Farc y el narcotráfico. ¿Qué dice Colombia?"
Una joyita de ministro
Mauricio Vargas
Jueves, 12 de enero de 2012
Nuevo Ministro de la defensa de Chávez está acusado por EE. UU. de nexos
con las Farc y el narcotráfico. ¿Qué dice Colombia?". Ni Santos ni la
canciller María Ángela Holguín van a decir nada. No lo afirman los
uribistas, ni la oposición venezolana, ni un deslenguado militar
colombiano. Lo revela, con lujo de detalles, uno de los diarios más
prestigiosos del planeta: The New York Times.
Ni Santos ni la canciller María Ángela Holguín van a decir nada.
No lo afirman los uribistas, ni la oposición venezolana, ni un
deslenguado militar colombiano. Lo revela, con lujo de detalles, uno de
los diarios más prestigiosos del planeta: The New York Times. Asegura,
desde hace un par de años, que el general Henry Rangel Silva trabajó de
la mano del comandante de las Farc 'Iván Márquez', para que el grupo
terrorista pudiese comprar en Venezuela fusiles, radios y misiles
tierra-aire, de esos que les permitirían a los guerrilleros tumbar
aviones y helicópteros. Si los hubieran conseguido -parece que el
negocio al final falló- los bombardeos a 'Jojoy' y a 'Cano' habrían
fracasado y ellos estarían vivos.
El papel de Rangel Silva consistió, según el diario, en proporcionar
documentos de identidad falsos tanto a miembros de las Farc como a
traficantes de armas, para facilitar el negocio en el vecino país. Según
el periódico, la operación se iba a realizar a orillas del río Negro, en
el estado venezolano de Amazonas. El New York Times -que no es
precisamente un diario de derecha ni una publicación al servicio de la
CIA, a la que le ha destapado varios escándalos- se basa en un mensaje
escrito por 'Iván Márquez', que complementa con algunos correos
electrónicos de 'Raúl Reyes', todos ellos en poder de la inteligencia
estadounidense, y que dan detalles sobre la compra de armas y el papel
de Rangel Silva.
Pero hay más. En septiembre del 2008, el Departamento del Tesoro de los
Estados Unidos ordenó congelar cualquier cuenta bancaria o bienes que
Rangel Silva pudiese poseer en ese país. ¿El motivo? Esa agencia del
gobierno de Barack Obama tiene evidencias de que el militar ha apoyado
materialmente a las Farc en sus operaciones de narcotráfico. En el 2011,
cuando aumentaban los rumores sobre el cáncer que sufría el teniente
coronel, Rangel Silva aseguró que las FF. AA. estaban "casadas con el
proyecto político socialista" de Chávez, y dejó en claro que no
permitirían un eventual gobierno de la oposición. Por esa razón, y
porque fue su leal compañero en el fallido golpe de Estado de febrero de
1992, el mandatario venezolano decidió nombrar, la semana pasada, a
semejante joyita como su nuevo ministro de Defensa.
Un premio a la lealtad a toda prueba, en momentos en que la enfermedad
de Chávez genera inquietud en sus huestes. Inquietud y divisiones. Este
fin de semana, el semanario The Economist aseguró que hay un pulso entre
los chavistas y que lo están ganando los militares y los negociantes,
los llamados 'boliburgueses' o 'boligarcas'. Y que el gran perdedor es
el canciller Nicolás Maduro, el gran amigo de Colombia, a quien Chávez
-según acaba de sugerir en declaraciones públicas- va a mandar como
candidato a gobernador de Carabobo.
El teniente coronel ya consiguió los acuerdos comerciales con el
presidente Juan Manuel Santos, que le garantizan un abastecimiento
fundamental de víveres este año, para evitar que la campaña electoral
con miras a las presidenciales de octubre se dé en medio de la escasez.
Y el pago a tanta amabilidad, confianza y generosidad del gobierno
colombiano es nombrar Ministro de Defensa a quien está señalado como el
gran socio de las Farc, el hombre clave de sus intentos de comprar
misiles tierra-aire y de sus negocios de narcotráfico.
Ni Santos ni la canciller María Ángela Holguín van a decir nada. Su
apuesta ha sido esa, la del apaciguamiento, la misma que trataron de
usar contra Hitler el inglés Neville Chamberlain y el francés Édouard
Daladier, con la esperanza de que el líder nazi no expandiera más sus
fronteras en Europa. Un año después, Hitler invadió Polonia. Guardadas
las proporciones, Chávez apenas esperó unas semanas: tras la firma de
los acuerdos comerciales con Santos, nombró como Mindefensa al mayor
enemigo que Colombia tiene en la cúpula chavista
Mauricio Vargas es ex – Director de las Revistas "Cambio" y "Semana",
experto en temas de actualidad.
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