Chávez virtual, Capriles real
Roberto Giusti
Miércoles, 6 de junio de 2012
Chávez ofrece desde la distancia de la tecnología, Capriles hace campaña
cuerpo a cuerpo.
Aunque usted no lo crea, en esta campaña electoral la modernidad y la
tecnología de punta acompañan al viejo candidato presidente, mientras el
método decimonónico del contacto a flor de piel constituye la
herramienta básica de proselitismo esgrimida por el joven aspirante de
la Unidad Democrática. Paradoja que sólo puede explicarse por la muy
peculiar situación política que vive Venezuela, cuya capacidad para
desprenderse de los desarrollos predecibles ya resulta un lugar común.
En principio, por la capacidad de las nuevas generaciones para adaptarse
y manejar con suficiencia la permanente renovación de las herramientas
electrónicas de comunicación, en contraste con el esfuerzo tangible de
la mayoría de quienes han traspasado la barrera de los 40 años a la hora
de marchar con esa transformación continua, uno podría suponer que
Chávez, uno de esos tipos que lee el periódico en físico y aún cree que
los errores de escritura en los PC se resuelven con tippex, las tiene
todas perdidas frente a un Capriles atrincherado en las redes sociales y
dirigiendo su campaña desde un mi- núsculo aparatico sin el cual no
sobreviviría ni un solo minuto.
Pero ocurre exactamente todo lo contrario. En un país donde la
televisión juega un papel crucial y la radio también a la hora de
difundir mensajes electorales, nos encontramos que ese espectro ha sido
tomado, casi totalmente, por el Gobierno bajo el lema de "la hegemonía
comunicacional". Están las redes sociales, pero hasta allí no llegan
todos los sectores y la prensa escrita, donde los medios críticos aún
son mayoría, no resulta suficiente para cubrir toda la población electoral.
A eso se le debe agregar que el Presidente, inhabilitado por su
enfermedad, hasta ahora, para hacer lo que tan bien hace, el contacto
directo con los electores, debe entonces recurrir a la parafernalia
tecnológica comunicacional aun cuando sea un analfabeta funcional en la
materia. Chávez candanga, las cadenas, los jingles, la propaganda
oficial, han convertido al Presidente en un candidato absolutamente
virtual, alejado del "sudor de las masas" por fría barrera de la exacta
y precisa comunicación a distancia.
Capriles, por su parte, impedido como está de promover su mensaje a
través de la totalidad de los medios audiovisuales (las anonadantes
tarifas de la televisión lo restringen) y conociendo las limitaciones de
las redes sociales, se ha enfrascado en una campaña old fashion, cuerpo
a cuerpo, mano a mano, extenuante y agotadora, de la cual no sólo está
recogiendo frutos sino que, además, le sirve como recordatorio
permanente de su compromiso con un país real, de más hueso que carne,
exhausto por no llegar nunca a la tierra prometida que un Presidente
remoto y ajeno le sigue prometiendo en vano.
rgiusti@eluniversal.com
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/3107914.asp
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