Sunday, October 23, 2011

Revolución en marcha

Revolución en marcha
Es una trampa colocar a una sociedad entera a escoger entre igualdad y
libertad
DOMINGO FONTIVEROS | EL UNIVERSAL
domingo 23 de octubre de 2011 12:00 AM

La humanidad se estrenó en este siglo XXI en el universo de la
información plena. La comunicación instantánea por computadoras,
incluyendo a los nuevos teléfonos celulares inteligentes o
"smartphones", está transformando las realidades materiales y
perceptuales en formas difíciles de anticipar. Se trata de un salto
cualitativo en la cultura social, con repercusiones a todo nivel,
deseables en su mayoría, aunque no todas.

Entre las primeras destaca el avance logrado en materia de libertad e
igualdad individuales a escala planetaria. Las masas tienen acceso hoy a
tecnologías de alta sofisticación a precios asequibles que amplían la
capacidad de actuar e interactuar con sus semejantes. Desde las redes
sociales y el GPS, hasta la posibilidad de pagos y cobros vía
inalámbrica, pasando por un sinfín de usos posibles, brindan a personas,
instituciones, organizaciones y empresas una capacidad virtualmente
infinita de transmisión y recepción de datos que abarcan información,
mensajes, imágenes en fotos o video, en tiempo real, que supera lo
imaginable hace apenas pocos años. Y los desarrollos continúan.

Este es un avance extraordinariamente positivo para la democracia y el
mercado, que son en el fondo sistemas de información y no sólo de
gobierno o intercambio. Aunque mientras el mundo se adapta a este nuevo
"hábitat" es natural que el grado de desorden vaya en aumento. Porque el
control tradicional sobre los mecanismos de poder político y económico
ya no tendrán la eficacia de otrora.

Algunos ejemplos ilustran al respecto. La caída de Mubarak en Egipto
quizá no hubiera ocurrido sin los "tweeters" y otras fórmulas para
vencer la censura oficial. En China, las autoridades buscan bloquear
sitios particulares del Internet temiendo "demasiada" información
circulando. Otros gobiernos, vigilan las comunicaciones para prevenir
hechos contrarios a sus designios. El episodio en proceso del "Occupy
Wall Street", que reproduce la protesta española de los indignados, se
multiplica a nivel mundial, gracias a estos avances. La capacidad
comunicacional ha empoderado a sectores de población con más eficacia
que muchas propuestas políticas. Los dictadores se angustian y los
demócratas se interesan. Los empresarios tienen que adaptarse. Y los
ciudadanos comunes se culturizan en los nuevos medios a su disposición.

Ello está llevando a una reorganización de estructuras políticas,
económicas, y otras, en el mundo, en un proceso que tomará tiempo y del
cual saldrán fortalecidos, esperamos, tanto el mercado como la
democracia. Porque esta misma realidad presenta riesgos. El fraude
electrónico con fines comerciales o de control burocrático está en
aumento. Los cruces de información son beneficiosos para todos en la
lucha contra el terrorismo, pero terribles si se utilizan para perseguir
y acosar a adversarios políticos, como hacen regímenes autoritarios.

Por los momentos, afortunadamente, se constata otra vez que la libertad
y la igualdad pueden avanzar juntas. Y que es una trampa colocar a una
sociedad entera a escoger entre igualdad y libertad, como si la una
implicase el sacrificio de la otra. Son buenas noticias para Venezuela,
donde los movimientos de masas contra el autoritarismo mermaron hasta el
piso luego de episodios grandiosos y sin precedentes hace varios años.

dfontiveros@cantv.net

http://www.eluniversal.com/opinion/111023/revolucion-en-marcha

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