Leandro Area
Martes, 25 de octubre de 2011
En Venezuela ya no existen clases sociales o están en vías de extinción.
Lo que se pretende y se está logrando a paso de vencedores, es que para
que la sociedad marche como a nosotros nos conviene sea dividida entre
militares que ordenan y personal civil que obedezca
Esta es la dirección de correo a la que usted deberá dirigirse de ahora
en adelante para que su solicitud sea analizada por nuestro personal, el
cual tiene como objetivo militar hacer funcionar el país como debe ser,
es decir con la Constitución en la mano, pero en todo caso traduciéndola
a nuestro entender que es el del pueblo. Y para que esto quede claro, de
entrada le informamos que en Venezuela ya no existen clases sociales o
están en vías de extinción. Lo que se pretende y se está logrando a paso
de vencedores, es que para que la sociedad marche como a nosotros nos
conviene sea dividida entre militares que ordenan y personal civil que
obedezca. Democracia sui géneris. Militares gobernando a civiles.
Y esto ocurre así porque eso que llaman sociedad civil, ustedes, o mejor
dicho, el personal civil, queda ahora subordinado al militar que en
cabeza del Presidente de la República determina los fines y medios que
deben ponerse en funcionamiento para que el país avance y evitar que
elementos enemigos del proceso pongan en ejecución planes o conjuras
antidemocráticas contra el gobierno revolucionario, cuya gestión ha sido
avalada por mayoría popular en suficientes elecciones nacionales que han
gozado del visto bueno de las autoridades competentes, es decir, los
poderes públicos, haciendo ver ante el país y en los escenarios
internacionales el apoyo mayoritario de los que fuesen desplazados
durante la Cuarta República y que ahora gozan de un régimen de
libertades y prosperidad económica envidia de otros pueblos de América
Latina y del mundo.
Resulta pues extraño, Señor personal civil, que usted al exponer su caso
que hemos consignado bajo el expediente Nº TALCUAL, haga mención a
ciertos tropiezos que supone existen en el país y que no son tales.
Habla por ejemplo del hambre, la corrupción, la inseguridad, la crisis
energética, los excesos y vicios de los poderes públicos, la violación
de derechos humanos, la enferma salud, la vialidad, los servicios, la
soberanía.
Coincide usted con una campaña de descrédito nacional e internacional,
contra nuestro máximo líder-presidente-comandante-etcétera, cabeza del
Estado y contra todos los que lo acompañamos en esta gesta revolucionaria.
Debo informarle que luego de revisados los requisitos formales, hemos
decidido iniciar a una investigación pues el Comité de Evaluación Civil
(CEVIL), ha llegado a la conclusión de que usted padece de un extraño
síndrome que por ser posiblemente contagioso, sea necesaria su reclusión
en nuestros centros psiquiátricos preventivos (CEPSIPRE) para llegar a
conclusiones médicas que permitan, en breve, iniciar el tratamiento
correspondiente (TRACO) para que vuelva a la realidad y constate los
altos grados de felicidad humana, paz social, eficiente funcionamiento
de los servicios e instituciones públicas, que son a los que el señor
presidente está abocado permanentemente (ABOPER) para así velar por los
destinos de la patria del Libertador de cinco naciones, Simón Bolívar.
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