Edgard J. González
Lunes, 24 de octubre de 2011
La Anorexia Ideológica aliena de tal forma a sus víctimas, que juran ver
la crisis definitiva del Capitalismo mundial en cada falla puntual que
se produce e invariablemente es superada. Pero a la vez, son incapaces
de reconocer la Crisis definitiva que sufrieron sus propuestas
estatistas, de partido y pensamiento únicos
Me consta que José Vicente entró en cólera apenas la vio izada, y le
dedicó varios minutos de su intervención con altoparlantes frente a una
muchedumbre, a cuestionar que en territorio venezolano y junto a nuestra
gloriosa bandera nacional, se hubieran atrevido a izar la de otro país.
Argumentaba que era una afrenta inaceptable y que los venezolanos no
deberían permitirlo. Yo me encontraba a escasos metros, realizaba José
Vicente una visita política a mi centro de trabajo, y fui testigo
cercano de su rechazo a esa "otra" bandera.
Encolerizado, calificó de grave y bochornoso lo sucedido. Él era
candidato a la presidencia, corría el año 1973, y coincidió su visita al
viejo edificio del Pedagógico de Barquisimeto, diagonal al Hospital
AMP, con la Inauguración de la tienda SEARS en el cercano Centro
Comercial ARCA, donde cometieron el horrendo crimen de izar la bandera
de los EEUU, país del cual provenía la empresa que vendía
electrodomésticos, muebles, ropa y adornos.
Escuchamos de su boca las consabidas consignas antiimperialistas, como
si se tratara de la instalación de una Base Militar gringa, y
estuviéramos siendo invadidos, en lugar del resultado de la tímida
política de diversificación económica, que intentaba atraer capitales e
inversionistas, para reducir nuestra dependencia de las exportaciones
petroleras, reducir las importaciones, aumentar el Empleo y,
gradualmente, la prosperidad del país.
Ese mismo personaje nada tiene que objetar al izamiento de la bandera
cubana en el Fuerte Paramacay, símbolo de una omnipresencia en oficinas
civiles e instalaciones militares, que se hace cargo de muchos asuntos
inherentes a la Soberanía venezolana, incluyendo todo lo concerniente a
la Identificación (Cédulas y Pasaportes), Notariado y Registro de todo
tipo de Documentación, actividades castrenses y policiales. Se rasgaban
las vestiduras por una Oficina en Fuerte Tiuna asignada a una Misión
Militar de EEUU, la paja en el ojo ajeno, pero ni se inmutan ante la
presencia de docenas de miles de cubanos, civiles y militares, a lo
largo y ancho del territorio nacional, con funciones decisivas en
asuntos que debieran ser de la exclusiva incumbencia de venezolanos, la
viga en el ojo propio.
Ese excesivo y muy selectivo celo patriotero, esa Doble Moral la
practican todos los talibanes rojos, ese clan jurásico que permanece
anclado en los años sesenta, mantiene intacta su visión mitológica de
Fidel Castro, inalterados los dogmas que alimentaron las décadas de
Guerra Fría, y a pesar de los profundos cambios ocurridos en las
maquetas que su anacrónica ideología construyó en torno a la URSS,
China, Vietnám, Corea del Norte y Cuba, ellos no han superado la etapa
de Negación de la Realidad que les fue adversa, y se conducen como si
las propuestas guerrilleras y terroristas no hubieran sido derrotadas,
como si las aberraciones estalinistas y maoístas no hubieran colapsado,
y los viejos esquemas de dominación no estuvieran en crisis y dando paso
a nuevos esquemas, que contemplan más Democracia y mejor Capitalismo.
