Monday, October 17, 2011

Cirujano: "Chávez no confía en nadie en Venezuela, solo en los cubanos"

Cirujano: "Chávez no confía en nadie en Venezuela, solo en los cubanos"

Última actualización Monday, 17 October 2011 02:59

Con Hugo Chávez en camino a La Habana para continuar su tratamiento de
cáncer, la revista mexicana Milenio Semanal publicó este domingo un
revelador testimonio de su ex médico de cabecera, quien lanzó un
dramático pronóstico sobre el mandatario venezolano: su expectativa de
vida es de apenas dos años.

Hugo Chávez es recibido en La Habana por el gobernante cubano Raúl
Castro, el domingo en la noche,

La extensa entrevista con el doctor Salvador Navarrete, prominente
cirujano venezolano con fuertes lazos con el oficialismo y la propia
familia presidencial, saltó de inmediato a los principales medios
internacionales. Entre sus afirmaciones está el criterio de que Chávez
padece de un sarcoma, un tumor muy agresivo que ha condicionado el
intenso tratamiento de quimoterapia, así como la hasta ahora desconocida
condición bipolar del mandatario.

Por la diversidad de información sobre el entorno presidencial
venezolano y la intervención del personal cubano en los cuidados médicos
de Chávez, CaféFuerte reproduce íntegramente la entrevista con el doctor
Navarrete.

HUGO CHAVEZ. EXPECTATIVA DE VIDA: DOS AÑOS

El mandatario pasó de problemas de triglicéridos y colesterol hace 20
años a una bipolaridad en tratamiento desde hace una década, y de ahí al
agresivo tumor en la pelvis que exige quimioterapia y es de muy mal
pronóstico.

El cáncer que padece el presidente Hugo Chávez ha conmocionado a
Venezuela y a los aliados del mandatario. El médico que integró un
equipo de galenos venezolanos en el Palacio de Miraflores para cuidar la
salud del Presidente, antes de que éste confiara su vida sólo a médicos
cubanos, aceptó conversar sobre el tema con M Semanal. El cirujano
Salvador Navarrete Aulestia traza en esta entrevista el perfil del
paciente Hugo Rafael Chávez Frías, y su diagnóstico no es bueno: el
Presidente sufre de un agresivo tumor maligno de origen muscular alojado
en la pelvis. La expectativa de vida en esos casos puede ser de hasta
dos años.

Entre firmes secretos, varios presidentes latinoamericanos han padecido
en los últimos años un deterioro en su salud durante el ejercicio del
poder: Fidel Castro heredó su sillón presidencial a su hermano Raúl en
Cuba cuando estuvo al borde de la muerte en 2006; Néstor Kirchner
enfermó siendo presidente y murió el año pasado, y su viuda Cristina
muestra cuadros depresivos al frente de Argentina; el presidente
paraguayo, Fernando Lugo, tiene cáncer; el uruguayo Pepe Mujica, de 76
años, ha dicho que sufre de estrés; el presidente Mauricio Funes no
oculta su gran afición por el tabaco, mientras que la presidenta
brasileña Dilma Rousseff se recupera de un cáncer linfático; Vicente Fox
fue operado de la columna en pleno mandato y el ex presidente peruano
Alejandro Toledo padece alcoholismo.

Haber cuidado la salud del presidente no es el único mérito del cirujano
Salvador Navarrete, especialista en laparoscopía formado en Venezuela,
Francia, Estados Unidos y Cuba. Ha publicado una treintena de trabajos y
videos científicos, y obtenido una serie de galardones; entre ellos el
premio Sociedad Venezolana de Cirugía, el premio Cipriano Jiménez Macías
y el premio Ricardo Baquero González, en diversas ediciones del Congreso
Venezolano de Cirugía. Este es su testimonio.

VFG: ¿Cuál es el perfil de Hugo Chávez Frías como paciente de un médico
de la Presidencia?

