La inflación es mayor en bienes sometidos al control de precios
Productos regulados acumulan un alza promedio de 21,9% en nueve meses
VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
sábado 8 de octubre de 2011 12:00 AM
En un intento por contener el deterioro en la capacidad de compra del
salario el Gobierno retrasó el aumento de los productos controlados,
pero la escasez lo obliga a permitir ajustes en alimentos básicos y el
resultado es que, paradójicamente, la inflación es mayor en los bienes
regulados.
Cuando el precio controlado no permite que los empresarios mantengan la
rentabilidad la producción cae y los alimentos comienzan a escasear, por
lo tanto, a partir de marzo el Gobierno comenzó a autorizar ajustes en
torno a 30% en pastas, leche en polvo, azúcar, pollo, maíz, arroz y aceite.
La consecuencia es que las estadísticas del Banco Central registran que
en los primeros nueve meses de este año el precio de los productos
controlados, principalmente alimentos, acumulan un alza promedio de
21,9% mientras que los que se encuentran bajo el libre juego de la
oferta y la demanda aumentan 19,6%.
Todo indica que la escasez, que en septiembre se ubicó en el nivel más
elevado del año, obligará a permitir nuevos aumentos de precios durante
en el último trimestre en productos que aún no han sido ajustados como
sardinas y café.
El alza de los alimentos impacta especialmente a las familias más pobres
del país que destinan el grueso del ingreso a la compra de comida y el
pago del transporte público que también fue ajustado.
Fracaso milenario
La poca efectividad del control de precios no es nueva. Durante el
Gobierno de Jaime Lusinchi la inflación anual pasó de 15,7% en 1984 a
40,3% en 1987, en plena aplicación del control de precios y con un
agresivo plan de sanciones, multas y cierres a los empresarios que se
consideraban especuladores.
Los economistas Robert Schuettinger y Eamonn Butler son los autores de
un trabajo donde analizan cien casos, ocurridos desde dos mil años antes
de Cristo hasta 1978, en que gobernantes de treinta países intentan,
infructuosamente, librarse de la inflación a través de los controles de
precios.
La conclusión de este premiado estudio es que si bien algunos controles
de precios han tenido efecto positivo por un corto período de tiempo, en
el largo plazo siempre han fracasado, porque no combaten la causa real
de la inflación: el incremento de la cantidad de dinero por encima de la
productividad.
En ocho años de control de precios, entre febrero de 2003 y septiembre
de 2011, la inflación acumula un salto de 491% que ha convertido a
Venezuela en la economía más inflacionaria de América Latina.
El gobierno de Hugo Chávez ha obtenido sus mejores resultados en cuanto
al alza de los precios cuando no existían los controles.
Los datos del Banco Central indican que en 2000 la inflación se ubicó en
13,4% y en 2001 descendió hasta 12,3%, el nivel más bajo de los últimos
25 años.
Analistas consideran que en este período el Gobierno continuó aplicando
la política que heredó de Rafael Caldera, básicamente, un tipo de cambio
flexible y más orden en el campo fiscal y monetario.
Oferta devaluada
El Gobierno y el directorio del Banco Central de Venezuela se han fijado
como meta para este año que la inflación se ubique en torno a 24%, un
resultado que superaría por mucho al promedio del resto de los países de
América Latina.
Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional contemplan que este
año la inflación de América Latina se ubique en un promedio de 6,5% y el
año entrante en 5,6%.
En el caso de Venezuela la proyección es que este año los precios
acumulen un salto de 24,5% y en 2012 de 24% que mantendrá a la economía
venezolana como la más inflacionaria de la región.
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