Friday, October 7, 2011

El chavismo a cuchillo limpio

El chavismo a cuchillo limpio
Elides J. Rojas L
Viernes, 7 de octubre de 2011

El eje conductor de todo esto es micomandantepresidente. El jefe
administra los recursos y usa el poder para mantener cohesionada a la
manada y contentos a los contratistas chavistas. Ellos son la prioridad.
Los demás cobran cuando a Rafael Ramírez le salga del paltó

Micomandantepresidente es sin duda el eje del PSUV, que a su vez agrupa
a los chavistas, que a su vez es el partido donde militan los empleados
públicos, los contratistas del gobierno, los misioneros, quienes aspiren
a conseguir una casita, militares en plan de ascenso o en la cola de
vehículos nuevos a bajo precio, quienes estén en alguna lista para que
reciban alguna beca o un empleo en una alcaldía, cubanos y chinos a
discreción, quienes importan productos para el proceso, algunos
empresarios autodenominados socialistas y una larga lista de gremios.
Abogados socialistas, periodistas por la verdad, profesores
revolucionarios, ingenieros con Chávez, grupitos de violentos
tarifados... y así.

Ese es el mundo del chavismo en cuando a militancia y clientelismo. El
eje conductor de todo esto es micomandantepresidente. El jefe administra
los recursos y usa el poder para mantener cohesionada a la manada y
contentos a los contratistas chavistas. Ellos son la prioridad. Los
demás cobran cuando a Rafael Ramírez le salga del paltó. Pero hay otra
cara del oficialismo, la más importante. La cara de quienes controlan y
manejan la franquicia. Los próceres del proceso. Los dueños del circo.
En realidad no es exacto hablar en plural aquí. El amo es Chávez. Ahí no
cuenta más nadie. Dentro y fuera del partido. Es el amo, guía, líder,
pastor, dueño de la caja y de los reales. Es el propio. Los demás, esa
retahíla se segundones que cuando hablan no hacen sino citar al amo, no
cuentan a la hora de establecer liderazgos.

Y ese es el problema a la hora de tocar el tema de la sucesión. Pues
enfermo Chávez, y más si resulta grave la cosa, es una materia
ineludible a la hora de establecer escenarios para el año que viene.
Aunque por adelantado se puede concluir que sin Chávez este partido
clientelar no tendría ninguna posibilidad de subsistir. La ausencia del
amo dejaría al chavismo sin líder y sin chequera personal. Eso basta
para desaparecer del mapa al partido que actualmente conocemos.

Pero la cosa es peor a la simple ausencia. Ahora mismo, ante el
inminente peligro de que el partido se quede sin jefe por motivos de
salud, varias facciones sacan sus machetes y tratan de apoderarse de la
parcela que creen de su propiedad. Y no precisamente propiedad
socialista. Sin poner nombres los cuchilleros responden a denominaciones
como los militares golpistas originales, los golpistas del 27 de
noviembre, los civiles, los militares activos y retirados en negocios,
los militares golpistas originales que se hicieron ricos y ahora son
disidentes, los emergentes que saben que Chávez jamás los dejará crecer.
Cada grupo de estos tiene un líder y cada líder tiene un grupúsculo de
confianza. Cada grupo, a su vez, conspira internamente y algunos hablan
hasta de lanzarse solos si no cuentan con el respaldo del partiducho. Se
pelean contratos, se pelean empresas públicas, se pelean la distribución
de productos como cemento y cabillas. Un saco de gatos. A cuchillo
limpio como le gusta decir al jefe.

Y todo esto ocurre con el jefe ahí mismo, enfermito, pero jugando pelota
en Miraflores. ¿Como sería esto si no estuviera?

erojas@eluniversal.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/4293242.asp

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