Y es así como Hugo Chávez perderá las elecciones (I)
Carmelo Casale
Lunes, 13 de agosto de 2012
Ni el milagro de una pretendida enfermedad curada ayudará. Solo un
cataclismo –improbable- demoraría el necesario cambio de lo que ya no
puede sostenerse por sí mismo. El Presidente pasa por la desafección
constante, progresiva, creciente e ineluctable de lo que fue su base de
sustentación desde 1992.
"Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da
tres vueltas por tu propia casa"
(Proverbio Chino)
No es un mero deseo.
Es un requerimiento que se impone evolutivamente a medida que nos
acercamos a la fecha de elegir nuestro destino. La aventura
revolucionaria llegó al término de su mandato y no hay nada
(democráticamente hablando) que pueda evitarlo.
Ni el milagro de una pretendida enfermedad curada ayudará. Solo un
cataclismo –improbable- demoraría el necesario cambio de lo que ya no
puede sostenerse por sí mismo. El Presidente pasa por la desafección
constante, progresiva, creciente e ineluctable de lo que fue su base de
sustentación desde 1992: las grandes masas de venezolanos que buscaban
un vengador y –fracasados en su intento- están ahora desencantados con
los resultados finales.
1. LOS NÚMEROS YA NO DAN.
No es sólo que los números de las encuestas confidenciales (las
verdaderas) no le "cuadran" al "candidato oficialista" -eufemismo que
ubica a Chávez como candidato eterno, que jamás dejará de serlo mientras
Dios le de vida- sino que los mismos son claramente adversos (e
inocultables) hasta para los más lerdos y conspicuos de sus seguidores.
Según los resultados ponderados de los últimos procesos electorales
oficiales (las encuestas más recientes lo indican) la unidad gana
holgadamente en la casi totalidad de los Estados y ciudades donde
residen más del 75% de los casi 19 millones de votantes inscritos y
donde también hay suficientes operadores políticos que vigilen el
proceso eleccionario.
Zulia, Táchira, Lara, Carabobo, Miranda, Bolívar, Nuevas Esparta votarán
masivamente por Henrique Capriles. Además, para agrandar la desgracia
del candidato pro comunista, Monagas, Anzoátegui, Trujillo, Mérida y
Caracas (y quizá el depauperado y desasistido Estado Vargas) en una
sorpresa importante a favor de la Unidad.
Aun ganando mayoritariamente en los Estados tradicionalmente chavistas
(Apure, Guárico, Aragua, Falcón, Yaracuy, Sucre, el Delta y los llanos
centrales) jamás alcanzaría los votos que requiere para derrotar al
candidato unitario que resume a todas las oposiciones convertidas en
Gran Oposición hacia él y hacia su oprobioso modelo comunista pro
cubano, totalitario, fascista, autoritario y unipersonal.
2. SUS MENTIRAS SON CONOCIDAS Y YA NO PROSPERAN.
En su obra "El Conocimiento Inútil" (Planeta1988) Jean François Revel
decía que "la primera fuerza que mueve al mundo es la mentira". Y se
refería directamente a los sistemas socialistas y de fuerza como
abanderados de la mentira y el engaño.
Mentir –quien lo duda- genera resultados políticos de corto plazo y
permite, incluso, ganar elecciones cuando no existe un punto de
comparación tangible más allá de la palabra de quien miente. Hugo Chávez
ha mentido a placer desde 1992 hasta ganar las elecciones en 1998 (la
única donde no ha sido puesto en duda su victoria) cuando obtuvo un
56,20% de los votos válidos contra 40% de Henrique Salas Römer y el
Consejo Electoral era transparente y técnico.
Pero no se puede "mentir siempre" impunemente. Tampoco se puede mentir
sobre lo que ya se ha mentido (o sea, reciclar las mentiras) sin poder
demostrar tangible y verazmente que se ha hecho lo que nunca se hizo y
-mucho peor- ni siquiera se intentó hacer.
Inmensas mayorías de venezolanos, incluidos muchos de sus seguidores,
saben con realidades y ejecutorias exactas, quién es Hugo Chávez. Un
mentiroso contumaz e irredento.
Y saben que su gobierno no puede dar más de lo que ha dado en éstos 14
años: poco en materia de progreso social y mucho en imposición, abusos y
ausencia de libertades.
Ponerse a relatar y enumerar las mentiras del régimen es una tarea
ardua, pero describir aquellas propias del "candidato oficialista" es
tal vez un acto de magia negra, de ocultismo y vanidad: hay quienes
piensan que bien podría escribirse la historia de lo que ha sido
Venezuela en estos últimos 20 años a través de la enumeración y
composición concatenada de las mentiras del ahora de nuevo candidato
Chávez, desde que apareció en la escena nacional con su intentona de golpe.
Además de obras insuficientes y un desmadre monumental en casi todos los
ámbitos (habiendo dispuesto del mayor presupuesto jamás habido en la
República) de la vida nacional, lo que "promete que hará" de seguidas es
peor. Lo arengado en las manifestaciones públicas y en su "nuevo"
programa de gobierno contempla más estatización, más militarismo, más
mandonería y abusos; en fin, ¡más comunismo cubano!
