Carlos Armando Figueredo
Viernes, 2 de diciembre de 2011
Con motivo de la próxima visita a Caracas de los Jefes de Estado
latinoamericanos y del Caribe, el presidente Chávez está imitando al
mariscal y duque ruso. Ha mandado a pintar y embellecer todo lo que está
en el recorrido de los dignos visitantes, así como los alrededores de
los sitios donde se hospedarán y donde se reunirán, por cierto en una
base militar l!!!.
El mariscal y duque Grigori Alexandrovich Potemkim, amante de la zarina
Catalina Segunda de Rusia, era muy ducho en eso de hacerle ver a su
soberana que todo estaba de maravilla en Rusia. Cuenta la historia que
el mariscal, enterado de que Catalina iba a visitar la península de
Crimea, se las ingenió para construir a lo largo de toda la ruta que
recorrería la emperatriz fachadas de casas que no existían, mandó a
pintar cuantas paredes había en el recorrido y creó pueblos
inexistentes. Quería hacerle creer a su soberana y amante que Crimea
estaba llena de pueblos paradisíacos. A fines del siglo XVIII, los rusos
llamaban a cada una de todas esas falsas edificaciones "Pueblo Potemkim"
(en ruso Потёмкинские деревни).
Con motivo de la próxima visita a Caracas de los Jefes de Estado
latinoamericanos y del Caribe, el presidente Chávez está imitando al
mariscal y duque ruso. Ha mandado a pintar y embellecer todo lo que está
en el recorrido de los dignos visitantes, así como los alrededores de
los sitios donde se hospedarán y donde se reunirán. Para la Gran Caracas
ha decretado día feriado del sector público, cerrando las dependencias
del poder central y municipal, ordenando que los centros educativos no
operen. No habrá congestionamiento de tráfico, cosa que asombrará a los
dignatarios que circulen por las únicas vías que se les permitirá ver.
Caracas se convertirá en un Pueblo Potemkin, donde no se verán los
huecos que hay en todas las calles y avenidas que parecen quesos suizos
o superficie lunar, uno tan grandes que hasta se hunde un camión del
aseo urbano, haciendo que explote el gas de la tubería.
¿Habrá quien les cante a los dignatarios de habla hispana: "¡No hay
novedad señora baronesa!, no hay novedad, no hay novedad / Sólo pasó que
anoche le robaron, /las perlas de su collar. /Y que, también, un
terremoto /a la techumbre hizo volar. /Por lo demás, la cosa está
tranquila, /¡No hay novedad!¡No hay novedad!/."? ¿Será que alguien se
atreva a cantarles dentro de una instalación militar, donde por primera
vez en la historia de América se celebra una cumbre de gobiernos civiles?
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