Lusinchi ordenó movilización y alerta militar en serio
y sin cuento. El apoyo fue de todos, tanto los adecos que mandaban como
copeyanos y masistas que militaban en la oposición como de la sociedad
en su conjunto.
Muy distintas son las cosas en estas épocas "bolivarianas" cuando en
lugar de que nuestra Cancillería dirija alguna protesta ante Guyana que
nos ha hecho una jugada desleal solicitando ladinamente la ampliación de
la extensión de su plataforma continental ante la Comisión respectiva de
la ONU, apenas se conforma con que dos años después de informado el
asunto por nuestra Embajada en Georgetown y veinte días después de que
el caso trascendió a la luz pública emite un comunicado oficial en el
que anuncia en dos párrafos que "se está evaluando el tema" y luego
dedica amplios e incendiarios párrafos no a contradecir a Guyana sino a
descalificar a la oposición "burguesa, entreguista, apátrida, oligarca,
etc." que fue quien alertó al colectivo nacional acerca de la negligente
inacción de un gobierno que privilegia su internacionalismo comunista
(que es apenas una política del gobierno de turno) por encima del
principio de la integridad territorial que es un mandato constitucional.
Expresan los "amos" que para realizar la "evaluación" realizan las
consultas necesarias. Este columnista, que ocupó la jefatura de la
cátedra de Derecho Internacional Público en la UCAB se ha dado a la
tarea de consultar a sus homólogos y a otros especialistas encontrando
que ninguno ha sido llamado. Sí sabemos que en la Dirección de Fronteras
aún existen asesores competentes que dieron su opinión al canciller pero
Chávez, ahora y siempre, ha preferido supeditar nuestra reclamación a la
conveniencia política del clientelismo chuleador del Caribe.
No es que tal reclamación sea fácil jurídicamente. Por eso es que en el
Acuerdo de Ginebra de 1966 ambos países acordaron la búsqueda de una
solución práctica y equitativa al asunto que hoy se encuentra bajo los
buenos oficios de un representante del Secretario General de la misma
ONU que Chávez descalificó el martes pasado por vía de la carta que leyó
Maduro en la Asamblea General.
Si algún día se llega a esa solución práctica, seguro que alguna costa
nos va a tocar y siendo así tendremos derechos sobre la plataforma
continental adyacente. Cuando ello ocurra: ¿qué les diremos a los
venezolanos a quienes haya que explicarles que por negligencia nos
dejamos arrebatar amplias y ricas áreas marinas? ¿Cómo se irá a escribir
entonces la historia? ¿Cómo quedará la "revolución bolivariana"
reivindicadora y refundadora de la patria? Pedimos conciencia y acción.
http://www.eluniversal.com/opinion/111001/negligencia-dolosa-ante-guyana
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