Thursday, August 25, 2011

Kadafi apoyó a la izquierda radical en América Latina, que hoy le defiende

Publicado el jueves, 08.25.11

Kadafi apoyó a la izquierda radical en América Latina, que hoy le defiende
Nina Negrón
/AFP

CARACAS -- El presidente Hugo Chávez lleva la voz cantante en la defensa
del acosado líder libio Muammar el Kadafi, quien mantuvo estrechos
vínculos con la izquierda radical de América Latina desde su llegada al
poder en 1969.

Tras la entrada de los rebeldes a Trípoli el fin de semana pasado,
Chávez ha reiterado a diario su apoyo público a Kadafi, a quien
considera su amigo y con quien ha tejido una estrecha relación en la
última década.

El miércoles, denunció el "asalto y saqueo" de la embajada de Venezuela
en Trípoli y aseveró que "el drama de Libia no termina ni aún con el
gobierno de Kadafi, comienza nada más".

"Están demoliendo un país delante del mundo. Cumplimos con nuestro deber
moral y político de denunciarlo desde el primer día", dijo.

Pero Chávez, un militar en retiro, es quizás el político latinoamericano
que más tardíamente se vinculó con Kadafi.

"En los años 70 muchos líderes revolucionarios vinieron aquí (a Libia).
Yo no pude porque estaba en el Ejército. Cuando el Libro Verde comenzó a
llegar a Venezuela, ya nosotros andábamos siguiendo el ejemplo de
Kadafi", dijo Chávez en un discurso en Trípoli en 2009, cuando acudió a
la celebración de los 40 años de la revolución libia.

"Yo siempre le dije a muchos compañeros del Ejército: Si Kadafi y
aquellos jóvenes militares libres lo hicieron, ¿por qué nosotros no
podremos hacerlo?", señaló en aquella ocasión Chávez.

El impacto de Kadafi en los movimientos insurgentes de América Latina
estuvo asociado a la reivindicación de los países del Tercer Mundo, como
alternativa de izquierda frente a la Unión Soviética, explicó David
Paravisini, quien fue diplomático venezolano en Libia.

"Kadafi surge en un momento de renovación. Se venía no solo de la
derrota de los movimientos guerrilleros en América del Sur (la guerrilla
de origen comunista en Venezuela y el Che Guevara en Bolivia), sino de
un cuestionamiento mundial a los partidos comunistas, especialmente de
Europa occidental, que eran poderosos pero no accedían al poder",
explicó Paravisini.

"En ese contexto, Kadafi comenzó a captar gente a la que llevaba a Libia
para formarla ideológicamente. Pero el único apoyo sólido de Libia en la
región fue al gobierno sandinista, tras el triunfo de la revolución en
1979", refirió.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, es el otro gobernante
latinoamericano que ha respaldado a Kadafi de cara a la rebelión
interna, las sanciones y la intervención de la Organización del Tratado
del Atlántico Norte (OTAN).

La revolución en Nicaragua provocó "la solidaridad de muchos gobiernos
no sólo del campo socialista, como Cuba, sino también de países árabes
como Libia", dijo el general retirado Hugo Torres, actual diputado de la
disidencia sandinista.

Según Torres, Kadafi brindó más de $300 millones en cooperación a la
revolución (1979-90). El ex vicecanciller del primer gobierno sandinista
Víctor Tinoco afirma por su parte que fueron $100 millones en créditos,
más intereses acumulados que finalmente fueron condonados en el 2010.

Cuando Violeta Chamorro ganó la presidencia de Nicaragua en 1990 fueron
cortadas las relaciones diplomáticas con Libia, hasta que Ortega regresó
al poder en el 2007 y las reanudó.

En Centroamérica, también la guerrilla salvadoreña Frente Farabundo
Martí para la Liberación Nacional (FMLN) tuvo contactos y un cierto
apoyo de parte de Kadafi en los años 80. Sin embargo, el actual gobierno
del presidente Mauricio Funes, apoyado por el FMLN, ha guardado silencio
sobre la situación en Libia.

Juan Ramón Medrano, ex comandante del FMLN, dijo que en los 80 "hubo
varios viajes y reuniones de la gente de la comandancia. Sé que hubo
apoyos, alguna comunicación y lo más seguro algún dinero y algunas armas".

"Pero en términos generales fue muy débil la incidencia de Libia en
movimientos revolucionarios de América Latina, los referentes fuertes
fueron para unos la ex Unión Soviética y para otros Cuba, y líderes como
el Che Guevara y otros revolucionarios estrictamente latinoamericanos",
añadió.

La otra relación cercana ocurrió con la Cuba de Fidel Castro, quien
visitó Libia en marzo de 1977, septiembre de 1978 y mayo del 2001. Sin
embargo, Kadafi nunca ha estado en La Habana.

Libia fue, en todo caso, campo de entrenamiento para las guerrillas
argentinas de Montoneros (peronista) y ERP (Ejército Revolucionario del
Pueblo, trotskista), y las colombianas FARC (comunista) y ELN (guevarista).

"Una comisión del ELN (Ejército de Liberación Nacional) y las FARC
(Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) recibió entrenamiento en
Libia a mitad de los 80. Pero no les sirvió de nada. Era en pleno
desierto, los llevaban a campamentos y los dejaban aislados", refirió el
investigador colombiano Ariel Avila.

Alrededor del 2000, cuando desarrollaban negociaciones de paz que no
prosperaron, las FARC "intentaron tener relaciones internacionales con
Kadafi, pero no funcionó ya que en esa época él trataba de darle un giro
a su política internacional y que su país no fuese visto como uno que
apoya a terroristas", señaló Avila.

http://www.elnuevoherald.com/2011/08/24/v-fullstory/1010374/kadafi-apoyo-a-la-izquierda-radical.html

No comments:

Post a Comment