SN: El presidente Chávez es un hombre que ha sido tratado en el pasado
por una enfermedad de tipo maníaco-depresiva conocida por sus biógrafos
y por los médicos que lo hemos atendido. Este padecimiento ha sido
manejado antes por un grupo de siquiatras, encabezados por el médico
Edmundo Chirinos, quien ha sido condenado en 2010 a 20 años de cárcel
por el asesinato de una paciente en 2008. Ese tratamiento médico
mantiene al Presidente compensado en sus manifestaciones de estados
mentales inestables que pasan de la euforia a la tristeza, estados en
los que la personalidad se disocia y llega a tener episodios de pérdida
de contacto con la realidad. Es una enfermedad muy frecuente en el mundo
de hoy, calificada como trastorno bipolar. El presidente Chávez oscila
entre estos polos, con más tendencia a la euforia, a la hiperactividad y
a la manía.

VFG: ¿Cuándo fue su primer encuentro con el presidente Chávez como paciente?

SN: Yo lo tuve como paciente en el Palacio de Miraflores en marzo de
2002, en vísperas del golpe de Estado en su contra, porque él estaba muy
angustiado. El ministro de la Secretaría de la Presidencia, Rafael
Vargas, quien vivía en la residencia presidencial, nos pidió crear un
reducido círculo de médicos venezolanos de confianza para tratar los
padecimientos del Presidente, sometido a una intensa presión y desgaste
físico.

VFG: ¿Cómo era el trabajo de ese equipo médico con la misión de atender
a un Presidente en la mayor crisis política venezolana de la última década?

SN: Fue una experiencia muy intensa. Nos hizo miembros del personal de
la mayor confianza adscritos al Palacio de Miraflores. Éramos tres
médicos venezolanos, un cardiólogo, un gastroenterólogo y este servidor
como cirujano del equipo. De los tres yo era el único con militancia
política, como miembro de la Dirección Nacional Ampliada del Movimiento
Quinta República (MVR), fundado por el presidente Chávez, como parte de
la Dirección de Formación Ideológica, que fue un gran partido hasta su
conversión en 2007 como núcleo del Partido Socialista Unificado de
Venezuela (PSUV).

La desconfianza

VFG: ¿Cuál fue la experiencia de ese grupo de médicos venezolanos ante
un paciente en el poder bajo acoso permanente?

SN: Nosotros tres fuimos a evaluar al Presidente en varias
oportunidades. En aquella ocasión, hace menos de 10 años, había que
hacerle una endoscopia superior e inferior (introducción de una cámara
por la boca y por el ano). Por esa razón llegamos todos para protegerlo,
para que ese padecimiento no evolucionara, pero él no se dejó examinar.
Hoy en día, que se ha descubierto el cáncer que padece, el Presidente
dice en público que se arrepiente de su soberbia ante las
recomendaciones médicas.

VFG: ¿Se trata entonces de un paciente renuente y escéptico?

SN: El Presidente es muy desconfiado, muy, muy desconfiado. Él pensaba
que no se iba a enfermar nunca. En una de esas ocasiones, él y yo
tuvimos una discusión importante, cuando le reclamé la falta de
responsabilidad política por no dejarse atender de sus males y por no
dejarnos hacer nuestro trabajo médico de preservar su salud.

VFG: ¿Hubo consecuencias?

SN: El Presidente nunca se enemistó conmigo. Ese episodio quedó allí, en
el vacío, y se diluyó aún más con las posteriores tribulaciones del
golpe de Estado. Desde entonces descubrí muchas cosas en el entorno del
poder y abandoné la militancia política, pasé a los "cuarteles de
invierno" como asesor el gobierno en el área de Salud; pero no me retiré
completamente. Dos años después, el entonces ministro de Salud,
Francisco Armada, me nombró su representante ministerial en la dirección
del Hospital Universitario de Caracas, cargo que mantuve hasta julio de
este año cuando, felizmente, después de haber renunciado dos veces, la
ministra actual, que fue alumna mía, Eugenia Sader, aceptó mi retiró de
un cargo que ocupé desde 2005 hasta julio de 2011, con una carta muy
bonita de agradecimiento. Era un cargo público honorario muy interesante
que me mantuvo activo en la dirección hospitalaria, no obstante que
pasaron tres ministros ex militares no muy transparentes. Ahora me
dedico plenamente a la actividad médica y académica.

