Muchos políticos tratan a los empresarios como explotadores
ALEJANDRO J. SUCRE | EL UNIVERSAL
domingo 27 de noviembre de 2011 12:00 AM
Una de las cosas extrañas de nuestro país es que desde hace décadas los
políticos y los funcionarios públicos en lugar de aupar a nuestros
empresarios, los tratan con gran suspicacia y hasta con hostilidad.
Muchos políticos, por el solo hecho de ganar más dinero que el resto de
la población, tratan a los empresarios como explotadores, sin medir la
contrapartida de su contribución al bien común. Y por ganar más dinero
que el resto de la sociedad, los políticos se fajan a elaborar leyes
regulatorias que al final resultan obstáculos para el emprendimiento.
El papel del empresario en la sociedad es indispensable. Para poder
percibir la importancia del empresario para un país podemos comparar el
progreso de los países según si posee o no empresarios. Por ejemplo en
Cuba no habían empresarios internos debido a que el Gobierno los
consideró pecaminosos. En Cuba, los funcionarios públicos monopolizaron
casi todas las tareas de los empresarios. Haciendo una analogía con el
fútbol, en Cuba los funcionarios públicos tomaron el papel de los
empresarios como si un entrenador o un árbitro hubiese reemplazado a los
jugadores por el solo hecho de que ganan más dinero. Arruinan el juego.
Ahora Cu- ba decidió permitir el papel empresarial para aumentar la
productividad.
Siguiendo con la analogía del fútbol, uno no se cansa de maravillarse al
ver que todos los ciudadanos de un país aupaban a sus jugadores y a sus
equipos y cómo son tratados como héroes, incluso por sus líderes
políticos. Los árbitros eran cuidadosos, ya que los aficionados estaban
pendientes que los jugadores pudieran desarrollar todo su brillo sobre
el campo de juego sin trabas. Igualmente, observamos que todos los
políticos de casi todos los países del mundo a excepción de 2 o 3
promocionan a sus ciudadanos para que hagan empresas nuevas y para que
estudien y generen productos. Los políticos buscan que haya más
inversión y progreso en sus geografías. Eso les da más poder y prestigio
como a los entrenadores de equipos al ganar más campeonatos. Igualmente,
podemos observar que en casi todos los países del mundo hay una relación
constructiva entre los ciudadanos, los empresarios y los líderes
políticos. Los políticos animan a invertir a través de leyes y estímulos
de todo tipo, los estudiantes tratan de prepararse bien para conseguir
buenos empleos o para ser emprendedores, los profesores se fajan para
que sus alumnos sean estrellas, los empresarios buscan mejorar sus
equipos de trabajo como lo hace un entrenador de este deporte y buscan
capital a través de las cajas de ahorro para hacer crecer las empresas.
Los funcionarios públicos y la gente pobre en lugar de poner trabas a
las empresas buscan resolver rapidito las trabas burocráticas para que
las empresas crezcan. Y en fin hay un círculo virtuoso entre los
distintos actores de la sociedad para impulsar nuevas empresas y el
crecimiento de las existentes como si fuera aupar a un equipo de fútbol.
Cuando las sociedades modernas caen en crisis es debido a que se les
pasa la mano en estímulos al consumo y no porque el modelo de la libre
empresa no funcione. La libertad empresarial debe ser regulada si no hay
suficientes actores en la economía pero nunca desestimulada.
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