Milos Alcalay
Martes, 4 de octubre de 2011
Importante, porque finalmente la Cancillería Venezolana fija una
posición publica, y ello era necesario para evitar los efectos que
podrían debilitar hacia el futuro, la reivindicación territorial y
marítima venezolana
Los Cancilleres Maduro de Venezuela y Rodrigues de Guyana se reunieron
en Trinidad para suscribir una declaración conjunta sobre el tema del
diferendo sobre el Esequibo. Se trata de un paso importante pero no
suficiente.
Importante, porque finalmente la Cancillería Venezolana fija una
posición publica, y ello era necesario para evitar los efectos que
podrían debilitar hacia el futuro, la reivindicación territorial y
marítima venezolana, sin acordar lo que le corresponde a nuestro país a
través de negociaciones.
Importante, porque de manera expresa, ambas partes reconocen que existe
un diferendo y que es necesario encontrar los mecanismos de solución
pacificaestablecidos en el Acuerdo de Ginebra de 1966. A pesar de que no
es algo nuevo, es importante, porque Guyana había afirmado ante la
Comisión de la ONU, que no había diferendo pendiente.
Importante porque después del prolongado silencio ante la decisión de
Guyana de dirigirse a la Comisión de Plataforma Continental de la ONU,
la Cancillería Venezolana se pronuncio, pero lo hizo utilizando
argumentos "revolucionarios" preocupantes, no solo por desconocer el
comunicado de Guyana enviado por intermedio de nuestra Embajada el 13 de
Mayo del 2009, sino porque criticaba duramente la posición que Venezuela
asumió en defensa del Esequibo en el pasado.
En efecto, al condenar "las viejas actitudes guerreristas y amenazantes
de la burguesía venezolana cuyo único objetivo era hostigar a gobiernos
progresistas de esa hermana Republica, conforme a los designios de los
centros de poder imperiales" y resaltar que se trataba de acciones de
una "burguesía sometida a los mandatos de Washington", no solo se basaba
en afirmaciones falsas, sino que ponía en peligro los argumentos que se
esgrimieron en el pasado y que forman parte del patrimonio
histórico-jurídico en el que se fundamento durante décadas la justa
defensa de la posición venezolana en el diferendo.
La Declaración Conjunta de Trinidad es importante porque reconoce los
alcances del Acuerdo de Ginebra, y porque no repite las
descalificaciones hechas en ese comunicado en relación a lo actuado
durante la "Cuarta Republica".
Pero no es suficiente, porque al afirmar que "Guyana reconoce el derecho
del Gobierno de Venezuela en dar a conocer sus puntos de vista ante la
Comisión", "reconoce" un derecho que tiene nuestro Estado como país
ribereño de conformidad a lo establecido en el parrafo 2 (a) del Anexo I
del Reglamento de la Comisión, y no porque Guyana lo autorice. Queda
pendiente que la Cancillería envíe una nota a la Comisión; que realice
consultas con instituciones del país ante la nueva dinámica aprobada en
Trinidad, y que acelere los mecanismos del Buen Oficiante con un activo
facilitador venezolano.
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