Monday, January 2, 2012

Usted HR, es culpable y responsable de este holocausto

Usted HR, es culpable y responsable de este holocausto
Américo Gollo Chávez
Lunes, 2 de enero de 2012


Con inmenso dolor, presidente HRCHF, le escribo. Dolor porque como
todos los venezolanos, al menos quienes no tiene negocio con la muerte y
los beneficiarios de su alto gobierno, incluido usted, obviamente, los
corruptos de todas las escalas, los traficantes del poder y alguna que
otra droga, su poder judicial, su contraloría, sus diputados, sus
soldados, su PSUV, sus conversos, y otros que con usted negocian,
capitalistisimos, muy mucho, dictadorìsimos muy otros, etc., pues bien,
los que no pertenecemos a ese mundo suyo, viven y vivimos un intenso
dolor. Empiezo por describir el más inmediato, el más cercano de los
crímenes de los cuales usted y su régimen es responsable, es
absolutamente culpable y de consecuencias aterradoras. Dije es a pesar
de la elemental concordancia, porque usted y su régimen son idénticos.
Ayer, en todo Maracaibo en ninguna farmacia había suero, ni el que viene
en formatos de sobres ni Ringer, ni nada. La ausencia de suero es
fatal, tanto mas cuanto ¿qué puede hacer una familia para sustituirlo?
Tampoco obturadores, esos imprescindibles instrumentos para poder
suministrar los medicamentos, alimentos líquidos a quienes no se puede
administrar por otras vías, fuera de las venas. Que decir de otras
medicinas, como las que requieren los diabéticos, enfermos de SIDA,
variedades de cánceres…o, no hay o son insuficientes y a precios muy
superiores a los que se veden en los imperios. Pero, mas, fui al cercano
Trujillo, pensé que su gobernador allá depositado por sus manos, podría
tener en algún lugar. Me dijeron lo mismo. No busque. No hay!

Usted gritará, y en cadena, dirá que los malditos escuálidos,
capitalistas son culpables, que asesinan al pueblo, porque eso es el
capitalismo, un bojote de ricos asesinos; que los laboratorios privados
dieron vacaciones colectivas, no para el descanso de sus trabajadores
sino para perpetrar mejor la degollina sofisticada de los niños. Y un
cura de esos suyos, le dirá, que como ocurrió por mandato de Herodes, y
que Herodes se repite en cada rico. Como todo el Estado y Yo, el jefe
supremo, así reiterará usted siempre, procederemos nacionalizarlas, a
expropiarles y ya en manos del pueblo…todo será felicidad. Y grita a uno
de sus edecanes con cargos de ministros satisfechos de hacer su
voluntad, la suya, aquí en la tierra y usted no duda, como en el cielo.
Con arrogancia usted dice, decidí vivir y gobernar hasta el 31, luego
como si hubiese incurrido en algún lapsus de cortesía o por si acaso,
agrega, con la voluntad de dios y de la Virgen.

Pero, don Hugo, doctor muchas veces según la ausencia de honor de las
universidades que le confieren tal burla, pero con buenas causas, usted
paga bien, yo nunca me había preocupado de usted y cada vez que le
escribo, he advertido que usted es el primer que culpable de este
mollejero, dicen acá, de esta mortandad, de esta inseguridad, de esta
ineficacia, etc.… casi todo lo que se diga de su fracaso cabe, e incluso
eso de mentarle la madre es un acto de cortesía amorosa, porque como
usted ha ordenado, se le puede llamar puta a cualquiera, quizá olvidó
en la sentencia de su especialísimo tribunal incluir llamar también
hijo de hijo de padre, hijo de gay, toca ampliar la sentencia. Pero, a
pesar de ello, usted me da lástima, es usted víctima de su egolatría,
vale decir, de la adoración por deificación de sí mismo, de su ego,
mas que un ser egoísta, pues ni siquiera es soberbio de verdad, pues, el
soberbio alguna posible causa puede tener, su capacidad elevada e
incluso la humildad, la humildad del soberbio es la soberbia avara,
concupiscente, lujuriosa; es cierto que a usted es arrogante,
prepotente, pero eso se lo debe a los dólares del imperio y a los
fusiles. Mas, como le dije, no es usted mi problema. Sino el porqué
parte importante de este pueblo lo idolatra. Quienes negocian con
usted y que usted cree que son sus esclavos, ninguno ni remotamente
cree en usted. Si usted se echara en serio algunos tragos acocainados
con su par de Bolivia, vería, al tercer palo, que cuando mas le darían
un beso. Cuando mas, pero ninguno cree en usted ni en su ideología,
sencillamente porque usted es dólares y es muy pobre, muy mucho de
ideas. Y si ordena a Dios, cuando se muera, según sus disposiciones,
vería cómo todos sus secuaces que le sobrevivan tenían guardadas sus
garras para ver, primero cómo lo creman y, segundo, ver que agarran y
repletos se marcharán, unos al imperio, otros, a los paraísos donde no
llegue el hambre, la inseguridad, la falta de servicios... ninguno a
Cuba, Nicaragua, Bolivia. Menos a Bielorrusia, se les complicaría la
lengua y enredarían las manos.