El vuelco socio-económico ocurrido en los países que antes conformaron
la URSS y su área de influencia, la China de Mao, y el Vietnám de Ho Chi
Min, evidencian la inviabilidad del sistema Comunista. El reciente
desplome de los regímenes autoritarios y longevos en Túnez, Egipto y
Libia, en plena efervescencia protestataria en Yemen y Siria, con
ciertos amagues de rebeldía en Arabia Saudita, Irán y Marruecos, indican
que perdieron vigencia los despotismos y las pretensiones de revivir los
obsoletos caudillismos, tan propios de siglos pasados. Estamos en plena
Globalización, marcada por la participación colectiva real, no de teoría
demagógica, a través del ingenioso uso de los modernos mecanismos de
comunicación que convierten a todo usuario de un celular, una laptop, un
ipod, un iphone, en reportero de los sucesos que protagoniza, y que
cambian al planeta, de maneras que ni siquiera se imaginaban apenas 50
años atrás.
La Anorexia Ideológica aliena de tal forma a sus víctimas,
que juran ver la crisis definitiva del Capitalismo mundial en cada falla
puntual que se produce e invariablemente es superada. Pero a la vez, son
incapaces de reconocer la Crisis definitiva que sufrieron sus propuestas
estatistas, de partido y pensamiento únicos, en todas las versiones que
esos experimentos adoptaron (soviético-estalinista, chino-maoísta,
camboyano-polpotista, coreano-kimilsunista, y el parásito caribeño que
se hunde a sólo 90 millas de los EEUU y espera que el imperio les lance
un salvavidas, a mayor escala del que ya representan las remesas en
dólares que reciben de sus familiares en el exterior, los cubanos que a
duras penas sobreviven con salarios mensuales de 12 dólares, el siseo de
mercancías en las empresas del Estado -que son casi todas- y la
vergonzosa praxis de la Jinetería). De la isla que vio reducir su
producción de azúcar a los niveles de un siglo atrás, nos llegan los
técnicos que van a gerenciar nuestras Haciendas y Centrales azucareros.
De la isla en que se produjo una epidemia de misteriosa ceguera, que
afectó a miles, (cuya causa no pudo ser descubierta por sus
"científicos" y debió ir a Cuba una delegación médica de la UCV para
determinar que los daños en la visión derivaban de la desnutrición
crónica), vienen los expertos en producción y distribución de alimentos
para encargarse de las fincas que su agente expropia, y del acopio,
transporte y venta de los productos (300.000 toneladas de alimentos ya
se pudrieron bajo administración socialista) y los "médicos" que
enfrentarán los retos de las enfermedades de los venezolanos, sin haber
siquiera revalidado sus presuntos títulos, para demostrar que son tan
capaces como los egresados de nuestras prestigiosas universidades
tradicionales. De la isla de la que han tratado de escapar cientos de
miles (la mayoría en improvisadas balsas, siempre hacia la Florida,
jamás se ha visto a personas desesperadas que naveguen en sentido
contrario), y encarcela a todos los que no repiten las consignas y las
conductas que la fósil Nomenklatura autoriza y exige, llegan los
especialistas en Represión que van a manejar toda la Data, muy
probablemente basada en el espíritu excluyente de la Lista Tascón.
De la isla que considera normales los períodos sin electricidad, y
extraordinarios aquellos cuando la reciben, vienen los técnicos que van
a diseñar y coordinar los mecanismos para reducir los apagones. Con
dinero de todos los venezolanos colocaron un Cable Submarino entre
nuestro país y la isla cárcel, y se construyó y mantiene funcionando en
Cuba la UCI (Universidad de Ciencias Informáticas), ambos elementos
sirven al propósito de controlar y adulterar los resultados electorales,
que ya no le son favorables al régimen títere chavista, el mayor sostén
de la dictadura castrista en la actualidad. De allá vinieron demasiados
cubanos, con sus banderas, sus fracasos, sus falsos logros, sus
miserias, sus consignas y mitos, sus órdenes, sus intenciones bastardas,
y no causan rechazo en ningún chavista. Tampoco Gadaffi y su círculo de
allegados vieron los indicios de lo que los iba a arrollar. Pésimos
ingredientes son el Narcisismo, la Megalomanía, el Dogmatismo y la
Prepotencia.
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