Friday, December 2, 2011

¿Si hideputa no es un insulto entonces qué lo es?

¿Si hideputa no es un insulto entonces qué lo es?
Viernes, 2 de diciembre de 2011

Será que los jerarcas del régimen creen de verdad que es así que se
gobierna, que para que el pueblo te entienda hay que ser más grosero que
el. Eso se llama emulación hacia abajo y es todo lo contrario de superación

Para no salir de lo insólito en este país en el que la procacidad es la
regla y la cortesía la excepción. Una juez exoneró a ese prohombre de
las letras bolivarianas, Mario Silva, por haber dicho en su estelar
programa "La Hojilla" que Miguel Henrique Otero era un hijo de puta.
Ahora resulta que todo está permitido en esta nueva realidad venezolana
en la que el mal uso del lenguaje es una virtud. El presidente, tal vez
escudándose en Uslar le dijo recientemente en televisión a Parmalat si
le había visto la cara de pendejo.

Será que los jerarcas del régimen creen de verdad que es así que se
gobierna, que para que el pueblo te entienda hay que ser más grosero que
el. Eso se llama emulación hacia abajo y es todo lo contrario de
superación. Los gobernantes deben ser, en cierta medida como los
maestros, su función primordial es la de ayudar a la población a superar
obstáculos y formarse intelectualmente para ser ciudadanos. No creemos
que a base de chistecitos malos, del uso cada vez más común de palabras
inadecuadas en quienes deben dar ejemplo de civilidad, sea el camino
para mejorar las condiciones de vida de los venezolanos.

Estamos convencidos de que en la mayoría de los hogares venezolanos no
se habla ni con el lenguaje de los cuarteles ni mucho menos con el
cinismo putrefacto de "La Hojilla". No somos ni pacatos, ni nos asustan
las malas palabras, pero todo tiene su lugar y su tiempo. El lenguaje es
un instrumento importante en la superación del ser humano, las llamadas
groserías son muletillas que sustituyen el buen uso del mismo. Qué
cuando uno se golpea con una piedra no diga "hay caramba que fastidio
tropecé de nuevo con la misma piedra" sino que use la interjección de
rigor es no solo comprensible sino un necesario desahogo. Pero llamar a
alguien el canal de televisión de todos los venezolanos como hijo de
puta es inadmisible en cualquier sociedad civilizada.

http://www.analitica.com/va/editorial/5378296.asp

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