José Rafael López Padrino
Viernes, 2 de diciembre de 2011
Esa izquierda que apoya nacional (PCV y conexos) e internacionalmente a
este engendro facho debería ser la primera en entender la naturaleza
ultra capitalista del llamado proyecto socialista bolivariano.
Inexplicablemente sigue siendo su principal defensora, enredada en
consideraciones que habrían hecho llorar a Marx y Engels padres del
socialismo científico.
Desde su lapida fría del cementerio de Highgate en Londres el Viejo
Carlos Marx observa estupefacto el uso de su nombre y del socialismo
como excusa para destruir e hipotecar a Venezuela. El régimen militar
del tte coronel, cuyo perfil democrático se reduce solo a su cuestionado
origen electoral, desangra y arruina a nuestra Patria con el pretexto de
construir su socialismo bolivariano del siglo XXI, entiéndase
socialfascismo.
Este perverso proyecto ha creado ilegalmente empresas mixtas con
compañías trasnacionales y gobiernos extranjeros en áreas vitales como
el petróleo (faja del Orinoco), el gas (plataforma deltana), el
aluminio, la minería, la agricultura (expropiaciones para su entrega al
capital transnacional), lo cual ha significado la desnacionalización de
nuestros recursos, una mayor transferencia de capitales al exterior, así
como la imposibilidad de desarrollos internos más o menos sostenibles.
El régimen ha endeudado a la Nación de la manera más vulgar e ilegal
alcanzando cifras mil millonarias a pesar de haber gozado de una bonanza
petrolera como nunca antes tuvo gobierno alguno en toda nuestra historia
republicana. Nuestra deuda pública nacional, la misma que el tte coronel
encontró en 34 millardos en 1999, hoy se eleva sobre los 130 millardos
de dólares, eso sin contar el endeudamiento correspondiente al Fondo
Chino y el interno contraído con instituciones bancarias que operan en
el país. Endeudamiento leonino que hemos contraído con la República
Popular China cuyo proceso de negociación se inició a principios de
febrero de 2010 y que finalmente se concretó en agosto del año pasado
por 20 millardos de dólares, sin embargo hay que aclarar que la petición
original hecha a las autoridades del país asiático fue por 116 millardos
de dólares. El endeudamiento con China, con los nuevos financiamientos
que proyectan acordar entre 2011 y 2012, arrojaría un saldo de 44
millardos de dólares, lo que representaría una deuda total externa
cercana a los 174 millardos de dólares. Préstamos que estamos
garantizando con nuestro petróleo el cual vendemos a ese país con un
precio preferencial de 40 dólares por barril, según Rafael Ramírez
Presidente de PDVSA, mientras que el mismo se cotiza en el mercado
internacional a 105-110 dólares el barril. La magnitud de esta deuda hoy
compromete el 52,3% del PIB, porcentaje nada despreciable para cualquier
economía.
Igualmente, el gobierno ha firmado tratados de doble tributación con
diversos países, especialmente los firmados con el capital chino y ruso,
que solo han servido para enriquecer a las burguesías emergentes en esos
países, al igual que a nuestra boliburguesía endógena. En medio de esta
hipoteca desvergonzada y de la ruina del país voces como la de Nicolás
Maduro afirman "Venezuela es un país libre que se articula con potencias
emergentes como China para lograr su desarrollo pleno". ¿De cual
desarrollo y soberanía hablan?
La decadencia del proyecto social fascista bolivariano demuestra el
fracaso definitivo del militarismo en Venezuela como solución a los
problemas del país. El gobierno militar del inquilino de Miraflores ha
entregado nuestro petróleo al capital extranjero, endeudando por varias
generaciones las finanzas públicas y sobre todo ha terminando de colocar
la economía venezolana en una total y absoluta dependencia del
capitalismo mundial. Con el tte coronel y su socialfascismo se pone
punto final al papel entreguista y destructor que juega el estamento
militar en cualquier sociedad.
Esa izquierda que apoya nacional (PCV y conexos) e internacionalmente a
este engendro facho debería ser la primera en entender la naturaleza
ultra capitalista del llamado proyecto socialista bolivariano.
Inexplicablemente sigue siendo su principal defensora, enredada en
consideraciones que habrían hecho llorar a Marx y Engels padres del
socialismo científico
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