Miguel González Marregot
Viernes, 7 de octubre de 2011
El resultado de las primarias puede ofrecer sorpresas. Ningún
pre-candidato puede cantar victoria. Aún falta terreno por recorrer,
vendrán apoyos y retiros, lo que sí debe quedar claro es que no sólo el
resultado será determinante
El sector democrático venezolano parece listo para afrontar con éxito,
el reto de consolidar una plataforma política, programática y electoral
que le lleve a disputar la Presidencia de la República, al representante
del bloque oficialista en las elecciones del próximo Octubre 2012. El
proceso electoral venidero es quizás el más disputado y enconado en la
historia política moderna de Venezuela; pues -en un "duelo sin
precedentes"-, se enfrentarán por el destino del país dos visiones
opuestas del mundo y la sociedad, como lo son: la democrática liberal y
el socialismo totalitario.
Los sectores democráticos agrupados alrededor de la Mesa de Unidad
Democrática (MUD) vienen fortalecidos, renovados y en ascenso; pero aún
en desventaja frente a la poderosa maquinaria estatal. Cabe recodar que,
toda la estructura estatal y nacional responde a los lineamientos del
Presidente de la República. En realidad, las venideras elecciones nos
presentarán a un gobierno utilizando todos los recursos institucionales
y financieros que tiene bajo su control para mantener su privilegio.
La conformación del cuadro electoral de los sectores democráticos es
verdaderamente trascendente y requiere de un compromiso y una voluntad
política firme y, hasta altruista. Los actuales precandidatos Henrique
Capriles, Pablo Pérez, Leopoldo López, María Corina Machado, Antonio
Ledezma, Eduardo Fernández, César Pérez Vivas, Oswaldo Álvarez Paz,
Cecilia Sosa y Pablo Medina nos muestran justamente la pluralidad de un
sector político; cuyo objetivo político no tendría que ser otro sino
rescatar la convivencia democrática del país.
Ideológicamente, el mosaico de candidaturas de la oposición abarca un
amplio . Por ejemplo, en una posición socialdemócrata y de centro
izquierda podríamos ubicar a Pablo Pérez (Un Nuevo Tiempo), un poco más
moderados dentro de esa visión estarían Antonio Ledezma (Alianza Bravo
Pueblo), Leopoldo López (Voluntad Popular) y Cecilia Sosa
(independiente); mientras en democracia cristiana se encontrarían
Eduardo Fernández, Oswaldo Álvarez Paz y César Pérez Vivas (todos
provenientes del partido COPEI); mientras que Henrique Capriles
(Movimiento Primero Justicia) y María Corina Machado (independiente)
oscilarían en una posición más de centro. El líder político Pablo Medina
siempre ha sido reconocido por sus posiciones de izquierda.
Los apoyos políticos son otra cosa; aunque allí también se expresa la
pluralidad. Hasta hora, Henrique Capriles ha recibido apoyos de partidos
identificados con el progresismo como lo son el partido PODEMOS y de La
Causa Radical (LCR); Pablo Pérez suma el apoyo del partido Bandera
Roja (organización marxista-leninista) y de representantes de sectores
intelectuales como Herman Escarrá (ex-constituyente) o de voceros del
movimiento estudiantil como el joven Diego Sharifker.
Por otra parte, organizaciones políticas tan importantes como Acción
Democrática (AD), Proyecto Venezuela (PV) o el Movimiento Al Socialismo
(MAS); aún no han expresado su apoyo oficial a algunas de las
pre-candidaturas ni tampoco se conoce –a la fecha-, si presentarán
nombres alternativos. Esta situación abre espacio para la negociación y
la consulta entre esas organizaciones partidistas y los representantes
de cada pre-candidato de la MUD. En todo caso, queda pendiente conocer
cuáles serán los criterios que prevalecerán en cada partido –hasta ahora
por definirse- para tomar su decisión. ¿Acaso privarán los intereses
partidistas?, ¿La afinidad ideológica? o ¿Las oportunidades electorales?
Al margen de la decisión de los partidos políticos, se encuentra la
determinante participación comicial de los sectores no-partidistas. Cabe
recordar que, esos factores constituyen la mayoría numérica. Ganar el
voto independiente en las primarias será decisivo para aquellos
candidatos que no cuentan con organizaciones ni electorados
consolidados. Pero, ¿participarán los sectores independientes en las
primarias de la oposición? Y, ¿cuál será el sector social que votará
mayoritariamente: la clase media o los sectores populares?
Un elemento crucial de este proceso de primarias será la capacidad de
movilización de cada comando electoral. En este sentido, partidos como
Acción Democrática (AD), Un Nuevo Tiempo (UNT) y Primero Justicia (MPJ)
parten con ventaja relativa sobre el resto de participantes. Es por ello
que, el apoyo de Acción Democrática (AD) resultaría vital para las
aspiraciones de los principales pre-candidatos de la unidad y que hasta
ahora y, según las encuestas serían Capriles y Pérez. En ese contexto,
¿se convertirá AD en una especie de gran elector?
Un valor indiscutible de la definición del candidato de la unidad ha
sido la reunión de un conjunto de venezolanas y venezolanos con
capacidades políticas y técnicas para dirigir y enrumbar al país hacia
un futuro basado en la libertad, la inclusión, la paz y la prosperidad.
De allí que, la realización de las primarias debe constituir un evento
de pedagogía política para toda la población venezolana; incluyendo a
los adversarios políticos. Las primarias deben ser una fiesta
democrática para todo el país, para desde allí sentar las bases del
cambio que requiere nuestra nación.
El resultado de las primarias puede ofrecer sorpresas. Ningún
pre-candidato puede cantar victoria. Aún falta terreno por recorrer,
vendrán apoyos y retiros, lo que sí debe quedar claro es que no sólo el
resultado será determinante; sino la forma como se procese y acepte el
resultado entre los participantes. Lo escribiré de nuevo: las primarias
deber ser un acto de la mejor pedagogía política.
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