Árbitro vendido, fraude seguro
Jesús Antonio Petit Da Costa
Jueves, 23 de agosto de 2012
Compatriotas: En cualquier juego llamamos "vendido" al árbitro o juez
parcializado, cualquiera sea el motivo de su parcialidad. En el caso de
las elecciones resulta evidente que el árbitro está "vendido", por su
evidente parcialidad a favor de El Tirano, eterno candidato a la
relección. Pero nuestra reacción no debe ser "boto tierrita y no juego
más", sino enfrentar el fraude en la calle. Todo se decidirá en la calle.
Cuando se estableció en Venezuela el voto directo, universal y secreto,
se convino en constituir un árbitro electoral que ofreciese las mayores
garantías a todos los electores y, desde luego, a los partidos de
oposición, ya que el gobierno no necesita ninguna porque, teniendo el
poder, es el que puede practicar el ventajismo y hacer fraude. Con este
fin se acordó que el órgano colegiado pre-existente, llamado Consejo
Supremo Electoral, fuese independiente del Ejecutivo e integrado por
representantes de los partidos más representativos, por ser los más
votados, contando además con la presencia de una minoría de
independientes, que efectivamente lo sean. Así fue como el Consejo
Supremo Electoral cumplió una meritoria labor, reconocida por todos,
bajo la presidencia de personalidades honorables, de conducta
intachable, con autoridad moral y legal para imponerse ante el gobierno.
Llevábamos casi cuarenta años con un órgano electoral imparcial cuando
unos pocos que se decían voceros de la sociedad civil, magnificando las
trampas de los partidos, que las había sin duda, y demostrando
inexperiencia política e ignorancia de la historia nacional, forzaron a
que se cambiara la integración del CSE de modo que únicamente lo
integraran independientes. No sabían que le estaban prestando el mejor
servicio a la tiranía comunista que vendría a continuación. Apenas
ascendió al poder El Tirano se aprovechó de esta ingenuidad de
inexpertos metidos a políticos, estableciendo en la Constitución que el
CSE, cambiado el nombre por Consejo Nacional Electoral (CNE), esté
integrado por cinco miembros, todos independientes. De este modo excluyó
la representación de los partidos de oposición, sin cuya presencia en el
seno del órgano electoral se le facilita el ventajismo y el fraude.
Como El Tirano es tramposo por naturaleza (sólo haciendo trampa se
siente a gusto), ha hecho un hábito el fraude constitucional, o sea,
fingir el cumplimiento de la Constitución haciendo lo contrario de lo
que ella manda. Si ordena que sean independientes los miembros del CNE,
entonces El Tirano desviste a todos los rojos y los presenta desnudos
proclamando que nunca han vestido de rojo. Es más, dice con su caradura
que le tienen aversión al color rojo. Con este embuste ha puesto a
cuatro fichas suyas en el CNE. Son independientes, pero no de él. Son
independientes de todos los demás. Todos sabemos que el CNE es un
fraude constitucional. No está integrado por independientes, como lo
ordena la Constitución, sino por personas que pertenecen o han
pertenecido a uno de los partidos de gobierno y en todo caso están
plenamente identificadas con El Tirano, aspirante a la relección eterna.
Este fraude constitucional vicia todas las elecciones, pasadas y futuras.
Árbol que nace torcido, nunca sus ramas endereza. El pecado original del
CNE se hace fraude constitucional colectivo para todo el sistema
electoral, puesto que, en lugar de despartidizar los organismos
electorales (Const. 294), los hace instrumentos del gobierno. Se
comprueba con la denuncia que han hecho los copeyanos: "Hay 12 sitios
que controla el chavismo: 1) En la directiva, 4 chavistas; 2) En la
Junta Nacional Electoral, los tres chavistas; 3) En el Registro
Electoral, son todos chavistas; 4) En la oficina de identificación que
emite las cédulas son todos chavistas; 5) La plataforma de
comunicaciones la dirige Socorro Hernández, chavista, dos veces ministro
de este gobierno; 6) En la CANTV todos los empleados que tienen que ver
con las comunicaciones del CNE son chavistas; 7) En el Sistema de
Control de los Coordinadores de Centros de Votación todos son chavistas;
8) Los miembros de las Juntas Electorales son chavistas el 66%; 9) Los
miembros de mesas son chavistas en un 66%; 10) El Plan de la República
es dirigido personalmente por el candidato a la relección; 11) El
Sistema de Distribución del Material Electoral, lo maneja el general
Santeliz, hombre de confianza de Chávez; 12) En las Delegaciones
Regionales todos los delegados y sub-delegados son chavistas."
Evidentemente el fraude está servido. ¿Cómo explicar de otro modo todo
este aparato montado? La clave está en cómo vamos a reaccionar cuando el
fraude se consuma. Lo repito: esto se decidirá en la calle.
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