Hugo Chávez ¿Progre o sociolisto?
Andrés Simón Moreno Arreche
Jueves, 7 de junio de 2012
Ahora que todo el mundo está enfocado y afocado por los recientes e
impactantes capítulos del remix de la telenovela cubana Historia de las
tres hermanas, (un novelón original de la pluma de Fidel, la dirección
reciente de Raúl Castro y la puesta en escena del mismísimo primer
actor, Hugo Chávez) un seriado que tiene como epicentro dramático la
salud de un Chávez histriónico, telenovélico, llorón y 'come-cámaras',
este es el momento para voltear la mirada y auscultar, más allá del
rating social que produce la melodramática performance de su salud,
quién o 'qué' es este personaje y cómo encasillarle para definirle con
justeza en la nota luctuosa que inevitablemente habrá que escribir
dentro de poco, cuando su cuerpo colapse y las brujerías santeras de
paleros y babalawos (mil veces más efectivas que la medicina cubana) no
sostengan más el precario hálito de vida que lo mantiene aferrado a la
existencia, tanto o más que sus enfermizas ansias de poder.
Sus adláteres mas obsecuentes le han definido como un socialista
progresista, ¡Un 'progre'! Eso también lo afirman sus detractores pero
lo alegan porque como cualquier 'progre', Chávez siempre se sintió en
posesión de la verdad absoluta, y que aquellos que no están en sintonía
con sus barbaridades, entonces a esos (una inmensa mayoría de
venezolanos) Chávez ha definido como enemigos de la revolución, como
'escuálidos' y 'pitiyanquis', y poco hálito de vida le ha faltado para
afirmar, con el caradurismo que le caracteriza... "La révolution c'est moi".
Sostienen sus seguidores que Chávez es 'progre' porque odia al
capitalismo... ¡Pero como adora los petrodólares que les provee 'el
imperio mesmo'! Y se hace la vista gruesa con los narco dólares con los
que sus más allegados colaboradores han engordado saldos bancarios y
haberes alrededor del mundo. Y mientras la danza de los millones le
permite regalar a manos llenas y sin medida a Cuba y otros países
subsumidos en el ALBA, Venezuela literalmente se cae a pedazos, los
servicios públicos colapsan por la desinversión y la pésima gerencia
pública, y él le dice a sus ciudadanos "Ser rico es malo" ¿Y dónde
quedan las joyas que ostenta su madre, una hasta no ha poco humilde ama
de casa de un ignoto y polvoriento villorrio llanero, que calzaba
alpargatas y vendía entre vecinos dulces de lechosa y coco? ¿Cómo
acomodar en esa sentencia sus miles de trajes a la medida, y sus
costosísimos relojes? ¿Cómo justificar la gran vida de príncipes
sauditas de sus hijos, viajando por el mundo a bordo del avión
presidencial y gastando, a más no poder, los dólares que se les niega a
las empresas e industrias para generar trabajo, bienes y empleos?
En lo que sí coincido con la definición de 'progre' para Chávez es que,
como cualquier 'progre' del Primer mundo, lo politiza todo.
Absolutamente todo. Y para hacerlo echa mano a las técnicas goebbelianas
más ácidas: La repetición permanente de latiguillos sin contenido ni
profundidad... La generación de 'enemigos únicos' (El imperio, Busch, el
dólar, Bush, La OEA, Bush... ¿Obama? No, Bush) Y para desarrollar ese
proceso de politización, y tomando en cuenta sus limitadísimos
conocimientos, pidió (a Ceresole y a un tinglado de ideólogos de
cafetín) le armaran un pastiche ideológico intragable. Allí mezcló
impúdicamente a la Tercera Vía de Blair con un supuesto bolivarianismo
que previamente coció al pie de un enigmático y místico
'árbol-de-las-tres-raíces', para luego colocar las figuras de Marx y de
Jesús como exóticas viandas dentro de un condumio que dejó cocer a fuego
lento durante 7 años – 1999/2006 - para servirnos el inextricable
Socialismo del Siglo XXI en el caldero perverso de un neo-populismo.
Como todo 'progre' que se precie y se estime, Chávez nunca tiene la
culpa de nada. Al contrario, él es -¡pobrecito!- víctima de las
enjundiosas elucubraciones de sus enemigos, de los maquiavélicos planes
para acabar con su gobierno y su vida urdidos por 'el imperio mesmo' y
de insospechados (y nunca confirmados ni develados) atentados. Y por
'eso' según la misteriosa teoría chavista, la culpa de que Venezuela
esté al borde de la anarquía y del inminente caos, es 'de otro'. De
aquellos otros. Del 'sabotaje'... Del 'paro golpista-petrolero', aun
cuando todos saben que no fue 'paro' sino huelga amparada por la
Constitución de 1999 ('su' Constitución... la que él llama 'La
Bicha')... Que no fue 'golpista' sino una acción cívica que le hizo
abandonar voluntariamente el poder... Y que no fue 'petrolera' sino de
todo un país que se le levantó para pedirle la renuncia, una renuncia...
'Que se le solicitó al Presidente de la República la cual aceptó', como
lo afirmó por los medios de comunicación social su Ministro de la
Defensa de aquellos entonces, el General , hoy en el servicio
diplomático de Venezuela, viviendo el 'dolce far niente' que le permite
tener a mano la renuncia original y manuscrita de Chávez, en alguna
oscura bóveda de algún banco europeo.
Entonces ¿Cómo encasillar, luego de su inminente fallecimiento, a Chávez
como un 'progre' latinoamericano? ¿Cómo meterle en la difícil y críptica
clasificación de 'líder socialista'? Creo que lo más decente y real será
definirle a él, de la misma manera rimbombante a como él definió a su
presunto 'Socialismo', con un término tan único e inextricable como él
mismo: ¡ Chávez siempre ha sido un socio-listo !
andresmorenoarreche@gmail.com
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2519473.asp
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