Friday, August 26, 2011

Compañero del tirano

Compañero del tirano
Trino Márquez
Viernes, 26 de agosto de 2011

La traída de las reservas en oro a Venezuela muestra ese lado que
identifica al caudillo criollo con su "compañero", el autócrata
africano. Ordena repatriar el metal porque el imperialismo puede
expropiarlas (tal como él sí hace con los activos de los venezolanos).


En Libia, uno de los ejércitos mejor dotados de esa zona tan conflictiva
y militarizada, fue derrotado por un grupo de insurgentes semidesnudos y
mal equipados, pero afianzados en la inquebrantable decisión de no
seguir aceptando que los gobernara un megalómano rodeado de un grupo
gansteril. La Jamahiriya, añagaza con la que Muammar Gadafi embaucó al
pueblo durante 42 años, se hizo añicos. La Revolución Verde fue una
fachada utilizada para cubrir todas las fechorías y extravagancias del Coro

Frente a su derrumbe, la Liga Árabe -plataforma política
natural de la satrapía- se ha mantenido distante. Ninguna declaración
condenando la legitimidad del Consejo Nacional de Transición y la
arremetida final de los rebeldes y la OTAN, producto de la firme
determinación de Sarkozy. Hasta los hermanos Castro, aparte de sus
cansonas y genéricas denuncias del imperialismo, han guardado discreto
silencio. Todo el mundo estaba hastiado de los desmanes del excéntrico
Gadafi y su entorno de cleptómanos y asesinos. Todos, menos el teniente
coronel Hugo Chávez y sus acólitos, incluido el comentarista de asuntos
internacionales que todas las noches se desvive en loas a su jefe y en
injurias a quienes lo adversan por Venezolana de Televisión. Es el mismo
personaje que cada vez que George Bush aplicaba cualquier sanción o
represalia contra terroristas por alguna agresión a los Estados Unidos,
entraba en crisis histéricas. Ese señor no se ha conmovido ante el
saqueo y los miles de crímenes cometidos en el país del Magreb por el
clan Gadafi a lo largo de cuatro décadas.

¿Por qué Chávez se solidariza con Gaddafi, habla del genocidio
contra el pueblo libio y dice que "solo reconocemos al gobierno del
compañero Gadafi? ¿En qué puede ser "compañero" el caído dictador, que
nunca convocó a una elección trasparente, que le impuso a Libia un
régimen de hierro, aislado del planeta, y que manejó a su antojo su
nación, de un Presidente electo por el voto popular dentro en una
democracia que proclama una forma de gobierno plural y alternativa? En
principio debería tratarse de dos figuras antitéticas, que basan su
legitimidad en orígenes opuestos. Uno: la fuerza, el pillaje, el abuso.
El otro: las votaciones, los controles institucionales, la rendición de
cuentas.

¿Por qué Chávez se ve a sí mismo como "compañero" de un ser
abominable al que todos los demócratas del planeta desprecian, y que
deberá terminar en el Tribunal Internacional de la Haya? Porque Gadafi
es su alter ego. El déspota que él no pudo ser porque la intentona
golpista del 4-F fracasó, entre otras razones, porque no tuvo el coraje
de cumplir con los objetivos que los conjurados le habían encomendado.
El desprecio por la democracia y la diversidad, y la nostalgia por la
fuerza bruta, le brotan a cada rato. Pocas semanas atrás le confesaba a
José Vicente Rangel que lamentaba ese fracaso. ¡Qué fastidio tener que
convocar comicios y enfrentar una oposición vibrante! Tan bueno que
sería mantener al país sometido a su yugo. Actuar como Gadafi y los
hermanos Castro quienes nunca se han molestado en organizar elecciones
libres, ni polemizar con partidos políticos opositores, ni convivir con
medios de comunicación independientes, ni conducir la vida nacional
dentro de esa atmósfera tormentosa que es la convivencia democrática.

Chávez también es "compañero" de Gadafi en su paranoia y en su
necesidad de concentrar y controlar todo el poder. Los delirios
persecutorios del déspota africano no le impidieron realizar jugosos
negocios con el "imperialismo" europeo. Italia y Berlusconi fueron de
los más favorecidos. Su error estuvo en que su fortuna personal,
obtenida con las corrupción, y a la que Chávez llama tramposamente
"reservas internacionales", las depositó en bancos europeos, en vez de
invertirlas en hospitales, salud, escuelas, universidades, autopistas,
carreteras, electricidad, y en todas las áreas que habrían aliviado la
dura vida de los libios. Esta gente paupérrima estuvo dirigida por unos
cretinos enriquecidos de forma obscena con el petróleo, y dilapidaron la
riqueza los recursos nacionales en fiestas, clubes de fútbol, mansiones
en el exterior, yates, aviones. En todo, menos en darle al pueblo lo que
necesitaba.

La traída de las reservas en oro a Venezuela muestra ese lado
que identifica al caudillo criollo con su "compañero", el autócrata
africano. Ordena repatriar el metal porque el imperialismo puede
expropiarlas (tal como él sí hace con los activos de los venezolanos).
Inventa mentiras estrafalarias para justificar sus antojos (lo más
seguro es que el oro corra la misma suerte que los recursos dólares en
el FONDEN y en el BCV: que se evaporen; ya veremos danzando millones en
la campaña de 2012).

Chávez se declara "compañero" de un sujeto que martirizó y
expolió al pueblo libio. ¿Le esperará el mismo futuro?

trino.marquez@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/7178344.asp

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