Monday, October 24, 2011

Invasiones y rescate de tierras cercan producción en Machiques

AGRO

Invasiones y rescate de tierras cercan producción en Machiques
Medida del 12 de octubre afecta unos 500 productores pequeños y 40 fincas
ANGIE CONTRERAS C. | ENVIADA ESPECIAL/EL UNIVERSAL
lunes 24 de octubre de 2011 12:00 AM

Machiques de Perijá. La medida de rescate de tierras aplicada el pasado
12 de octubre sobre 25 fincas en el municipio Machiques de Perijá
(estado Zulia), para ser entregadas a la comunidad indígena Yukpa,
abarca directamente 15.800 hectáreas y pone en riesgo la producción de
26.000 litros de leche diarios así como de unas 20.905 cabezas de ganado.

Pero la medida de rescate que ejerce el Instituto Nacional de Tierras
(INTI) en esos 25 predios tiene alcance sobre un total de 40 unidades de
producción y 500 pequeños productores que quedaron afectados de forma
indirecta con esa acción del Estado.

Tal es el caso de las fincas Maraca, Maraquita, Medellín; Guariompa,
Aguas Calientes, El Conuco, La Alcancía y San Francisco, las cuales
están rodeadas por otras fincas que ya fueron invadidas y están en
posesión de los Yukpas y por los fundos rescatados el 12 de octubre y
que serán entregados el próximo 15 de diciembre a la comunidad indígena.

Los propietarios de estas unidades de producción están solicitando al
INTI que los incluya en la medida de rescate de tierras, para que
posteriormente les cancelen su patrimonio y puedan comprar en otro
sector y seguir dedicándose a la actividad pecuaria.

Los productores que se encuentran en esta situación señalan que tanto
sus bienes como la seguridad personal de ellos y sus familias queda en
riesgo, pues al vivir rodeados por la comunidad indígena se exponen a
robos, saqueos e incluso amenazas de muerte, como ha sucedido en los
últimos años.

No es la primera vez que los organismos del Estado venezolano afectan
tierras destinadas a la producción de carne y leche en esa región para
entregárselas a las comunidades indígenas. En 2008, la comisión Nacional
de Demarcación definió una poligonal para delimitar el territorio para
las comunidades y pueblos indígenas. En ese entonces se demarcó y tituló
más de 41.000 hectáreas para las comunidades Shirapta, Aroy y Tinakoa.

Entre 2001 y 2009 miembros de la etnia Yukpa se dedicaron a la invasión
de fincas privadas afectando 10 unidades que en ese momento se
encontraban en plena producción -Hacienda Maracay que fue parcelada y
vendida a terceros; Hacienda Tizina que fue tomada dos oportunidades y
las haciendas Ceilán, La Gran China, Paja Chiquita, Medellín, Kusare,
Brasil y Playa Bonita-, las cuales fueron desmanteladas y hoy se
encuentran improductivas.

Con las invasiones a fincas en la Sierra de Perijá se afectó tanto la
producción de carne como de leche. Entre 2003 y 2004, los productores de
la región arrimaban un promedio de 200.000 litros de leche diarios a las
plantas procesadoras de leche, y actualmente el arrime está en el orden
de los 40.000 litros diarios, una reducción de 80% en ocho años.

Miguel Rincón, presidente de la Asociación de Ganaderos de Machiques
(Gadema), explicó que la medida sobre 25 fincas productivas en Machiques
no es un proceso de demarcación sino un rescate de tierra, que incluso
toma una finca que está fuera de la zona de demarcación. Además afirma
que la acción de rescate del INTI es ilegal y contradice los procesos
establecidos en la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas
(Lopci) para la demarcación del territorio.

Asimismo, asegura que no hubo criterio para la selección de las fincas
sino que las unidades de producción que resultaron afectadas por la
medida fueron solicitadas por el Cacique Jesús Terán, de la comunidad
Yukpa, "a dedo y de forma estratégica", quien posteriormente entregó la
lista al Ministerio para los Pueblos Indígenas y al INTI.

"Están señaladas estratégicamente para encerrar otras unidades de
producción. Por ejemplo, Hacienda Rancho Grande y Hacienda Rancho Alegre
están en la medida, y a su alrededor quedan afectadas Hacienda Medellín,
Maraquita y otras en esa zona que colinda con las comunidades Yukpas.
Los indígenas en su tradicionalidad, que no es ganadera, se comen los
animales que están en producción, deforestan la zona y crean un problema
de producción y de convivencia".

