Publicado el sábado, 06.09.12
Otro fraude del socialismo del siglo XXI
Pedro Corzo
Un discurso populista y una política de desestabilización sistemática
contra los gobiernos democráticos, hicieron posible que Evo Morales
ganara la presidencia e impusiera en poco tiempo una dictadura
institucional en Bolivia.
El diputado Morales y ex candidato presidencial es un líder cocalero que
supo asociarse a factores nacionales que le asistieron en sus planes de
conducir a Bolivia a la ingobernabilidad, pero lo que le resultó
beneficioso, fue su asociación con Hugo Chávez, que le facilitó recursos
para mantener los agitadores de oficio que condujeron al paísal caos y
la dictadura de los hermanos Castro, que le transfirió información y
conocimiento necesario para lograr sus fines.
Las marchas, contramarchas y la violencia que promovía Morales colocaron
a la nación al borde del abismo. Una fuerte campaña contra los partidos
políticos y las figuras públicas erosionaron el control del ejecutivo,
lo que determinó que el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada renunciara
y que su sucesor, Carlos Mesa, hiciera otro tanto.
Morales no perdió tiempo, aprovechó el vacío de poder y el peligro que
enfrentaba el país de padecer una guerra civil, para presentarse como el
salvador de la nación y ganar las elecciones de diciembre del 2005. Sin
embargo, su promesa de refundar el país debió alertar a los electores,
porque cuando un iluminado considera que hay que partir de cero y
construirlo todo de nuevo, la experiencia ha demostrado que es en
realidad un autócrata que busca imponer su voluntad sobre los derechos
de los otros.
El flamante mandatario apresuradamente se sumó al exclusivo grupo que
promueve el Socialismo del Siglo XXI por medio del despotismo electoral.
Propuso y logró la aprobación de una constitución que permite la
reelección consecutiva por una sola vez; no obstante, ya se proyecta
reformar la cláusula para que se presente en los comicios del 2014, como
es ya tradicional entre los gobernantes que integran la Alianza
Bolivariana de las Américas.
La continuidad en el gobierno, junto a una constante campaña de
descrédito de los partidos políticos, de los liderazgos públicos
emergentes, amenazas y chantajes a las clases productivas y el control e
intimidación de la prensa, le permite a Morales disfrutar de más poder
que ningún otro mandatario electo en la historia del país, a la vez que
cuenta con la posibilidad de perpetuarse legalmente en la presidencia
sin tener que recurrir a un golpe militar.
La unidad y el respeto ciudadano prometido por Morales se transformó en
sectarismo y persecución a los enemigos políticos, en consecuencia el
número de exiliados y presos políticos no tiene precedentes. El derecho
a disentir es reprimido y el sistema judicial es una herramienta a
disposición del mandatario.
Por otra parte, el presidente, al igual que sus pares del ALBA, ha
iniciado una campaña de nacionalismo extremo en la que el enemigo
escogido fue Estados Unidos, a la vez que instrumentó una estrecha
alianza con Venezuela, Cuba e Irán.
Las Fuerzas Armadas han perdido mucho de su independencia. Miembros del
Alto Mando Militar y de la Policía Nacional violaron los artículos 245 y
251, que prohíben a militares y policías realizar actividades políticas,
cuando asistieron al último congreso del Movimiento al Socialismo.
Los militares, cuyos predecesores vencieron a las guerrillas invasoras
que patrocinó el gobierno de Cuba, han usado la consigna castrista de
Patria o Muerte, una afrenta a los soldados que murieron combatiendo a
Ernesto Guevara.
En la apertura del congreso partidario Morales fue sincero y dijo: "Los
antiimperialistas, los anticapitalistas, los antineoliberales hemos
llegado al Palacio no como inquilinos, llegamos para siempre, y eso hay
que debatir ahora en nuestro congreso".
Sin embargo, a pesar del control político y la ausencia de prácticas
democráticas en las instituciones de la nación y la sociedad, Morales no
ha logrado establecer el control que necesita para perpetuarse en el
poder, porque en alguna medida está recogiendo el fruto de las
tempestades que sembró durante los gobiernos que le precedieron.
Las propuestas de Morales están sufriendo un serio desgaste, lo que ha
motivado que en el Partido se hayan producido deserciones, entre ellas
la de uno de sus fundadores, el ex líder minero Filemón Escobar.
Amplios sectores de la sociedad critican los niveles de corrupción, la
presencia del narcotráfico, los abusos de autoridad, el sectarismo, y
hasta numerosas comunidades indígenas manifiestan su rechazo al
gobierno, porque este no ha sido capaz de resolver sus problemas.
Morales el justiciero es otro fraude más del Socialismo del Siglo XXI.
Periodista de Radio Martí.
http://www.elnuevoherald.com/2012/06/09/1223954/pedro-corzo-otro-fraude-del-socialismo.html
No comments:
Post a Comment