Francisco Roberto García Samaniego
Miércoles, 30 de noviembre de 2011
Los hijos de la revolución, son los miles de niños de la calle, los
miles de desempleados jóvenes por falta de claras políticas públicas
para mejorar el sistema educativo, los niños de la revolución, son ahora
los estudiantes universitarios que al graduarse no consiguen un salario
digno ni siquiera para hacer un mercado completo.
En días pasados (específicamente el día del estudiante) el grotesco
presidente de Venezuela, declaró, en una de sus retrogradas cadenas,
cargadas de mentiras e idioteces y vituperios, que los jóvenes en
Venezuela son hijos de la revolución. Nada más alejado de la realidad.
Sí señor presidente, casi 6 millones de jóvenes Venezolanos hemos sido
los hijos, y hemos vivido, algunos un poco más mayores, los desastres de
la revolución y los desmadres de un país totalmente inviable comandado
por el estiércol que usted, señor presidente, lleva en sus botas.
Los hijos de la revolución, son los miles de niños de la calle, los
miles de desempleados jóvenes por falta de claras políticas públicas
para mejorar el sistema educativo, los niños de la revolución, son ahora
los estudiantes universitarios que al graduarse no consiguen un salario
digno ni siquiera para hacer un mercado completo; los hijos de la
revolución, son los hijos sin viviendas propias, sin seguro social,
asustados y azotados por la delincuencia, tanto propiciada por su
desgobierno, como la criminalidad desatada en los barrios de nuestro ex
- país.
Los hijos de la revolución, han visto estupefactos cómo usted, señor
presidente, regala los dineros de los venezolanos a países comunistas, a
sistemas terroristas y a grupos de guerrilleros; los hijos de la
revolución, son testigos de la crisis económica más grande de nuestra
historia republicana, y son testigos de la destrucción de la democracia
bajo un sistema personal, militar – militarista.
Pero los hijos de la revolución, un 30 % de votantes; sí, señor
presidente, ¡un 30% de votantes!, están artos de sus discursos
desinformativos y de sus discursos que traicionan la historia patria. Y
están casados de ver a los jaladores de charreteras y cobardes que le
acompañan en su burocracia, su ensayo de totalitarismo Estalinista
hiperpresidencialista que la historia mundial ha demostrado
fehacientemente es inútil, genera pobreza, corrupción y mafias.
Los hijos de la revolución son testigos de la estatización y control de
la economía de forma forzada e inconstitucional, del partido único y de
la escasez de productos básicos, de hospitales desasistidos, de
mediocres cubanos, G-2, (y no tengo nada en contra de los cubanos por
ser cubanos) enviados por la dictadura fidelista. Los hijos de la
revolución padecen día a día sus desafueros en las riendas del poder en
todos los sectores de las políticas públicas ineficaces e ineficientes
de su régimen. Somos testigos y seremos sus jueces cuando el momento
histórico lo designe. De eso, señor presidente, no le quepa la menor
duda. Porque miedo, en nosotros no existe, y por eso continuamos
generando civilidad, continuamos creyendo en la justicia, y continuamos
amando el sistema democrático representativo en un Estado de derecho que
usted propicia a toda costa destruir.
A los jóvenes, nos gusta el capitalismo humano que genera estabilidad y
capital social, confianza y progreso, nos gusta vivir bien, disfrutar de
la vida y amar la libertad. No nos gusta su sistema socialista corrupto,
no nos gusta sus burócratas cobardes y tramposos, que a sabiendas de la
corrupción y latrocinio le aplauden y le alagan, que andan como pavos
reales derrochando el dinero robado del pillaje. Pillos que se desviven
por una visa Norteamericana para ir a ver a Mickey Mouse, los he visto
con mis propios ojos, pillos que visten con los ropajes de la moda más
capitalista, y sus hijitos estudian en los más caros colegios católicos
privados, (y tampoco tengo nada en contra de la educación católica de
calidad de muchos colegios privados, y tampoco tengo nada en contra de
viajar a EEUU) van a clínicas privadas y su pueblo, se muere por la
desidia y la cobardía de los pseu líderes que dice tener. Y lo peor del
caso, dicen ser socialistas y dicen leer a Marx, cuando ni idea tienen
del pensamiento marxista en el Capital, una obra netamente economicista,
y mucho menos saben lo que significó políticamente el Manifiesto
Comunista de Marx y Engels 1848, para la futura socialdemocracia y
movimientos sindicales, que desde su desgobierno se promueve acabar.
En definitiva, los hijos de la revolución están muy claros, que de
seguir su sistema de desgobierno totalitario, no podrán ser líderes para
el futuro del país, y saben muy bien de sus tropelías.
Le cito el manifiesto comunista: "La idea central que inspira todo el
Manifiesto, a saber: que el régimen económico de la producción y la
estructuración social que de él se deriva necesariamente en cada época
histórica constituye la base sobre la cual se asienta la historia
política e intelectual de esa época, y que, por tanto, toda la historia
de la sociedad -una vez disuelto el primitivo régimen de comunidad del
suelo- es una historia de luchas de clases, de luchas entre clases
explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono con las
diferentes fases del proceso social, hasta llegar a la fase presente, en
que la clase explotada y oprimida -el proletariado- no puede ya
emanciparse de la clase que la explota y la oprime -de la burguesía- sin
emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la
explotación y las luchas de clases; esta idea cardinal fue fruto
personal y exclusivo de Marx . Y aunque ya no es la primera vez que lo
hago constar, me ha parecido oportuno dejarlo estampado aquí, a la
cabeza del Manifiesto" Londres, 28 junio 1883. F. ENGELS. De la versión
en alemán.
Por lo tanto, su clase política totalitaria, es una clase explotadora
bajo un capitalismo único totalitario de Estado en donde la oposición y
los partidos políticos, en su visión retrograda de la sociedad deben ser
destruidos. Desde este punto de vista, usted, no es nada socialista y
mucho menos sabe de la verdadera izquierda social promotora del
bienestar general. Ni mucho menos cristiano. Además, nada tiene que ver
el marxismo con Mao Tse Tung. Porque su grupo es la burguesía, y su
grupo son los dominantes explotadores del pueblo reprimido desde hace ya
una década. Pueblo al que usted engaña para mantenerse en el poder, por
el poder personal pretoriano.
Ahora bien, si sus hijos de la revolución son los revoltosos asalariados
por usted, dentro de las universidades y dentro de la administración
pública, sépalo bien, es su clase pretoriana, y usted, ni de cerca, se
le parece al padre de la patria. No hable de Bolívar que le queda muy
grande, y que debe estar revolcándose en la tumba cada vez que le
escucha hablar. Es decir, sus hijos (del PSUV) son los apátridas y los
grandes traidores del verdadero pensar de la izquierda progresista. Lo
demás, es puro cuento en su verbo tórrido y demagógico en los comienzos
de su pérdida de poder.
En lo personal, le deseo mucha salud, para ver cómo los hijos de
Venezuela acaban con su totalitarismo y se le juzgue con las
herramientas constitucionales y legales propiciadas en democracia. Y
nosotros los jóvenes Venezolanos estamos convencidos de un país posible,
de un país de todos, de una Venezuela libre del peor sistema de gobierno
en nuestra historia republicana como nación.
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