Friday, August 24, 2012

Contratos: ¿por qué los prohibiste durante todos estos años?

Contratos: ¿por qué los prohibiste durante todos estos años?
Damián Prat
Viernes, 24 de agosto de 2012

Una caricatura que circula por las redes sociales muestra "a quien
ustedes saben" (el Saliente) en un mono deportivo azul corriendo y
gritando: "corten la cadena… corten la cadena…", mientras detrás de él
una manifestación obrera clama por sus contratos colectivos.

El tema de los contratos colectivos no estaba en el guión del
acto-cadena en Caruachi. Se suponía que la cosa era anunciar unos
supuestos recursos para "inversiones" en Sidor, echar unos cuentos
falsos sobre "la nueva fábrica de tubos que estamos construyendo",
aderezarlos con algunos relatos inventados de historia reescrita sobre
que en Venezuela "nunca se fabricaron los tubos para la industria
petrolera sino que se importaban" y firmar unos convenios de aguaje
sobre la tal "Petro San Félix". El resto, además de algunos insultos
para Capriles y alguna cancioncita desafinada, debían ser muchos
aplausos para que el país viera "a los trabajadores" rindiendo pleitesía
"al comandante". Aclamacionismo para tapar el fallo del debilucho mitin
de San Félix.

El asunto es que no se puede engañar a tanta gente todo el tiempo sin
que en algún momento la olla haga ebullición. Allí estaban solamente
militantes oficialistas y algunos simpatizantes. Y aún ellos reclamaron,
desmintieron y protestaron con tono muy alto. Hasta los tres dirigentes
sindicales oficialistas que hablaron pese a aclarar constantemente su
apego al Saliente, dijeron varias verdades. Sus bases sindicales también
les reclaman. Ellos también están bajo presión. La gente está harta de
que los pocos que pueden pararse frente a Chávez se callen. No más
miedo, dicen.

¡Imaginen cómo habría sido la protesta, las verdades dichas en breves
discursos y los desmentidos muy bien sustentados a Chávez si allí
hubieran estado otros trabajadores, en su pluralidad, con entrada libre.
Calculen las verdades, reclamos y denuncias que habrían dicho los
líderes sindicales independientes, democráticos, de la Unidad, de
Ferrominera, Tavsa, Bauxilum, Venalum Alcasa, Sidor, Carbonorca, CVG,
etc. O las duras verdades que habrían brotado de tantas víctimas de
injusticias. Los despedidos de Ferrominera. Los delegados de prevención
amenazados porque denuncian el desastre de inseguridad en las áreas de
trabajo. Los 53 sidoristas que aún tienen juicio abierto aunque ellos
fueron las víctimas de la brutal represión de la policía y la GN del
gobierno "revolucionario" en 2008. Los cooperativistas engañados a
quienes Chávez tercerizó diciendo que eso era "socialismo". Las víctimas
del engaño del proyecto "Juan Camejo", es decir, los habitantes de
Francisca Duarte. ¡Imaginen si hubieran podido hablar los representantes
legítimos de los 15 mil sidoristas accionistas B, víctimas de la más fea
discriminación porque a ellos la "revolución" se niega a pagarles lo que
sí le pagó generosamente a la transnacional.

En fin, de todos modos, lo que el país vio fue "al saliente pasar
trabajo". Y por eso, cuando el reclamo por los contratos colectivos fue
rotundo y claro, estando frente al país, ya muy vapuleado intentó
hacerse el desentendido. "Pues yo no tengo problemas en que se discutan
los contratos colectivos. Establezcan las mesas de discusión". Eso un
triunfo para los trabajadores, pero no por eso, vamos a "pasar la
página" sin establecer verdades.

Si el señor presidente saliente "no tiene problemas" en que se discutan
los contratos colectivos, ¿Por qué es que en TODAS las estatales de
Guayana y en todos los ministerios e institutos autónomos y entes
públicos los contratos están violados, vencidos por años y no se han
podido conformar las mesas de discusión? ¿Por qué el Ministerio del
Trabajo no convoca a ninguna mesa de negociación pese a que los
sindicatos han introducido los proyectos de convenios, como exige la Ley
e incluso han presentado pliegos conciliatorios y conflictivos que
MinTrabajo engaveta y niega?

La verdad, todos la sabemos, es lo que la carta de la ministra María
Cristina Iglesias y la otra carta del vice presidente Elías Jaua (oficio
000391) ordenan a todos los ministros, directores de entes públicos.
"Siguiendo instrucciones del comandante-presidente" (…) ningún
ministerio, instituto, empresa o fundación del Ejecutivo Nacional (…)
puede firmar contratos colectivos". Quien ahora se hace el "inocente" y
dice "no tener problemas", fue quien ordenó la prohibición de discutir
contratos colectivos, violando la Constitución y la Ley del Trabajo. Y
no fue cosa de unos meses. La carta de Jaua, dirigida a Khan, es de
inicios de 2010. Pero ya de antes MinTrabajo no procesaba ninguna
solicitud como no fuera de empresas privadas. Sidor tiene 30 meses, pero
Venalum lleva 5 años. Incanal tiene 14 años y toda la administración
pública suma 9 años.

En ese acto-cadena, el Saliente tuvo que aceptar, obligado, bajo
presión, lo que quiere eliminar. Aunque no es nada difícil suponer que
ahora empezarán las maniobras. Quizás discutir en bloque, encerrados en
Caracas y con cogollos de puras franelas rojas, puede ser una. Como me
dijo tres semanas atrás un dirigente sindical del PSUV (al menos
formalmente sigue allí pero también me dijo: "el voto es secreto y Hay
un Camino"): "Esa gente anda en su comunismo atrasado y quiere
igualarnos a todos por debajo. Todos empobrecidos y dependientes del
gobierno. Nada de que los trabajadores logren ascenso social y mucho
menos que sean independientes. Por eso el plan es desaparecer los
contratos colectivos y reducir a cascarones vacíos a los sindicatos". Su
mirada reflejaba una gran decepción, con mucha tristeza.


depece3@gmail.com

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/7706374.asp

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