Friday, October 14, 2011

Gracias Fidel por volvernos a descubrir!

Gracias Fidel por volvernos a descubrir!
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ | EL UNIVERSAL
viernes 14 de octubre de 2011 09:35 AM

Este expaís está hoy invadido por el castro-chavismo. El propósito es
acabarlo en la medida que crezca el proyecto Venecuba: fusión de dos
formas de destrucción que se autodenominan revoluciones.

El proceso invasor corresponde a un Estado Metropolitano que se lanzó a
la aventura de buscar nuevos territorios y mercados. Y hoy sigue
planteado el esquema aunque con formas diferentes. De allí que sea cada
vez más necesario la revisión sobre lo que somos, dónde estamos, de
dónde venimos, y para dónde vamos.

Todavía el examen de este tiempo se vuelve difícil. Tal vez este es uno
de los pocos lugares en los que aún se monta fiesta o conmemora el 12 de
octubre como Día del Descubrimiento de América, de la Raza, de la
Hispanidad y más recientemente Día del Encuentro entre dos Mundos o Día
de la Resistencia Indígena.

Un compendio de disfraces que deja de lado lo fundamental del proceso.
En términos de proyección, esa fecha dice poco o nada para la
calificación y determinación de un período que alcanza los 519 años.

No estamos ante nada que tenga que ver con descubrimiento, porque las
sociedades no se descubren. No hay sociedades cubiertas ni descubiertas.
Sólo hay sociedades y punto. ¡Nadie descubre a Nadie!

Tampoco es cierto que las sociedades más avanzadas en elementos
tecnológicos, traducido en la fuerza de sus armas de fuego, son
superiores a las que no tienen esa capacidad para la muerte-asesinato.

La llamada empresa de exploración que contempla el Estado español, tiene
como objetivo la localización de territorios más allá de sus fronteras
que no estuvieran apropiados y habitados.

Lugares susceptibles de ser poblados y organizados para sumarlos a las
posesiones de la metrópoli. De allí que en cualquiera de estos nuevos
centros rigiesen las leyes del propio Estado que genera las nuevas
entidades.

Pero en el caso de lo que se va a conocer como "América" la expedición
colombina no llega a un territorio despoblado. Y por ello se presenta la
necesidad de justificar la apropiación de lugares ya habitados,
largamente vividos y puestos en un orden productivo. Se acude entonces
al expediente de que en lugar de gente aquí había una animalidad.

Se inicia así una invasión-despojo que crea unos propietarios y unos
desheredados. Nace de esta manera una gama de privilegiados-dueños y un
colectivo expropiado-pueblo a quien, en principio, incluso se le
desconoce condición de gente.

Por su condición de salvajes, antropófagos y politeístas se considera
que carecen de alma y se procede a su exterminio. En esta empresa están
unidos Estado e Iglesia. La primera corresponde a un Estado que marcha
hacia la acumulación de metales preciosos.

La segunda requiere implantar el cristianismo en las nuevas tierras. Y
para esto se aplica a los habitantes originarios, según Depons, la
consigna "Hazte cristiano, o muere".

De modo que el mal llamado descubrimiento, que ahora alcanza los 519
años, es la manera de justificar una invasión.

La finalidad de esta empresa es acabar con las posibilidades de una
sociedad construida sobre bases diferentes a los intereses de una
determinada forma de explotación que mira específicamente hacia la
acumulación de metales preciosos, principio-base de la riqueza de las
naciones que entonces (y hoy) prevalece.

Y para ello se señala que es a partir de 1492 cuando comenzó aquí la
historia, dado que es el inicio de la población de humanos. Se pretende
así dejar de lado una historia milenaria.

De allí deviene la acción imperial de tomar posesión de quienes son
considerados como débiles e inferiores. Se establece de este modo la
relación entre un poderoso y descubridor y alguien que no alcanza el
nivel de gente, la cultura o la civilización que es el descubierto.

No hay que olvidar que fue en 1537, cuando el Papa Pablo III, reconoció
que "los nativos eran gente y tenían alma" y por tanto con derecho a la
libertad. Sin embargo, el estigma de la animalidad-inferioridad siguió
con vida y hoy cuenta con muchos cultivadores.

Y todavía hay quienes se atreven a desconocer que fue sobre una de las
masacres de mayor profundidad en la historia de la humanidad y sobre las
cenizas correspondientes, como se instaló por primera vez la historia-gente.

El inicio de una "nueva y verdadera raza". Por esto se nombra el 12 de
octubre como Día de la Raza.

Y el juego al día prosigue, por ejemplo, con lo del "Día de la
Resistencia Indígena". Otra manera de hacer aparecer una resistencia que
existió contra los españoles pero que no ha tenido la misma consistencia
contra los demás imperios que han caído en posición de descubridores
asaltadores sobre estas tierras.

Y en nombre del antiimperialismo yanqui, antiguo y actual invasor, se le
abre todo el espacio-posibilidades para que Fidel Castro, siguiendo las
lecciones de Colón, ejerza el nuevo descubrimiento como disfraz para
esconder otro capítulo de la misma destructora invasión pero con el mote
de revolucionaria.

Por ello, a 519 años de invasión tenemos que darle las gracias al señor
Fidel por volvernos a descubrir. ¡Qué historia amigos!

T: @ablancomunoz

http://www.eluniversal.com/opinion/111014/gracias-fidel-por-volvernos-a-descubrir

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