Producción de hortalizas en riesgo ante regulación de precios
Escasez de insumos y restricciones en fertilizantes merman los rendimientos
ANGIE CONTRERAS C. | ENVIADA ESPECIAL/EL UNIVERSAL
lunes 29 de agosto de 2011 12:00 AM
La Grita. La agricultura es la principal actividad de La Grita, ciudad
del Municipio Jáuregui del estado Táchira, donde viven unos de 5.600
pequeños y medianos agricultores que cultivan 49 tipos de hortalizas,
productos que abastecen a los principales mercados del país.
Sin embargo, la sustentabilidad de esta actividad podría verse afectada
si se concreta la intención del Ejecutivo de regular el precio de las
hortalizas, medida que se aplicaría a través de la Superintendencia de
Costos y Precios Justos, que en teoría comenzará a funcionar el próximo
mes de octubre.
Los productores de esta región tachirense aseguran que si se regulan los
precios de estos rubros agrícolas no podrán seguir manteniendo sus
cultivos, pues con los precios actuales apenas les alcanza para poder
producir.
Manuel Castro, productor del sector La Quebrada de San José, sostiene
que para el Ejecutivo será "imposible" regular los precios, y asegura
que si el Gobierno les fija valores por debajo de lo que les cuesta
producir dejarán de sembrar.
"Eso no lo van a poder aplicar porque las hortalizas funcionan con la
oferta y la demanda. Es el mismo caso de las guías de movilización del
SADA que querían regular el contrabando y más bien lo legalizaron. Es
muy difícil eso de regular los precios. Además si los regulan quién nos
va a comprar si no pueden vender más caro".
Eristo Duque, quien tiene más de 20 años cultivando hortalizas en la
zona del Páramo de La Grita, dijo no estar de acuerdo con una regulación
de los precios porque "producimos menos, vendemos menos, los costos son
más altos y ahora debemos vender más barato".
Freddy Rosales, agricultor y feriero de la zona, explicó que los precios
a nivel de productor son bajos y que entre el agricultor y el consumidor
sólo existe un intermediario que es quien se encarga de llevar el
producto hasta las ciudades a precios más económicos que en los
supermercados y las redes de comercialización del Estado.
Estima que el Ejecutivo en lugar de regular los precios debe dar
incentivos para que se recuperen las áreas de siembra.
Oferta y demanda
Recientemente el ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo,
señaló que la agricultura no podía dejarse al libre mercado de la oferta
y la demanda. Sin embargo, son los rendimientos de producción los que
marcan los precios de estos rubros, y se comercializan de acuerdo con
ese concepto de mercado: mientras más producción se abaratan los precios
y cuando hay bajos volúmenes los precios suben.
Uno de los elementos que incide en los precios al consumidor son los
costos de producción, los cuales han subido este año por tres factores
fundamentales: devaluación, escasez de agroquímicos y fertilizantes y la
incidencia del clima.
Las lluvias que se registraron entre febrero y mayo de este año
afectaron 70% de los cultivos del municipio Jáuregui y sus alrededores,
según estiman los productores, y mermaron los rendimientos de la
producción principalmente en lo que se refiere a papas, zanahorias y
hortalizas de ramas (lechuga, repollo, coliflor, brócoli, ajo porro,
apio españa, cebollín, entre otros); efectos que se han evidenciado en
los precios de estos productos en el mercado.
La insuficiencia en insumos como semillas, fertilizantes y agroquímicos
impidió que los agricultores se recuperaran de los cultivos afectados
por las lluvias, originando una reducción entre 30 y 50% en las áreas de
siembra, según reportan los productores de La Grita.
"Como no conseguimos el producto para proteger las matas del agua, el
frío y la plaga, tuvimos que dejar perder la media hectárea de papa que
habíamos sembrado, y otro poquito de brócolis tuvimos que dejarlo ahí
que se perdiera, porque sin eso no podíamos hacer nada", explicó Nelson
Bello, productor de La Grita
Por su parte, Carlos Montiva, productor de tomate, relató que perdió los
semilleros por las lluvias, y toda la producción por falta de productos
químicos. "Si hubiese podido fumigar se hubiese salvado algo".
Del timbo al tambo
Con la expropiación de Agroisleña y la creación de Agropatria, el
Ejecutivo buscaba beneficiar a los productores ofreciendo insumos a
precios bajos. Sin embargo el resultado ha sido todo lo contrario.
Los agricultores denuncian que en Agropatria no consiguen todos los
insumos que requieren para la producción, por lo que deben trasladarse a
otros municipios para conseguirlos. Esta tarea adicional tiene un costo,
no sólo en horas hombre dedicadas a la búsqueda, sino un incremento de
hasta 150% en los precios de los agroquímicos en las casas comerciales.
En vista de que en la tienda socialista no están disponibles todos los
productos, los agricultores deben acudir a tiendas de Bailadores y de El
Cobre para adquirirlos, sin embargo, por no ser de esas localidades
muchas veces no les venden.
Gabriel Lobo, productor de la localidad de San José, señaló que de cada
cinco productos que busca consigue uno. "Para comprar los productos se
pierde un día buscándolos. En Agroisleña se compraba todo lo necesario,
ahora de 120 sacos de abono que uno necesita para producir 300 sacos de
papa, en Agropatria solo le venden 5. ¿Qué hace uno con eso?".
Lobo cultiva cinco rubros: papa, zanahoria, coliflor, apio españa y
pimentón, y asegura que su producción ha disminuido 50% este año por la
escasez de insumos y semillas.
"Estábamos parados porque no teníamos semillas, sólo habíamos sembrado
fresas. Ahora que conseguimos un poquito estamos sembrando algo de
zanahoria. Para comprar en Agropatria tuve que sacar un permiso de la
junta comunal porque sino no me venden y apenas me vendieron tres kilos
que no alcanza ni para la semana", dijo Nelson Bello.
Señala que para comprar en Agropatria debe hacer cola desde las dos de
la mañana y abren a las ocho. Reconoce que cuando hay productos en las
agrotiendas del Estado los precios son más baratos.
El financiamiento fue otro de los efectos negativos que trajo la
expropiación de Agroisleña. Alirio Pérez fue uno de los que se vio
afectado con dicha medida, pues asegura que sin la ayuda económica no
pudo sembrar las mismas cantidades.
"En Agropatria hay que comprar de contado, y a veces no tenemos el
dinero al momento porque lo tenemos invertidos, en cambio Agroisleña nos
dejaba pagar en 90 o 120 días cuando vendíamos la cosecha".
Los agricultores de La Grita estiman que si no se normaliza la
distribución de agroquímicos y fertilizantes cada vez habrá menos
producción y los precios seguirán en alza.
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