Pues bien, Don HR, si su cabeza estuviese mejor, tendría que asumir que,
al menos, es importante que la vida de los niños tenga algunas garantías
para sobrevivir. Y eso no es posible sin buena salud, sin buena
educación, sin buen vivir. ¿Quien no, por ejemplo, no le gustaría tener
decenas, centenares de guardaespaldas para que ni los zancudos se
acerquen?. ¿Que papá, mamá no se sentiría feliz de que al menor quejido
de cada niño se tenga leche, pan, carne, buena escuela, medicina,
médicos…? ¿Quien no necesitaría de que, al medio enfermarse, se
busquen los mejores galenos, se lo lleven a la Habana, para que allá
médicos de alto nivel contratados en Europa para ello, lo atiendan y
poder terminar la cura en las piernas de una mulata bella o de un
negrote esbelto, según quien sea el enfermo y para quien el
medicamento?. Pero no, presidente, ese privilegio es solo suyo, a
dedicación a exclusiva, porque en su cabeza, usted es necesario y los
demás, que mueran, los demás que esperen si se aguantan. A usted no le
falta el suero ni la leche. Ni ropa, ni lo que quiere o da su gana, nada
le fala.

Pero, gracias a Dios que pasan cosas. Sabe? Alguien nos dijo, a muy
bajo volumen, los chavistas tienen, tienen de todo, cabillas, cemento,
cobres, dólares, etc. Claro, se refería a los chavistas de su mundo, más
o menos arriba dibujados. Y efectivamente, hay siempre gente buena en
el infierno, como viles en los altos cielos. Conseguimos el suero.
Aleluya, lo único que nos dijeron, por favor no digan quien les regaló
el suero. Los de arriba, lo venden, como todo lo venden.

Usted es culpable y primer responsable de todo esto, de todo lo que
hace, ordena, y sus secuaces cumplen, para usted bueno es. Porque,
vea, como no tiene ética, usted crea sus propios negociados. La verdad
es mía, vocifera usted siempre, los míos son buenos, y lo que hacen
mis esclavos, es perfecto. Si hay que matar, si mentir, si estafar, si
blasfemas, si vejar… al enemigo está muy bien, y, algún cura bien pago
encontrará que eso es moral porque así está en su biblia y en sus
testamentos y el de usted sería el del quinto, por supuesto, no
apócrifo, sino como lo son el de Marcos, Mateo, Lucas y Juan. Casi lo
olvido, su enemigo es todo aquel que dice, no me gusta el discurso del
presidente, pudiera estar equivocado… pudiera no ser dios.

Sabe, presidente, le escribo sin rencor, sin odio, con asco sí, porque
un niño enfermo necesita sueros, medicinas, no a Herodes que al
asesinarlos evita que alguna vez pudieran enfermarse. O crecer y
rebelarse. Y es un asesinato, presidente, un verdadero holocausto que
a los niños los mate el hambre, la falta de sueros, la droga, la
inseguridad, la ausencia de medicinas… eso no tiene otro nombre que el
ya puesto.

Perdone usted estos detalles más. Usted ha hecho de la mentira y del
terror su mejor arma. Con ellas manipula a gente sana y buena, pero que
por circunstancias cree en usted y con ello se deja de creer en cada
quien, en uno mismo. Anote a su favor que no hemos sabido descubrir y
probar su goebeliano oficio. Mentir para engañar. (Alguna vez lo escuché
citar a este súper jerarca del nazismo, Goebel). Pero, dicen los
maracuchos, los de los Jovitos, que dios es mas grande que una mata de
coco; pero sabios agregan, cuidate que por su justicia no te caiga el
coco en la cabeza. Pues bien, creo que fue el Niño Jesús, quien aceptó
que Cristina, su par de Argentina (usted, según su sabio modo de emplear
la gramática, diría su para, como dice elefanta, cebro) la tocara un
cáncer, muy sencillo, en la tiroides. Y sabe, todo el mundo conoció el
informe médico, lo que la doña tiene, lo que se hará…y que mientras se
cumplen los detalles, la presidencia no será ejercida por la bella dama.
Usted en cambio, sin más detalles, hizo lo inverso. Usted entregó a los
venezolanos sus males para que compartan su enfermedad y de alguna
manera, como no queremos morir, recemos todos por su salud, porque ha
creado la monstruosa mentira de que si usted se muere, se muere Dios, se
muere el pueblo. Y con ello, se muere la felicidad del socialismo.

americod@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/7436385.asp

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