Publicado el sábado, 06.02.12
Elecciones Venezuela 2012
Chavismo mueve su maquinaria sin Chávez, Capriles apuesta por el voto a voto
AFP
CARACAS -- En la plaza Sucre de Petare, la mayor barriada de Caracas, el
protagonista es el gran ausente: Hugo Chávez, enfermo de cáncer, sigue
sin asistir a los actos de precampaña a casi cuatro meses de los
comicios, pero sus delfines y adeptos excluyen un candidato alternativo
al presidente.
Mientras, a 40 km de allí, el candidato opositor, Henrique Capriles
Radonski, acaba de finalizar un recorrido "casa por casa" en un
empobrecido sector de la población Catia la Mar.
Desde hace casi cuatro meses, Capriles Radonski recorre el país
escuchando los problemas de los venezolanos, dejándose abrazar y besar
por la muchedumbre que sale a recibirlo y defendiendo que, a diferencia
de Chávez, él está presente.
Pero en la plaza Sucre, donde la voz de Chávez se escucha grabada
cantando el himno nacional, el mandatario es visiblemente la razón de
ser del acto de precampaña que encabeza el vicepresidente, Elías Jaua.
Ante centenares de militantes vestidos con el rojo del oficialismo, Jaua
dicta los lineamientos para los comicios del 7 de octubre y subraya que
"el supremo interés es la victoria de Chávez". Por ello, encomienda a
cada uno de los presentes asegurar el voto de diez personas.
La meta, dice, es lograr diez millones de votos en las elecciones (casi
el 60% del censo electoral) porque Chávez necesita "la "hegemonía
política" para consolidar su revolución socialista en el país.
"Son muchas las cosas que tenemos que defender", que se han logrado
"gracias al empeño de Chávez. ¡Palante Comandante", lanza enérgicamente
Jaua, advirtiendo que una victoria de Capriles Radonski, según él,
candidato de la "derecha", acabaría con los beneficios sociales que el
chavismo ha brindado a los pobres.
Los miembros del gobierno, en el papel de Chávez
Aunque poco dado a arengar al público, el vicepresidente, así como otros
miembros del gobierno, ha asumido en los últimos meses el papel
desempeñado habitualmente por el carismático presidente.
Como Chávez, ex teniente coronel, Jaua utiliza un lenguaje militar. En
el acto, instala el comando local de la campaña Carabobo, el nombre que
el mandatario decidió ponerle en alusión a la batalla decisiva que en
1821 abrió la puerta a la independencia de Venezuela.
Pese a ser señalado como potencial sucesor de Chávez, Jaua ha cerrado
filas entorno al presidente públicamente, así como el resto del gobierno
o entre las filas de su formación, el Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV).
Para sus seguidores, la presencia física del presidente no es indispensable.
"El comandante Chávez somos nosotros, el pueblo. Él está entre
nosotros", afirma a la AFP Alicia Chacón, una ex funcionaria jubilada
que fue formada en Cuba como "luchadora social bolivariana".
"Tengo una conciencia chavista, de patria. Tenemos que trabajar para
lograr los diez millones de votos. Para que el socialismo se adapte a
todas las facetas de la vida", agrega Chacón con fervor.
"Dios nos lo puso aquí y nos lo va a mantener. Es el presidente de los
pobres y no vamos a dejar que el otro se monte (gane)", asegura por su
parte Ransa Río, tras entregar al equipo de campaña una carta de sus dos
hijos en la que piden al presidente "una computadora".
"Yo ya le he escrito varias veces a mi presidente y gracias a él tengo
mi casa de bloque", dice orgullosa Río, entre decenas de mujeres que
también se disponen a entregar sus cartas.
También en Catia la Mar, en el Estado Vargas (norte), Capriles Radonski
acoge personalmente las reclamaciones de sus habitantes que viven en
casuchas muchas veces sin los servicios básicos.
Capriles repudia la mayoría de los sondeos que le dan como perdedor en
los comicios y advierte que la suya es una "candidatura ganadora".
"Nunca he perdido una elección y voy a la más importante que es la
elección entre el pasado y el futuro", promete el actual gobernador de
Miranda (norte), de 39 años.
Rómulo Delgado, un jubilado de Catia la Mar que votó por Chávez en su
primera victoria electoral en 1998, cree que el cambio es posible.
"Vivo en un barrio que siempre ha sido chavista. Hace unos años yo salía
a la calle con mi franela (de oposición) y me llamaban escuálido (como
tilda Chávez a sus detractores) y ahora me vienen a escondidas a decirme
que van a votar por Capriles", afirma este hombre de 68 años.
Pero Naidelis Navarro, una vecina que ha acogido a Capriles en su
recorrido con una fotografía de Chávez, sigue defendiendo a su
candidato. "Le he dicho a Capriles que no caminara tanto, que el único
presidente de este país es Chávez", dice con una sonrisa.
http://www.elnuevoherald.com/2012/06/02/1218638/chavismo-engrasa-su-maquinaria.html
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