Friday, August 31, 2012

Deuda pública desbocada

Deuda pública desbocada
Pedro A. Palma
Viernes, 31 de agosto de 2012

Otra razón que explica el alto endeudamiento, en este caso el externo,
es la necesidad de alimentar al mercado cambiario del Sitme con títulos
denominados en moneda extranjera, lo que ha llevado a la República y a
Pdvsa a emitir estos papeles en cantidades de consideración. Esto
representa una carga financiera desproporcionada, ya que esos bonos son
vendidos en bolívares a la tasa de cambio oficial.

Durante los últimos cinco años la deuda pública ha experimentado un
crecimiento desproporcionado. Esto se debe a la voracidad financiera del
gobierno, para el que no bastan los abultados ingresos que hoy recibe de
la industria petrolera, sino que necesita de abundantes recursos
extraordinarios para financiar el desenfrenado gasto público. Estos
fondos proceden, además del endeudamiento tanto interno como foráneo,
del financiamiento del BCV a través de la masiva transferencia al
Ejecutivo de buena parte de sus reservas internacionales sin recibir
compensación alguna.

Otra razón que explica el alto endeudamiento, en este caso el externo,
es la necesidad de alimentar al mercado cambiario del Sitme con títulos
denominados en moneda extranjera, lo que ha llevado a la República y a
Pdvsa a emitir estos papeles en cantidades de consideración. Esto
representa una carga financiera desproporcionada, ya que esos bonos son
vendidos en bolívares a la tasa de cambio oficial, produciendo unos
limitados ingresos primarios en moneda local a quienes los emiten, pero
generándoles unas obligaciones en dólares por demás costosas, debido a
los elevados intereses que estos papeles tienen que pagar como producto
de la alta percepción de riesgo que sobre Venezuela existe en los
mercados internacionales. En resumen, el sector público incurre en un
costoso endeudamiento de largo plazo en moneda extranjera a cambio de
unos pocos bolívares, con el fin de venderle dólares baratos y altamente
subsidiados al público.

Sin embargo, después de un período de alto crecimiento de la deuda
externa comprendido entre comienzos de 2009 y el tercer trimestre de
2011, en los meses recientes se ha notado una estabilización de la
misma. Mas no ha sido ese el caso de la deuda interna, la cual se ha
disparado desde fines del año pasado hasta nuestros días. De hecho, en
febrero de este año se modificó el decreto que rige las operaciones del
Fonden con el objeto de autorizarlo a realizar operaciones que
representan endeudamiento, permitiendo esto que tanto ese ente como
otros organismos públicos hayan emitido obligaciones por más de 36
millardos de bolívares desde noviembre de 2011 a esta parte,
constituyendo esto la llamada deuda indirecta. El gobierno central, por
su parte, ha ofertado este año más de 60 millardos, haciendo que hoy la
deuda pública interna supere holgadamente los 200 millardos de bolívares.

Gran parte de esos papeles se le ha vendido a la banca local, teniendo
esto implicaciones de importancia. Muchos de esos títulos pagan unos
intereses muy bajos, que en algunos casos no llegan al 5% anual,
haciendo que su valor estimado de mercado sea muy inferior a su valor
nominal, lo cual, en principio, implica una pérdida para las
instituciones que los adquirieron. Incluso, si esos títulos son
registrados contablemente al 100% de su valor nominal, los bajos
rendimientos que éstos producen implican de hecho una carga financiera
de importancia para la banca, haciendo que los intereses que ésta pueda
pagar por los depósitos que recibe del público sean también muy bajos,
desestimulando el ahorro. Adicionalmente, la vertiginosa acumulación de
obligaciones del sector público en la banca incrementa la dependencia de
estas instituciones financieras del Estado, exponiéndolas a los
irresponsables manejos de las finanzas gubernamentales y de las
políticas públicas a los que ya nos tiene acostumbrados el gobierno.

Si bien la abultada deuda interna se diluirá una vez que se materialice
el inevitable ajuste cambiario que se producirá en poco tiempo, el
dislocado aumento de la deuda pública tendrá consecuencias muy negativas
a largo plazo, ya que los pagos futuros de intereses y capital limitarán
cada vez más la disponibilidad de recursos para inversión productiva y
en capital humano, siendo las generaciones futuras las que pagarán las
consecuencias del irresponsable endeudamiento de este gobierno.

palma.pa1@gmail.com

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/9409163.asp

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