Tuesday, January 3, 2012

El bolívar se depreció 62% en cuatro años

El bolívar se depreció 62% en cuatro años
02-Ene 06:07 am|Alejandro Hinds

Ayer se cumplieron 4 años de la llamada reconversión monetaria que no
trajo la estabilidad de precios prometida por el Gobierno. Con un
bolívar fuerte no se compra ningún producto de la cesta básica

El 1º de enero de 2008, cuando se reemplazó la unidad monetaria anterior
por otra con tres ceros menos y el apellido de fuerte, un bolívar era
suficiente para pagar el pasaje de ida y vuelta al colegio o al trabajo.

No importaba la opción que se escogiera para trasladarse, porque el
pasaje de autobús valía lo mismo que el ticket del Metro de Caracas.

Ayer se cumplieron 4 años de la llamada reconversión monetaria, y 1
bolívar ya no alcanza para eso. El precio del transporte superficial es
3 bolívares, de manera que se requieren 6 bolívares (500% más) para ir y
regresar. El viaje en el sistema subterráneo cuesta 1,5 bolívares, por
lo que hacen falta 3 bolívares (200% más) para trasladarse.

El índice nacional de precios al consumidor aumentó 161% entre enero de
2008 y noviembre de 2011, según el Banco Central de Venezuela. La
inflación acumulada en la categoría de transporte es 184%. Ambas cifras
contradicen el argumento de la estabilidad de precios utilizado hace 4
años por el entonces ministro de Finanzas, Rodrigo Cabeza, para
justificar la reconversión.

José Guerra, director de la Escuela de Economía de la Universidad
Central de Venezuela, asegura que la inflación ha provocado que el
bolívar que entró en circulación en enero de 2008 equivalga a 38
céntimos en la actualidad. Eso quiere decir que el valor de la moneda se
ha depreciado 62% durante los últimos 4 años.

"Lo que ha sucedido es lo mismo que ocurrió con las reconversiones
aplicadas en otros países de América Latina en las últimas décadas del
siglo pasado: al no estar acompañadas con una política
anti-inflacionaria efectiva perdieron rápidamente su capacidad de
generar efectos positivos", dice Luis Zambrano, economista y profesor
universitario.

Zambrano advierte que, como el bolívar fuerte ha perdido gran parte de
su valor por la alta inflación, pronto volverán a presentarse las
condiciones que justificaron la reconversión monetaria en 2008.

"No hay otro resultado posible mientras no se cuente con una estrategia
acertada para frenar el alza de los precios".

Alimentos más caros. La pérdida de valor del bolívar fuerte es más
evidente cuando se trata de productos básicos como alimentos y bebidas,
a los cuales los venezolanos destinan casi la mitad de sus ingresos. La
inflación acumulada en esta categoría desde enero de 2008 suma 199%,
según el Banco Central de Venezuela.

Un bolívar fuerte, que cuando comenzó a circular alcanzaba para comprar
una decena de rubros de la cesta básica, ya no alcanza para ninguno.

Un huevo de gallina, que en enero de 2008 se conseguía al valor regulado
de 0,28 bolívares, ahora ­sin las ataduras del control de precios, del
cual fue excluido en abril de 2008­ se vende hasta en 3 bolívares, 971% más.

También registran alzas significativas los granos que fueron liberados
de la regulación gubernamental en junio de 2009: arvejas, caraotas y
lentejas, cuyos paquetes de 500 gramos costaban entre 0,72 y 0,96
bolívares en enero de 2008. Actualmente las primeras valen hasta 664%
más, las segundas hasta 785% más y las terceras hasta 793% más.

En los alimentos de la cesta básica que costaban un bolívar o menos
cuando se implementó la reconversión monetaria, pero cuyos precios
siguen controlados por el Gobierno, los incrementos registrados desde
enero de 2008 hasta la fecha son menos elevados.

El paquete de 900 gramos de azúcar subió 354% en el período, el envase
de 250 centímetros cúbicos de aceite vegetal aumentó 153%, el paquete de
500 gramos de pasta se encareció 150% y la lata de 170 gramos de sardina
subió 146%.

Limpieza costosa. Los artículos de cuidado personal y los productos de
limpieza del hogar se encuentran entre los que más se han encarecido
desde que comenzó a circular el bolívar fuerte. La inflación acumulada
es 239% en los primeros y 220% en los segundos, según el BCV.

Por eso no resulta extraño que estos productos hayan sido el primer
objetivo del Gobierno al aplicar la Ley de Costos y Precios Justos,
promulgada en julio por el presidente Hugo Chávez gracias a los poderes
especiales para legislar que le otorgó el Parlamento.

El 22 de noviembre quedaron congelados los precios de champú, cera para
piso, cloro, crema dental, desodorante, detergente, enjuague bucal,
jabón (de tocador y de panela), lavaplatos, limpiador desinfectante,
máquinas de afeitar, papel higiénico, suavizantes para ropa y toallas
sanitarias.

La mayoría estaba controlada desde 2003, pero la regulación no se
cumplía. Las empresas productoras y comercializadoras de estos rubros
tuvieron hasta el 30 de diciembre para registrarse en la
Superintendencia de Costos y Precios Justos, que fijará los montos
máximos de venta al público el 15 de enero.

Las acciones del organismo se enfocarán luego hacia los medicamentos,
que acumulan una inflación de 99% desde enero de 2008. El aumento de
precios en la categoría salud ­que también incluye consultas médicas,
exámenes y servicios de hospitalización­ es casi igual al global: 157%.

No hay sencillo. Otro argumento utilizado por los voceros
gubernamentales para justificar la reconversión monetaria era el de
facilitar las transacciones y, especialmente, garantizar que las
personas recibieran el vuelto cuando hicieran compras en
establecimientos comerciales.

Las monedas de 1, 5, 10 y 12,5 céntimos, sin embargo, no circulan en la
cantidad suficiente para garantizar el cumplimiento de tal objetivo, por
lo que las personas padecen el redondeo.

Es casi imposible obtener vuelto al comprar un kilogramo de azúcar, cuyo
precio está regulado en 4,89 bolívares.

"Este problema se genera justamente por la inflación. Cuando el dinero
se deprecia a una velocidad más o menos alta, la moneda en metálico
tiende a desaparecer porque el valor intrínseco del material en que está
hecha supera al que tiene como medio de pago", explica Zambrano.

En esas circunstancias, agrega, el costo de emitir el dinero metálico
­que es más alto que el de los billetes­ se hace cada vez más difícil de
sostener y empieza a escasear. "No se da el vuelto completo porque no
existe el volumen de monedas suficientes en circulación".

Zambrano dice que la falta de dinero metálico, que es más resistente y
duradero, hace que los billetes ­elaborados en papel­ se deterioren más.

Sobre todo los de más baja denominación, que en el caso venezolano son
los de 2, 5 y 10 bolívares.

http://www.el-nacional.com/noticia/16205/18/El-bolivar-se-deprecio-62-por-ciento--en-cuatro-a%C3%B1os.html

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