Y el pueblo, ese que ahora lo desafecciona, lo sabe honda y claramente.
Ya no es posible mentir.
3. LA CALLE YA NO RESPONDE AL AGITE
Los agitadores de calle (en psicología: "tipos enterados") son los
abanderados a la hora de darle legitimidad masiva al régimen del
presidente Chávez. Mucha gente demuestra poder.
La toma de la calle y sus demostraciones de fuerza y movilización (con
centenas de autobuses trasladando personas, círculos bolivarianos,
colectivos armados, grupos de choque y de movilización proselitista;
grupos tácticos de apoyo policial y especializado, milicias y militares
en funciones de trabajo partidista, además de grupos, personas y
partidos formados al modelo estalinista, castrista y marxista) empiezan
a menguar de forma dramática y lo que antes se conseguía con el
beneplácito de muchos seguidores fieles y captados por el "proceso"
ahora debe pagarse por lograrlo y –aun así- no se logra ungir con olor
de multitudes al "candidato eterno".
Las irreverencias vistas en cadena nacional (que jamás habrían ocurrido
antes) tales como dejar al "eterno" hablando solo, en sus delirios y sus
mil batallas imaginarias contra un imperio semejante a molinos de
viento; lanzarle imprecaciones, groserías y gritos de repudio (y
substancias también), caceroleos sonoros e intempestivos, así como
suspensión de eventos programados por falta de público (a pesar de las
presiones que desde las alturas del Comando Carabobo hacen a los pobres
"chavistas de base") hablan de pronósticos sombríos.
Estos activistas de calle, otrora omnipotentes, simplemente se "hacen
los locos" y desaparecen sin demasiados temores a las consecuencias.
Dejan "el pelero", pues.
4. LOS ACONTECIMIENTOS SE PRECIPITARAN MAS, MUCHO MAS.
Estamos a menos de dos meses del 7 de octubre de 2012, fecha prevista
para las Elecciones Presidenciales más importantes de la historia
venezolana y que definirá y dará forma concreta al siglo 21 y al sistema
de gobierno que tendremos en el largo plazo. Se enfrentan dos modelos y
dos visiones de país. Uno fracasado –el chavismo- y otro que busca una
oportunidad de demostrar su valía: la Democracia del futuro.
Existe una innegable meteorización de los seguidores del Presidente
candidato, cada día más evidente y cuya tendencia debe ir agravándose a
medida que transcurra el tiempo, cosa que contrasta con la cada vez
mayor adhesión, alegría e ilusión que provoca en el pueblo simple y
llano el paso del candidato de la Unidad.
El país siente que merece una oportunidad de futuro sin enfrentamientos
y sin tutelajes. Por eso la Venezuela del progreso, de la unidad de
propósitos y de la Democracia cada vez es más robusta en su adhesión al
candidato Capriles. Y esa tendencia sigue creciendo día tras día.
El pueblo venezolano –tal como lo hizo admirablemente y contra todo
pronóstico aquel 2 de diciembre de 2007, cuando el país se jugaba lo
mismo que ahora pero a nivel constitucional- se definirá
mayoritariamente por uno de dos sistemas de gobierno: Democracia o
Comunismo.
O un sistema comunista inspirado y supervisado por el cubano Fidel
Castro, totalitario y cerrado al mundo, con controles y tarjetas de
racionamiento (que ya conocemos en la electricidad con apagones y fallas
de suministro, el agua, los alimentos, las divisas, los viajes y mil
cosas más) representado por un hombre cansado de su propio fracaso,
controlador, incapaz de concertar las mejores voluntades de sus
gobernados, desfasado y retrógrado en su visión de la vida y
representado –como hemos dicho- por el "candidato eterno" Hugo Chávez
con 14 años en la Presidencia de la República.
O podemos –como ocurrirá previsiblemente- decantarnos por la Democracia
y elegir a Henrique Capriles, una persona probadamente eficaz y
eficiente, con juventud e ideas novedosas que concita a las mejores
voluntades y a las fuerzas del estudio y el trabajo. Una persona joven,
incluyente, trabajadora, no dado a las peroratas y las mentiras como
forma de vida y de gobierno.
Un candidato que ha demostrado su valía reiteradamente como diputado,
alcalde, y gobernador; que ha administrado eficiente y pulcramente un
Estado complicado -no una cantina militar- en momentos duros y complejos
(con el propio gobierno central en su contra, torpedeando su labor) como
lo es el Estado Miranda. Un hombre exitoso que jamás ha tomado el poder
por asalto y que tiene el derecho real de gobernar a su país ante el
desastre creado por el gobierno a sustituir.
Pero sobre todo –y muy especialmente – una persona que no pondrá en
riesgo el Sistema Democrático que tanta sangre, esfuerzo y trabajo ha
costado a los venezolanos y que estamos en grave riesgo de perder en
manos de un chafarote pro cubano
Pareciera, entonces, que el camino está claro.
carmelocasale@gmail.com
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/8819582.asp
por ahora somos colonial cubanos, tanto podemos hacer sin no fuera por los cubanos
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