Thursday, December 29, 2011

El juego de los inocentes

El juego de los inocentes
Antonio Cova Maduro
Jueves, 29 de diciembre de 2011

El hecho de que el juego haya ido entrando en desuso, no impide que lo
que esté más vigente que nunca sea lo que la inocentada propone. Tomemos
un caso: el de un gobierno que ya tiene doce años "cayendo por
inocente", con su creencia en que el socialismo es cuestión de alguna
ley que de un día pa'otro se sacan de la manga.

En la Venezuela de antaño, cada 28 de diciembre había que andar mosca
para sortear las trampas que cada interlocutor ponía. Era el día de las
noticias increíbles que, dichas con toda la seriedad del caso, podían
ponerte al borde de la histeria y sólo al ver la risa de quienes te
contemplaban caías en cuenta de que habías sido víctima, una vez más, de
una inocentada. Ya no tanto. Será porque cada día la situación que
vivimos nos pone múltiples trampas.

El hecho de que el juego haya ido entrando en desuso, no impide que lo
que esté más vigente que nunca sea lo que la inocentada propone. Tomemos
un caso: el de un gobierno que ya tiene doce años "cayendo por
inocente", con su creencia en que el socialismo es cuestión de alguna
ley que de un día pa'otro se sacan de la manga, con la que garantizarían
una economía socialista, y ¡hasta elhombre nuevo!

La gente pone cara de angustia al enterarse de la nueva ley (que quienes
la adversan se encargan de pintarte el panorama apocalíptico que su
aplicación provocará) y en menos que canta un gallo ya están diseñando
formas de burlarla. Es un poco como gritarle al gobierno: ¡caíste por
inocente!

Pero el caso histórico reciente más notable de una inocentada fue la de
diciembre de 2006. Recordemos un poco el marco en el que se produjo.
Hugo Chávez había derrotado malamente a Manuel Rosales en la carrera
presidencial que en menos de diez meses habrá concluido. Entusiasmado
por aquel alud de votos -y quizá más por las caras entristecidas de los
derrotados- frente a una audiencia de militares Hugo Chávez realizó una
de esas calculadas torpezas a las que ya ha logrado acostumbrarnos.

En aquel momento, sin que nadie más que él mismo se lo hubiese
solicitado, dijo con su característica frondosidad verbal que "el pueblo
había votado abrumadoramente por el socialismo", obviando que lo había
hecho sólo para que la manguanga se prolongase. Para nada más.

Los militares convocados para tan magna noticia -"interpretación", si
prefieren- se quedaron de piedra. Una vez más, sus enemigos -los de
Chávez- erróneamente interpretaron que eso significaba una "calurosa
adhesión" detodos los militares a la última ocurrencia del personaje.

Que allí el único que "cayó por inocente" fue Hugo Chávez lo constataría
justo un año después, cuando su Reforma Constitucional fue
clamorosamente derrotada aquel inolvidable diciembre del 2007. De allí
en adelante, con un candor singular la sociedad venezolana ha seguido
vacilándose a Chávez y a la pandilla que le acompaña.

Los "inocentes" de hoy abren un año que será no solamente muy agitado,
sino en el que más de una máscara caerá rodando por el piso. Pero lo más
sensacional de este año será la inocentada continua. Veamos.

La primera sucederá muy probablemente el 12 de febrero, cuando el
chavismo vea que el mero recuerdo de la diabólica Lista de Tascón a lo
mejor logra que muchos se inhiban de acudir a votar ese día, e infiera
con mayúscula inocencia que los que no acudieron a votar es porque
masivamente lo harán por Chávez. Peligrosa inocencia que desorientará al
chavismo, y le llevará a garantizar que el mayor número posible de
personas acuda a votar el 7 de octubre. Ese día habrá corroborado su
estupidez. Ese día -quién lo duda- será el de la segunda muerte de Tascón.

Otra inocentada la impondrá la vida -o su inexorable final- cuando
Chávez no pueda acometer lo que tanto alardea: una fatigosa campaña
electoral. ¿Será tan inocente el chavismo "mamandini", para creer que
puede cambiar de barco en la mitad de la tormenta? Para junio de 2012 se
habrá cumplido un año del cáncer aparecido.

Paralizada y perpleja la descoyuntada maquinaria electoral de ese
fantasma que llaman el PSUV, ¿cómo garantizar que los regalos, las becas
y los bonos setransformen en votos contantes y sonantes? ¿Serían tan
inocentes como para creer que "real entregado" es lealtad garantizada?
La gran tarea de este gobiernito, malo como él solo, es la de un moderno
alquimista: transformar billetes en votos.

Del lado de enfrente también hay inocentes. Los que creen que sin real
se puede movilizar a los "buscadores" de voto. Los que imaginan que,
total, si ya esto está gana'o, pa'qué tanto trasiego. Los que reculan
ante una realidad clave: para salir de esto, no hay más remedio que
estar dispuestos a todos los sacrificios que el momento demanda y que
los sirios han probado no son imposibles. Pero hay una inocencia que sí
será vital: la fe que pongamos y la esperanza que no perdamos.

antave38@yahoo.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2088026.asp

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