Fondo Chino es deuda
El Fondo Chino es pérdida de soberanía. Hugo Chávez entrega la joya de
la corona al imperio asiático. El Gobierno pidió US$ 20.000 MM para
pagarlos en diez años con el embarque de 200.000 b/d a las refinerías
chinas Es la primera vez que se otorga una garantía prendaria, el
petróleo, por los adelantos de dólares y yuanes
JOSÉ GUERRA
Ha asistido el país perplejo a un endeudamiento masivo de Venezuela con
el gobierno de China. Disfrazado con el pomposo nombre de cooperación
internacional, en realidad se trata de una operación financiera que está
hipotecando las reservas petroleras de la nación y que claramente es ilegal.
Es la primera vez que por un endeudamiento de la República se otorga una
garantía prendaría, en esta caso las reservas de petróleo por los
adelantos de dólares y yuanes que China le está proporcionando a Venezuela.
Este endeudamiento se parece a aquellos que contrataba Antonio Guzmán
Blanco, con los bancos alemanes e ingleses, mediante los cuales a los
acreedores se les aseguraba el pago mediante la enajenación de los
ingresos aduanales. Si el país no pagaba se le embargaba las rentas que
producían las aduanas. Los chinos tendrán su pago seguro debido a que
cuentan con las reservas petroleras como una especie de seguro.
Ese endeudamiento con China se mantenía como un secreto de Estado hasta
que los medios de comunicación social destaparon la olla y la deuda
salió a flote. Lo peor es que estuvo engañando miserablemente al país
entre 2007 y 2009 por cuanto fue en 2010, cuando cogido con las manos en
la masa, tuvo el gobierno que informar a la Asamblea Nacional acerca de
la negociación con China.
Pero no era información lo único que Venezuela exigía. Quería y quiere
que los comprometidos con ese endeudamiento asuman su responsabilidad.
Ya es hora de que quienes han endeudado a este país a mansalva sean
identificados.
IDEAS LOCAS
Es realmente increíble la historia de esta deuda con China. Dijo el
señor Chen Yuan, presidente del Banco de Desarrollo de China (BDC), que
a él se le ocurrió una idea loca para fomentar la cooperación entre
ambos países, a lo cual le replicó el presidente Chávez, según sus
propias palabras, que él tiene aún ideas más locas que el señor Yuan. Y
de esa locura surgió el denominado Fondo Chino. De ideas locas no puede
surgir sino una loquetera. La historia es la siguiente.
Como el ingreso petrolero se ha despilfarrado y el gobierno está pagando
un altísimo costo por una deuda con los bancos que se ha cuadruplicado
entre 1999 y 2011, se le vino a la cabeza al gobierno usar las reservas
petroleras y los despachos petroleros como fianza para la deuda con China.
Ha sido una operación signada por la perversidad debido a que se utiliza
al Banco de Desarrollo Nacional (Bandes) como intermediario con el
objeto de burlar el control parlamentario que exige todo endeudamiento.
El festival de la deuda con China comenzó en diciembre de 2007, cuando
Bandes contrata un préstamo con el BDC por US$ 4.000 millones, en el
momento de alzas sin precedentes de los precios del petróleo.
Se pagaría ese crédito con el despacho de 100.000 barriles diarios de
petróleo durante tres años, valorados a US$ 50 por barril, cuando la
cesta petrolera venezolana se cotizaba a US$ 65 por barril. Pero lo
leonino para Venezuela no termina allí.
En 2009 se solicita de nuevo el auxilio financiero de los chinos, esta
vez por US$ 4.000 millones adicionales, para lo cual se comprometerían
130.000 barriles diarios a un precio de US$ 40 por barril. Esos
préstamos son los denominados Fondo Pesado I y Fondo Pesado II,
respectivamente.
Pero no le bastó a la administración del presidente Chávez, la deuda
contraída. Quería más y cada vez más en un momento en que pasado lo peor
de a la crisis financiera internacional, los precios petroleros
empezaron a recuperarse. Así, en 2010 visualizó el gobierno que los
préstamos anteriores tampoco le eran suficiente y requirió del BDC la
cantidad de US$ 20.000 millones a cancelarse en diez años con el
embarque de 200.000 barriles diarios a las refinerías chinas. En total
se ha comprometido producción de petróleo que no ha sido extraída por
430.000 barriles diarios.
Es muy clara la Constitución de Venezuela al establecer en su artículo
312, que "Las operaciones de crédito público requerirán, para su validez
de una ley especial que las autorice". Pero si la Constitución es clara
y tajante más claro lo es la Ley de Administración Financiera del Sector
Público la cual en su artículo 79 contempla que: "Los entes regidos por
esta ley no podrán celebrar ninguna operación de crédito público sin la
autorización de la Asamblea Nacional, otorgada mediante ley especial".
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