Historia Clínica Presidencial

VFG: ¿Qué tipo de persona resultó ser el Presidente en las
auscultaciones médicas que se dejó hacer en aquella ocasión?

SN: Es un hombre muy, muy limpio, es notable que incluso se hace cuidar
las uñas de las manos y los pies, eso es una cosa que llama muchísimo la
atención en él, un militar. El Presidente tiene muy buena presencia y un
magnetismo muy particular. Es un hombre que cuida muchísimo su aspecto
personal, que siempre está arreglado, que no huele mal, pulcro, que se
preocupa por estar físicamente en forma. Es un hombre de poder
interesante, poco dado a la lectura sistemática, lee fragmentos que
trata de atar en su imaginario ideológico, que puede oscilar de un bando
a otro.

VFG: ¿Cuál fue la adicción más notable registrada en su expediente?

SN: Es un hombre que toma mucho café, muchísimo, consume un incontable
número de tazas de café al día. Fuma en situaciones de tensión o por
placer, en privado, nunca en público. Trabaja hasta altas horas de la
noche todos los días, es noctámbulo, y hace que sus ministros trabajen a
su mismo ritmo. Se levanta a las seis y media o siete de la mañana, con
un promedio de sueño de unas tres o cuatro horas diarias, no más de eso,
y duerme muy poco. Es un hombre fuerte, aunque ahora esté deforme por
los efectos de la quimioterapia.

VFG: ¿Qué registros tiene la historia previa de la hoja clínica
presidencial?

SN: No tiene operaciones ni antecedentes de cirugía. Tiene un
antecedente de trastorno metabólico, llamada dislipidemia, es decir,
colesterol y triglicéridos altos. Para aquel momento no se lo estaba
tratando, manifestaba tendencia a la tensión arterial alta; pero no era
hipertenso, apenas con unos cinco o seis kilos de más, con unos 82
kilos, no como ahora. Es hombre alto y fuerte, con 1.79, 1.80 de estatura.

VFG: ¿Cómo saltó ese paciente una década después a un cuadro clínico de
un cáncer?

SN: El Presidente decidió cambiar de rumbo radicalmente meses después
del golpe de Estado en su contra. Abandonó a todos los médicos
venezolanos y se puso absolutamente en manos de los médicos cubanos.
Hace un mes nos reunimos con gente muy cercana al Presidente y les dije
lo mismo que le dije a él una vez en Miraflores, cuando fue mi paciente:
que no hay conciencia del impacto político nacional del tema de la salud
de Presidente. La respuesta de estas personas de su entorno fue la
misma: que a él no se le puede decir nada sobre su salud, que no le hace
caso a nadie, mucho menos a los venezolanos.

VFG: Hay mucha especulación sobre el tipo de cáncer que aqueja al
Presidente, ni él mismo ni nadie lo ha dicho.

SN: Voy a ofrecer la información que tengo sobre esa base que usted me
propone. El presidente Chávez tiene un tumor de la pelvis que se llama
sarcoma. Esos son tumores retroperitonales, del suelo de la pelvis.
Desde el punto de vista embriológico pueden ser de tres tipos: del
mesodermo, del ectodermo o del endodermo. La información que yo tengo de
la familia es que él tiene un sarcoma, un tumor muy agresivo de muy mal
pronóstico y estoy casi seguro que esa es la realidad. Por eso le están
aplicando una quimioterapia tan agresiva, porque si fuera un cáncer de
próstata, le pones hormonas y ya, ni te das cuenta que está tomando
tratamiento.

VFG: ¿Está descartado entonces un tumor de próstata?

