dignidad
Gustavo Coronel
Domingo, 16 de octubre de 2011
"La actuación del general Alliegro, durante el "Caracazo", se ajusta a
la ley. Prescribió, de 1989 a 2011, han transcurrido 22 años. Tribunales
del país así lo reconocieron. Tenemos los ojos puestos en ese juicio.
Deben tenerlo todos los venezolanos, militares o no. Juicio que será
espejo del pasado y del presente"
En febrero de este año publicamos en nuestro blog un artículo llamado
"El caso de Italo del Valle Alliegro: la justicia como instrumento de
venganza"
(http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2011/02/el-caso-de-italo-del-valle-alliegro-la.html
). Allí decíamos que, mientras el régimen condecoraba a los autores
del golpe gorilesco que lideró Hugo Chávez en Febrero de 1992, golpe
colapsado por la mediocridad y cobardía exhibidas por su líder, se
adelantaba un juicio contra el general Italo del Valle Alliegro por los
sucesos del "caracazo", ya legalmente prescritos. En efecto, según lo
dice el ex-ministro de Chávez , Luis Alfonso Dávila en artículo escrito
el 14-10-2011, ("El Hombre de Atrás",
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/5060774.asp ), "La
actuación del general Alliegro, durante el "Caracazo", se ajusta a la
ley. Prescribió, de 1989 a 2011, han transcurrido 22 años. Tribunales
del país así lo reconocieron. Tenemos los ojos puestos en ese juicio.
Deben tenerlo todos los venezolanos, militares o no. Juicio que será
espejo del pasado y del presente".
Igual opinión absolutoria y elogiosa de la conducta del General Alliegro
durante esos eventos la expresó en su momento quien fuera la mano
derecha de Chávez por largos años, José Vicente Rangel, quien dijo el 20
de marzo de 2000 que "la actuación de las Fuerzas Armadas durante el
"caracazo" había sido muy positiva….. La conducta de Alliegro fue
decisiva….rescató la credibilidad de las fuerzas armadas" .
Al dictaminar la responsabilidad del estado venezolano en los hechos del
"caracazo" la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA,
CIDH, dejó en claro que los eventos de esa fecha no fueron el producto
deliberado de ilícitos sino atribuibles a la falta de preparación del
estado venezolano para enfrentar estas situaciones de emergencia de
manera apropiada.
Más aún, en información publicada en "El Nacional" el 11 de Noviembre de
2000, por Edgar López, la Señora Liliana Ortega, Directora Ejecutiva del
Comité de Víctimas de los Sucesos del 27-02-1989, declaró que el
Representante de Venezuela ante la OEA, Raúl Arrieta, había solicitado
que se consideraran los hechos ocurridos durante el "caracazo" como
producto de un estado de emergencia; que alegaba que la mayoría de los
fallecidos eran delincuentes, saqueadores y francotiradores; que el
estado venezolano había actuado a derecho y que las denuncias de
desapariciones, asesinatos y lesiones eran especulaciones de los
peticionarios. Agregaba Arrieta en su argumentación que no existían
pruebas de que las muertes fueran ocasionadas por la acción punitiva de
los agentes del estado.
En declaraciones de esa misma época Raúl Arrieta dijo que el
Vicepresidente Rangel, el mismo que elogió al General Alliegro
inmediatamente después del "caracazo", lo había instruído para que
resolviera este asunto sin mayores problemas.
Pero el régimen de Chávez dió un vuelco de 180 grados en 2009 y 2010.
Sin embargo, en Julio de 2010 el TSJ, controlado politicamente por Hugo
Chávez, en un inexplicable vuelco de 180 grados, anuló la sentencia de
prescripción de la causa que había sido decidida previamente por la Sala
9 de la Corte de Apelaciones, para permitir el enjuiciamiento del
General Alliegro. Esta decisión complementó el pedido de prisión para el
ex-presidente Carlos Andrés Pérez hecho por el régimen de Chávez en
2009. Es evidente que ambas decisiones tenían una motivación política.
Carlos Andrés Pérez era odiado por Chávez. En Febrero de 1992 Chávez
había tratado de asesinar a CAP y a miembros de su familia. CAP lo
derrotó y lo metió en prisión. Al pedir su extradición e imponer un
juicio contra el Ministro de la Defensa de su gobierno, Chávez trataba
de vengarse de su odiado enemigo.
Un vuelco tan significativo en la posición del estado venezolano sobre
el "caracazo" no puede tener otra explicación que el deseo de venganza
de Chávez contra CAP, quien aún después de fallecido lo sigue derrotando
en el sentimiento popular, como se pudo comprobar en ocasión de la
repatriación de sus restos.
Chávez descarga su rencor contra el general Alliegro.
Muerto CAP Chávez piensa ensañarse con el general Alliegro. Por ello ha
ordenado su enjuiciamiento. El general Alliegro ha podido irse del país
y nadie que conozca la farsa que es el sistema judicial venezolano se lo
hubiera reprochado. Un sistema judicial donde Luisa Estella Morales
preside el Tribunal Supremo de Justicia, donde Luisa Ortega Diaz es
Fiscal General de la República y Carlos Escarrá es Procurador General de
la República tiene que ser de la peor calaña, no puede merecer
credibilidad alguna. La decisión de Alliegro de permanecer en su país y
enfrentar a sus acusadores es digna de admiración.
La tesis del estado es insostenible.
La tesis que pretenderá imponer Hugo Chávez es que hubo una intención
premeditada de actuar de manera desproporcionada y agresiva contra el
pueblo. Olvida el régimen que el presidente electo, CAP, tenía unos tres
escasos meses en el poder y que el General Alliegro no fué un Ministro
seleccionado por CAP sino el Ministro de la anterior presidencia,
ratificado por CAP y con apenas ocho meses en el ministerio. Allí no
podía haber existido una intención premeditada. El instrumento utilizado
fue un Plan que existía desde la década de 1960, el Plan Avila, por
cierto, intentado por Chávez en Abril 2002, después que sus
francotiradores asesinaran a venezolanos inocentes.
En los días del "caracazo" el Plan Avila fue aprobado en Consejo de
Ministros y se le dió la orden al Ministro de la Defensa para que
procediera a su implantación. Esta orden se cumplió y la ejecución del
Plan, como bien lo saben los militares de verdad, fue llevada a cabo de
manera descentralizada, con cada comandante de fuerza seleccionando a su
personal. De allí que no sea posible responsabilizar al General Alliegro
de manera genérica, sino llevar a cabo la investigación recomendada por
la CIDH, la cual no se hizo.
Este será , realmente, un juicio contra Chávez.
Este no es un juicio de Venezuela contra el general Alliegro. Este es un
juicio personal de Chávez basado en el rencor contra quienes lo
derrotaron en su aventura golpista. Así lo ve el país. Por ello, el
juicio a Alliegro se convertirá en un juicio a Chávez. Allí sabremos de
las conexiones del extremismo venezolano con los Cubanos, de la
conspiración traidora de Chávez con Castro.
Alliegro saldrá fortalecido de esta prueba.
La figura de Alliegro saldrá tan fortalecida de esta prueba como lo fue
después del "caracazo", cuando el país lo consideró un ministro digno y
respetuoso de las leyes. El General Alliegro recibe actualmente
numerosos mensajes de adhesión. Con Alliegro, en contra del odio y la
barbarie, estamos los millones de venezolanos quenes amamos la justicia
y la libertad.
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