ALEXANDER GUERRERO E. | EL UNIVERSAL
viernes 30 de diciembre de 2011 12:00 AM
En Pdvsa, el cinismo o es un propósito o lo es por defecto; es decir,
que también lo puede ser por desconocimiento, aunque en este caso, pesa
lo primero, al no reconocer que la dilapidación de ingentes recursos
fiscales generado por incremento de la presión tributaria, por elevados
precios del petróleo, por devaluaciones masivas del bolívar en los
últimos ocho años y por el colosal endeudamiento publico y de la propia
Pdvsa, son los factores reales causales que subyacen a la
descapitalización de Pdvsa, y que ellos asumen, sus problemas
financieros y económicos estarían ocurriendo por "devaluar a tiempo al
bolívar" (mis comillas).
Los problemas financieros (y desde luego económicos) que hoy presenta
Pdvsa, que han desembocado en su colosal descapitalización, parcialmente
observable en la caída de la producción, ha sido un proceso que se ha
sostenido -financieramente- en virtud del creciente nivel de precios del
petróleo y por una voluminosa deuda adquirida a costos prohibitivos y
hasta inéditos en los mercados internacionales, y que por ser una
empresa del Estado/gobierno le permitió colocar bonos corporativos de
larga maduración. Es importante acotar que esos recursos financieros en
divisas -dólares- generados por exportación de petróleo (neteados por
supuesto en las pérdidas por subsidio de la gasolina en el mercado
local) se realizan en un ambiente institucional fiscal, siendo
esencialmente ingresos fiscales. Los fondos que hipotéticamente
utilizaría Pdvsa para sus propias economías -capitalización- serían el
residual, una vez el Fisco se apropie de las regalías y los impuestos.
Por lo tanto sus dificultades financieras y económicas no tienen
relación ninguna con una supuesta no-devaluación del bolívar.
Es decir, la compensación producida por la devaluación del bolívar -que
ayer ocurría por la misma razón que compensaba también al fisco- no ha
dejado de fluir a Pdvsa, por lo que constituye algo más que una falacia
cuando ahora especulan sobre la "no devaluación" como causante por la
descompensación de los fondos en moneda nacional, cuyo desgaste
inflacionario, tiene precisamente las mismas fuentes fiscales y
monetarias conocidas por todos. Veamos. En 13 años que lleva Chávez como
Presidente el bolívar ha sido devaluado ¡ocho veces! -de 560 a 4300
Bs/-- y si no ha tenido mayor impacto en el flujo de caja de Pdvsa es
porque Pdvsa, que actúa no solo como principal, sino como agente, en
este caso fiscal, no revierte en sus propias economías lo concerniente a
su capitalización que asegure por lo menos el sostenimiento de sus
ingresos, más allá de los que puede producir el windfall petrolero por
crecimientos de precios.
Por ello califico ese proceso como descapitalización, por caída de la
inversión, la cual ha sido menor, inclusive a la requerida para sostener
el crecimiento vegetativo de la producción que compense la natural
declinación de los yacimientos petrolíferos. Acotemos que a este proceso
de descapitalización no es ajeno, por el contrario ha contribuido en
gran manera, no solo la violación de los contratos petroleros y los
cambios en la Ley de Hidrocarburos, los cuales convirtieron a Pdvsa en
socio mayoritario de las creadas empresas mixtas, sino el enorme peso
financiero de una colosal deuda acumulada en cinco años y con elevados
costos por el riesgo inherente que asume un inversionista al adquirir
concientemente bonos de una empresa con graves problemas económicos y
financieros como los que hoy presenta Pdvsa. Todo ello, en conjunto, ha
montado sobre su balance -el de Pdvsa- un colosal peso financiero que
ninguna devaluación podría compensar.
La devaluación que Pdvsa propone subrepticiamente no resolvería sus
problemas de caja y la enorme deuda flotante adquirida por
incumplimiento en los convenios de servicios y otros contratos con
empresas contratistas. Por razones político-institucional esos
potenciales fondos que le daría a Pdvsa la devaluación del bolívar irían
nuevamente al Fisco, y con esto no estoy proyectando nada que no haya
pasado. La conversión de Pdvsa en una empresa petrolera con ascendencia
fiscal en la Constitución y en la LOH, tanto en la contribución fiscal
por royalties, impuestos y dividendos, como en el gasto social en el
cual incurre y que debería ser facturado como gasto público del
gobierno, dado que los bolívares "adicionales" generados por la
devaluación se contabilicen nuevamente como ingresos fiscales petroleros
adicionales, haría que los ingresos adicionales fluirían al Fisco, igual
como ocurrió este año con los ingresos generados por la devaluación del
31 de Diciembre del 2010.
Adicionalmente, existen serios agravantes financieros y políticos
envueltos en una campaña electoral donde el Presidente no escatima pudor
ni rubor para ofrecer contribuciones, subsidios, transferencias fiscales
de un ingreso que no tiene presupuestado y no existe por no poseer
fondos fiscales ordinarios para financiar su oferta electoral, distintos
a los que le pudiera generar la devaluación, una maxidevaluación del
bolívar desde luego y que estimamos podría realizarse en los próximos
días no solo en virtud del lobby de Pdvsa sino por necesidad del mismo
gobierno.
Economist, PhD. (London University)
Consultor Economía y Finanzas
www.alexanderguerrero.com
@alexguerreoe
http://www.eluniversal.com/opinion/111230/pdvsa-y-la-devaluacion-en-ciernes
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