Lo más tóxico de la asesoría cubana son las leyes socialistas para
esclavizar a Venezuela
MIGUEL SANMARTÍN | EL UNIVERSAL
sábado 26 de noviembre de 2011 12:00 AM
Cuba, que copió de China y Rusia el esquema político-económico (control
total del Estado sobre las instituciones, la población, sus bienes y
actividades), modelo que tropicalizó y con el cual (represión mediante)
una casta privilegiada se ha mantenido en el poder por más de 50 años a
costa de la destrucción y sufrimiento de su país, hoy intenta salir de
ese sistema devastador, improductivo, esclavista y empobrecedor. En eso
está Raúl, el más "joven" de la octogenaria gerontocracia que regenta la
nación-cárcel caribeña.
Esa misma dictadura comunista (diplomada en violación de derechos
humanos) se encontró en su camino al facilitador propicio para exportar
ese modelo de capitalismo de Estado, del cual sobrevive a cambio de lo
que recibe por sus "servicios prestados" a Venezuela y al caudillo
"paganini".
Así es: incapaces de sostener por más tiempo una sociedad parasitaria,
dependiente del Estado, y (el pueblo) hastiado del primitivismo
comunista, los controles, la represión, las penurias y la falta de
horizontes y oportunidades, decidieron desterrar ese sistema
paternalista. Lo hacen progresivamente para aumentar la oferta de bienes
y servicios (ahora el régimen permite iniciativas empresariales
particulares, privatiza tierras y empresas improductivas, recorta la
nómina pública y ya no será el único proveedor y empleador del país).
¡Viva el capitalismo salvaje en Cuba!
Esto es buenísimo para los cubanos. Lo malo es que implanten aquí lo que
desechan allá. Y cobrando "sabroso" por ello. La presencia y mano-peluda
de los cubanos está por todas partes: escuelas, hospitales, centros
deportivos, ministerios, organismos y empresas públicas, registros,
notarías, puertos, aeropuertos, organismos de seguridad y hasta en la
Fuerza Armada.
Su "revolucionaria" injerencia se nota, por ejemplo, en la creación de
los denominados "grupos sociales", en el modo represivo de las
fiscalizaciones, en las trabas para tramitar documentos públicos, en el
espionaje telefónico y el fusilamiento moral de quienes adversan al
régimen. Así amedrentan. Así provocan a la población. Lo más tóxico de
la asesoría cubana son las "leyes socialistas", concebidas para
esclavizar a Venezuela. Las más perjudiciales (lo serán para la gente y
el propio gobierno) son la Ley de Costos y Precios Justos y la Ley de
Arrendamientos Inmobiliarios. Y en camino viene la Ley del Trabajo.
Con estas leyes "revolucionarias" inspiradas en Cuba el régimen pretende
endosar la culpa de su fracaso a industriales y comerciantes. El
resultado será la quiebra de empresas, desempleo y desabastecimiento.
¿Qué pretende? ¿Soliviantar al país? ¿Con qué propósito? ¿Tanto le
asustan las elecciones? Estas son la salida.
http://www.eluniversal.com/opinion/111126/leyes-para-la-destruccion
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