SN: No es un tumor de próstata. Es un tumor que está muy cerca de la
próstata y que probablemente invadiendo su vejiga. O es un tumor que se
origina en la vejiga y que está invadiendo la pelvis. En todo caso, es
un tumor que se origina en la parte de abajo de la pelvis, que es
considerada la región anatómica que está dentro de las caderas. Atrás de
esa región están los músculos psoas ilíacos, que es el músculo que,
insertándose en la columna lumbar, levanta el fémur hacia arriba. Es el
músculo que permite levantar la rodilla estando sentado. Por eso
pensamos que el tumor es de naturaleza muscular, que está alojado y
originado allí; lo digo porque, antes de ser sometido a la intervención
quirúrgica para extraer el tumor maligno del tamaño de una pelota de
beisbol, el Presidente resintió un problema en la rodilla: un dolor
referido. Por eso estamos casi seguros de que se trata de ese tipo de
cáncer. Esa es un información que por el natural interés público la
hemos ido integrando, construyendo poco a poco. Soy el cirujano de la
familia y me reuní con otro de sus médicos (de la familia), compartimos
la información disponible y coincidimos plenamente en este diagnóstico
que estoy haciendo.

VFG: La pregunta inevitable que todo el mundo se hace es: ¿cuál es el
rango de la expectativa de vida con el cuadro similar al del presidente
Chávez?

SN: Nosotros pensamos que el pronóstico del presidente Chávez no es
bueno. Y cuando digo que el pronóstico no es bueno significa que la
expectativa de vida puede ser de hasta dos años. Esto explica la
decisión de adelantar las elecciones.

Enfermedades del poder

VFG: ¿Un presidente enfermo es el resultado de dos décadas de estrés,
desde el golpe de Estado que dio en 1992 hasta los 12 años que lleva en
el poder?

SN: Los hombres en el poder son individuos que se creen poseídos por una
fuerza sobrenatural. Para aspirar a la Presidencia de un país debes
tener una condición emocional diferente a la mayoría de la gente, porque
debes tener mucha ambición y mucho fuelle para poder quitarte tanta
gente del camino y poder llegar a la toma del poder y preservarlo. Eso
configura un estado psíquico y emocional muy particular. Tener los
cojones para aspirar a dirigir un país de 50 millones de habitantes, o
30 o 20 millones, requiere de algo más que voluntad.

VFG: ¿Usted conoce a la familia del Presidente porque los ha operado
como cirujano, hay una tendencia común a ciertas enfermedades?

SN: Ellos tienden a tener enfermedades vasculares por parte de los
Chávez, de la rama paterna. Él sufrió un accidente cerebrovascular. Y
por parte de la madre, de los Frías, tienen la tendencia a tener
tumores. Operé a su madre de un tumor benigno del cuello en 1999, junto
con otro colega médico de la familia que aún frecuento. Y ahora es una
mujer muy sana y muy fuerte. Pero el presidente Chávez era un hombre
sano cuando lo examiné en el marco que llevó al golpe de Estado de 2002.
Sólo padecía un problema con elevado colesterol y elevados
triglicéridos, y un problema mental de conducta bipolar bajo
tratamiento. Esa enfermedad alguien de la familia la debe tener, una
antecesor, porque definitivamente el presidente Chávez la tiene, pero no
sabemos de quién la heredó.

VFG: ¿Son cubanos también los médicos de la familia del Presidente?

SN: No, los médicos de la familia somos nosotros.

VFG: ¿Y por qué los cubanos y no los venezolanos ocupan ese lugar, se
volvió desconfiado el Presidente?

SN: Absolutamente, el presidente Chávez no confía en nadie ahorita.

VFG: ¿En nadie?

SN: En nadie. En Venezuela el presidente Chávez no confía en nadie, sólo
en los cubanos. De hecho, en el Hospital Militar hay actualmente un piso
preparado por si le pasa algo al Presidente y todo el personal es
absolutamente cubano. Ni siquiera los camilleros son venezolanos.

VFG: ¿Eso explica la versión imprecisa publicada por el Miami Herald
sobre la hospitalización del presidente Chávez hace un par de semanas?

SN: Con certeza puedo decir que entre el domingo 25 y el lunes 26 de
septiembre lo dializaron porque el riñón no estaba filtrando bien los
medicamentos y él estaba sufriendo. El lunes, colegas médicos tuvieron
que sacar una máquina de diálisis del Hospital Militar de Caracas hacia
el Palacio de Miraflores.

