Sunday, August 26, 2012

Chávez y la trampa que se avecina

Chávez y la trampa que se avecina
[26-08-2012]
Carlos Alberto Montaner
Escritor, periodista y políticos

(www.miscelaneasdecuba.net).- Parece inevitable que Henrique Capriles
sacará muchos más votos que Hugo Chávez en las elecciones del 7 de
octubre próximo en Venezuela. La última encuesta de Consultores 21, una
empresa extremadamente fiable, arroja un empate real entre ambos candidatos.

Chávez aparece con 45.9 por ciento de los votos y Capriles con 45.8. La
tendencia de Chávez es a declinar. La de Capriles es ascendente. Pero
hay otro dato clave medido por Alfredo Keller, un prestigioso
escudriñador de la opinión pública: entre un 16 y un 20 por ciento de
los encuestados tienen miedo y ocultan o tergiversan sus verdaderas
intenciones de voto. Le temen, naturalmente, al gobierno, no a la oposición.

Como me dijo Eric Ekvall, un notable asesor político que hace años llegó
a Venezuela en el equipo de Joe Napolitano, el mejor estratega de
campañas que se recuerda (el de John F. Kennedy) y allí se quedó: "el
Flaco Capriles se ha convertido en un candidato extraordinario. Donde
llega, arrasa. Tiene el impacto emocional de un rock star. Transmite una
imbatible imagen de juventud, seguridad y decencia. Chávez, en cambio,
está física y políticamente agotado. Después de 14 años de mentiras ya
no le creen nada. El incidente de la hidroeléctrica en el que los
obreros lo callaron con sus gritos ante las cámaras de la televisión es
todo un ejemplo de la verdadera percepción popular".

Tiene sentido. Los venezolanos poseen razones para sentirse
profundamente insatisfechos con la minuciosa incapacidad de Hugo Chávez.
Cuando se les pregunta cuál es el principal problema del país, de forma
casi unánime responden que es "la inseguridad". Durante la presidencia
de Chávez han muerto violentamente muchos más venezolanos (150 000) que
soldados norteamericanos en las guerras (sumadas) de Corea, Vietnam e Irak.

Los asesinatos, secuestros express y extorsiones forman parte de la
aterrorizada vida cotidiana de los venezolanos. ¿Cómo la sociedad puede
sentirse protegida si en las cárceles, un universo cerrado y
supuestamente controlado por el gobierno, las bandas de matones, sin
duda asociadas a la policía, se enfrentan con armas largas y dejan 26
muertos en sólo una batalla? Eso no es un país, sino un matadero.

"El problema –me sigue diciendo Eric Ekvall— es que el gobierno de
Chávez no va a reconocer la victoria de Capriles. Prepara un fraude
monumental basado en la manipulación de las computadoras. Hay dos
millones de votantes virtuales, realmente inexistentes, que pueden
distribuir a su antojo la noche de las elecciones, como ya hicieron en
el referéndum revocatorio del 2004. Esa consulta la perdió Chávez 59 a
41, pero sus técnicos invirtieron los resultados. Las elecciones por
computadoras son el medio ideal para cometer fraude".

Inmediatamente, me entrega un ejemplar del número de noviembre de 2011
de la prestigiosa revista académica norteamericana Statistical Science.
Trae seis impecables y convincentes estudios de matemáticos y físicos de
primer rango universitario que demuestran por qué y cómo, realmente,
Chávez perdió esa consulta (que le costaba el poder), pero alteró los
resultados para continuar mandando contra la voluntad democrática de sus
compatriotas. El fraude se comete en el Registro Electoral. Mientras en
la última década la población ha crecido un 14 por ciento, el Registro
Electoral lo ha hecho un 58. Ahí se cocina la trampa.

La manera política de "vender" el fraude, de acuerdo con la opinión de
este experto en procesos electorales, la inventó el PRI mexicano hace
muchos años. Primero, unos encuestadores contratados para esos fines
innobles presentan ciertos resultados falsos que "demuestran" la
abrumadora preferencia de los votantes por Chávez. Segundo, el aparato
de propaganda del gobierno machaca a la opinión pública con esa
información, mientras una serie de mensajeros de alto rango salen a
comunicar los resultados previstos a todos los centros de poder
internacionales. Tercero, los resultados de los comicios se ajustan a
las previsiones. Ya no hay shock cognitivo que despierte sospechas.
Ocurrió lo que, supuestamente, afirmaban las encuestas.

"¿Hay manera de evitar esa estafa monumental –pregunto?". Ekvall me
responde tajantemente: "sólo si Capriles logra reclutar 200 000
activistas dispuestos a custodiar permanentemente los resultados de las
150 000 máquinas de votar, y si él, sus partidarios y las instituciones
que lo apoyan, están dispuestos a no dejarse robar las elecciones a
ningún precio, cualquiera que sea el sacrificio que haya que realizar.
No estoy seguro de que logre reclutar esa masa de activistas. Capriles
tiene votantes y simpatizantes, no militantes duros y decididos".

Ése es el panorama. Dios coja confesados a los venezolanos.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36886

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