"Chávez tiene en Venezuela una falsa democracia"
Niall Ferguson, historiador británico, se refiere al país en su libro
Civilización
El presidente Hugo Chávez, no por casualidad, se presenta a sí mismo
como un Bolívar moderno, dice el historiador nacido en Escocia PRENSA
MIRAFLORES
SARA CAROLINA DÍAZ | EL UNIVERSAL
domingo 9 de octubre de 2011 12:00 AM
El historiador británico, profesor de la Universidad de Harvard, Niall
Ferguson, hace un paréntesis en su libro Civilization: The West and The
Rest para colocar al presidente Hugo Chávez como otro caudillo más de
Latinoamérica, en una comparación que hace entre las revoluciones
Latinoamericanas y Norteamericana y donde intenta explicar los orígenes
de las desigualdades en esta parte del mundo.
La razón principal de las diferencias entre ambas revoluciones, indica
Ferguson, se basa en el sistema creado en Estados Unidos (desde su
origen como Estado) basado en el derecho a la propiedad, que califica de
exitoso. Mientras que en Latinoamérica la propiedad perteneció primero a
la Corona española y luego pasó a una élite, a pocas manos. Esta
situación ocasionó diferencias económico-sociales sustanciales que,
entre otras consecuencias, dieron origen al fenómeno del caudillismo.
El especialista relata que luego de los movimientos independentistas
latinoamericanos, los nuevos estados comenzaron sus vidas sin la
tradición de un gobierno representativo, con una profunda desigualdad en
la distribución de la tierra y divisiones raciales que condujeron a esa
desigualdad económica.
Tal situación, añade, llevó a un ciclo de revoluciones y
contrarrevoluciones, golpes y contragolpes en Latinoamérica "donde los
desposeídos luchaban por unos pocos acres más mientras la élite creole
se aferraba a sus haciendas".
Una y otra vez, dice el texto de Ferguson, los intentos democráticos
fallaban porque al primer signo de expropiación éstas élites acudían a
un caudillo uniformado para restaurar el status quo con violencia: "Esta
no era una receta para un rápido crecimiento económico".
El historiador dedica un segmento a explicar la participación de
británicos e irlandeses en la guerra independentista suramericana y
señala que la mayoría de los 7 mil voluntarios que se inscribieron como
soldados en el ejército del Libertador Simón Bolívar lo hicieron por la
ilusión de obtener tierras.
A la medida
En uno de los capítulos Ferguson hace especial mención a Simón Bolívar y
destaca citas textuales del Libertador en documentos como el Manifiesto
de Cartagena para señalar que "el sueño de Bolívar se convirtió no en
una democracia sino en una dictadura, no en un federalismo sino en una
centralización de la autoridad". Para explicar lo anterior Ferguson
recurre a las palabras de Bolívar: "... Todavía nuestros conciudadanos
no se hallan en aptitud de ejercer por sí mismos y ampliamente sus
derechos; porque carecen de las virtudes políticas que caracterizan al
verdadero republicano... ".
Además menciona que el propio Bolívar dijo que las leyes no podían estar
por encima de los líderes, entre otros planteamientos que muestran el
lado del padre de la Patria que muchos preferirían obviar.
El libro de Ferguson, editado en marzo de 2011 y que ha resultado ser un
éxito en el mundo académico, expresa que no por casualidad el presidente
Chávez hoy se presenta a sí mismo como un Bolívar moderno cuando en
realidad su régimen se basa en una falsa democracia: "Chávez venera
tanto al Libertador que en 2010 abrió su tumba para tener una comunión
con su espíritu bajo las luces de la televisión. Un ex soldado con una
afición por el teatro político. Chávez ama disertar sobre su Revolución
Bolivariana. Por toda Caracas se puede ver la elegante cara de Bolívar
en posters, murales frecuentemente al lado de un grueso Chávez. La
realidad del régimen sin embargo, es que es una falsa democracia donde
la policía y los medios son usados como armas contra los opositores y
los ingresos del petróleo son usados para comprar apoyo de la población,
para importaciones subsidiadas y para sobornos".
Ferguson manifiesta que el derecho a la propiedad privada, tan
importante para el orden legal y político de Estados Unidos, es
continuamente violado en Venezuela: "Chávez nacionaliza empresas a
voluntad, desde fabricantes de cemento pasando por estaciones de
televisoras hasta bancos. Y como tantos dictadores de poca monta en la
historia de Latinoamérica, se burla de la Ley cambiando la Constitución
a su medida, primero en 1999, poco después de su victoria electoral y
más recientemente en el año 2009 cuando se abolió el límite del mandato
presidencial para asegurarse la reelección indefinida".
26 constituciones
Nada ejemplifica mejor el contraste las dos revoluciones americanas,
dice el historiador, que lo siguiente: "La Constitución de Estados
Unidos enmendable pero inviolable y las 26 constituciones de Venezuela
todas mas o menos desechables. Solo República Dominicana ha tenido más
constituciones con 32. Haití y Ecuador ocupan el tercer y cuarto lugar
con 24 y 20 respectivamente. A diferencia de Estados Unidos donde la
Constitución fue diseñada para apuntalar 'un gobierno de leyes, no de
hombres", en Latinoamérica la Constitución es usada como instrumento
para subvertir la Ley".
En el libro se destaca que a pesar del éxito de la colonización
británica en Norteamérica, en un peculiar aspecto no es supera a
Latinoamérica: la división racial, el pecado original de esa nueva
República (de EEUU).
http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/111009/chavez-tiene-en-venezuela-una-falsa-democracia
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