VFG: Fue en su habitación del Palacio de Miraflores donde usted lo
auscultó alguna vez. ¿Cómo es esa intimidad del Presidente de Venezuela?

SN: Es una habitación muy sencilla y ordenada, como es él. Con una
biblioteca muy pequeña, con las lecturas que elige para el momento, todo
muy pulcro; debo insistir en que es una persona muy meticulosa y limpia,
ordenada, austera, así es él.

VFG: ¿Cuál es el escenario con Chávez enfermo en 2012?

SN: Ese escenario tiene dos opciones: uno con Chávez candidato y otro
sin él. El Presidente puede morir y los militares tendrán que tomar el
poder por un tiempo; o, si su enfermedad le impide ir como candidato, el
oficialismo perdería las elecciones. Si llega en condiciones de salud
aceptables para una campaña electoral, según información reciente, tiene
más de 55 por ciento de aceptación en popularidad, pero como candidato
Chávez registra 35 puntos, un candidato independiente que aún no tiene
nombre recibiría el mismo 35 por ciento y el candidato opositor sólo 22
puntos. Esas son las consecuencias de la enfermedad del Presidente.

Salvador Navarrete, médico cirujano

Médico cirujano, especialista en cirugía bariátrica y metabólica,
egresado de la Facultad de Medicina, Escuela Luis Razetti, Universidad
Central de Venezuela, en 1981. Posgrado realizado en el Hospital
Universitario de Caracas, donde obtuvo el título de Especialista en
Cirugía General.

Realizó su entrenamiento en Francia, Estados Unidos y Cuba,
especializándose en cirugía laporoscópica. Asimismo, fue visitante
asistente de la Unidad de Laparoscopia dirigida por el prestigioso
doctor Moisés Jacobs en el Baptist Hospital de Miami.

Como especialista en cirugía de la obesidad, cuenta con una extensa
participación como panelista y expositor en congresos y jornadas médicas
realizadas en Venezuela, así como en Japón, Brasil, España, Estados
Unidos y Perú, entre otros países.

El doctor Navarrete tiene más de una treintena de trabajos publicados y
videos científicos, los cuales le han valido una serie de
reconocimientos, entre ellos los siguientes: Premio Sociedad Venezolana
de Cirugía, Premio Cipriano Jiménez Macías y Premio Ricardo Baquero
González, entregados en diversas ediciones del Congreso Venezolano de
Cirugía.

Ha sido jefe del Equipo Quirúrgico del Hospital Universitario de
Caracas; jefe de Residentes del Servicio de Cirugía II y actualmente es
jefe de la Unidad de Cirugía Endoscópica del Hospital Universitario de
Caracas.

Su actividad como docente en la Escuela Luis Razetti de la Facultad de
Medicina de la Universidad Central de Venezuela ha sido extensa,
incluyendo Coordinador General del Posgrado de Cirugía General y
Coordinador del Internado de Pregrado de Cirugía General de la Cátedra
de Clínica y Terapéutica Quirúrgica B del Hospital Universitario de Caracas.

Actualmente es coordinador del Posgrado de Cirugía General del Hospital
Universitario de Caracas y jefe de la Cátedra de Clínica y Terapéutica
Quirúrgica B.

El doctor Navarrete comparte su actividad profesional entre el Hospital
Universitario de Caracas, la Clínica El Avila y la Clínica Santa Sofía.
Pertenece a numerosas sociedades científicas: fundador de la Sección de
Cirugía Endoscópica y de la Sección de Cirugía Bariátrica integradas a
la Sociedad Venezolana de Cirugía, así como fundador de la Sociedad
Venezolana de Cirugía Bariátrica y Metabólica.

Es miembro de la Asociación Latinoamericana de Cirugía Endoscópica, The
Society of Laparoendoscopic Surgens y de la Sociedad Española de Cirugía
Laparoscópica, entre otras.

Cortesía: Milenio Semanal

http://cafefuerte.com/2011/10/17/cirujano-chavez-no-confia-en-nadie-solo-en-los-cubanos/

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