Entre esas fincas que serán rescatadas, se incluyeron las 10 unidades de
producción que fueron invadidas entre 2001 y 2009. Incluso se
incorporaron dos que ya fueron parcelas y vendidas por Yukpas a terceros.

Los propietarios que son objetos de la medida, y que están en posesión
de sus fincas, aseguran que no abandonaran sus propiedades hasta tanto
el Estado les pague de forma justa y oportuna el valor de las bienhechurías.

Entre tanto, el Instituto Nacional de Tierras estuvo la semana pasada
realizando las inspecciones técnicas en los predios "rescatados" para
proceder con los avalúos de las 25 fincas en Machiques.

1. Hacienda El Rincón

El Rincón es una de las que resultó afectada con la medida de rescate.
La tradición viene desde 1923 y una extensión de 400 hectáreas de las
cuales 350 son tierras propias. Es una finca de doble propósito con
producción de 1.500 litros de leche diarios, y genera 18 puestos de
trabajo directo. Es propiedad de Héctor Trujillo, quien a sus 83 años
relata que en agosto los Yukpas trataron de invadir la finca en dos
oportunidades. En una de ella, los invasores vendieron la leche y el
queso, se afectó el ganado e incluso perdieron animales en ese proceso.

Explicó que cuando recuperó la finca estaba en mal estado, las vacas
lecheras estaban "secas" y no había reproducción. Actualmente el ordeño
está en 700 litros diarios. Trujillo dijo que se sienten tranquilos
porque el vicepresidente, Elías Jaua, aseguró que pagarían, con lo cual
aspiran comprar otra finca y seguir trabajando. "Hasta que no me paguen
no desocupo". La finca está custodiada por el Ejército, para que no la
invadan.

2. Paja Chiquita

Esta hacienda fue invadida por los Yukpas en 2004. Otto Chacín,
propietario, señala que las instalaciones que va a inventariar el INTI
no son ni la sombra de lo que fue Paja Chiquita antes de la invasión,
pues fue "saqueada y deforestada". De 300 árboles que había en distintos
tipos de madera no quedó ninguno. Chacín asegura que la propiedad tenía
una extensión de 1.024 hectáreas, de las cuales el INTI reconoce 790
hectáreas, con lo cual le están restando parte de su patrimonio. Chacín
relata que cuando lo invadieron, los indígenas le dieron 24 horas para
desalojar y le tomó cinco días movilizar el ganado y sacar algunos de
sus bienes. Le aseguraron que en 60 o 90 días le pagaban y ya han
transcurrido siete años. Su hijo Neuro Chacín visitó al menos 10
organismos del Estado, e hizo llegar decenas de comunicaciones a
funcionarios del Gobierno buscando solución a su caso. Hoy están en el
lote de las 25 fincas rescatadas y espera por el justo pago. "Con lo que
me den aspiro comprar así sea una finquita de 500 hectáreas para
continuar trabajando".

3. Hacienda El Paraíso

Esta es la única unidad de producción que está fuera de la zona de
demarcación. María Jesús Romero, una de las propietarias de la finca,
señala que no tienen comunidades indígenas al rededor por lo que no
entienden por qué están siendo objetos de la medida de rescate. Apunta
que las tierras son propias y tienen certificado de desprendimiento de
la Nación en 1916, es el sustento de su familia, y además tienen la
certificación de finca productiva que entrega el INTI. Produce unos
1.000 litros de leche diario y tiene rebaño de 1.346 animales. Asegura
que tienen derecho a la permanecía y a seguir produciendo como siempre
lo han hecho. Reconoce que los funcionarios del INTI han sido receptivos
con su caso y presentará los alegatos para que le levanten la medida.
Incluso hay productores que están solicitando cambiar con Hacienda
Paraíso para que los incluyan en la medida de rescate, porque resultaron
afectados de forma indirecta.

4. El Cedral

Ricardo Romero es uno de los propietarios que está solicitado al INTI
que incluya su finca dentro de la medida de rescate de tierra, pues
quedó rodeado por fincas que están en posesión de las comunidades
indígenas. "Convivir con los hermanos Yukpas no es fácil. En el tiempo
que tenemos trabajando cerca de ellos hemos tenido varios tropiezos. Hay
un foquito que se encarga de robar, llegan encapuchados a robar, a
saquear las materas. No es lógico que sólo quede un productor dentro de
los Yukpas". Aclara que no la están entregando, pero prefieren que el
INTI les pague por su propiedad y reubicarse en otro sector donde puedan
seguir produciendo.


http://www.eluniversal.com/economia/111024/invasiones-y-rescate-de-tierras-cercan-produccion-en-machiques

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