José Suárez Núñez
Martes, 1 de noviembre de 2011
Arturo Uslar Pietri consideraba que debía utilizarse para el desarrollo
de la agricultura
También fracasa en la revolución socialista: ya han emigrado más de
$132.000 millones
En un debate abierto sobre el traslado de la Venezuela rentista a la
Venezuela productiva, celebrado en el Centro de Estudios de América
Latina Arturo Uslar Pietri, de la Universidad Metropolitana, se planteó
la posibilidad de que un nuevo gobierno debe quitarle la renta petrolera
al Gobierno, porque su propietario es el Estado, la Nación y el Gobierno
realiza un uso discrecional de esos dineros, mientras el tema seguirá en
discusión.
"Al Gobierno no le alcanza lo que tiene para pagar una nómina de 2.5
millones de empleados públicos, 1.9 millones de jubilados, más de 1
millón de estudiantes y tiene poca capacidad de maniobra petrolera por
sus compromisos con China, Petrocaribe y otras asociaciones políticas
energéticas con el exterior, de las cuales no ofrece información
transparente".
El Centro de Estudios convocará a los candidatos de la oposición para
que expongan sus proyectos, considerando que el nuevo gobierno sea una
administración de transición para desmontar la maraña de leyes que
entorpecen un racional desarrollo del país, no obstante el voluminoso
ingreso de divisas por la exportación de petróleo, informó José Ignacio
Moreno León, actual director del Centro y ex rector de la Universidad
Metropolitana.
SEMBRAR EL PETRÓLEO El expositor de la "Venezuela rentista a la
Venezuela productiva", Humberto García Larralde, investigador del Cendes
y profesor titular de la UCV, dijo que la estrategia de desarrollo de
Venezuela en el siglo 20 fue la siembra del petróleo, la cual se basó en
la transferencia de la renta petrolera al sector productivo y a los hogares.
También Financió la instauración de instituciones de bienestar y la
infraestructura, características del proceso de modernización venezolana
hasta finales de los años 70 y viabilizó la democracia representativa.
Agregó que, sin embargo, a partir de 1979 el país fracaso en sostener su
proceso de desarrollo: "crecimiento con equidad y ambientalmente sostenible.
García Larralde explicó que la siembra del petróleo, según Arturo Uslar
Pietri, era aprovechar el petróleo para el desarrollo de la agricultura,
y canalizarlo a través de la iniciativa privada.
Uslar Pietri consideraba que la actividad petrolera no podía sustentarse
en el desarrollo nacional, pues su riqueza era efímera, distorsiona la
economía y perjudica las actividades auténticamente productivas.
Aseguraba que la riqueza fácil atenta contra la ética del trabajo y
genera actitudes moralmente criticables. Uslar según García fue portavoz
de un liberalismo modernizador.
Para Rómulo Betancourt la siembra petrolera debe servir para mejorar las
condiciones de vida del venezolano y así incorporarlo a la modernización
del país. Debe invertirse en servicios públicos y asistencia social,
como condición para la inversión productiva, y crear el mercado doméstico.
"La modernización proseguida está asociada a la industrialización y la
urbanización, y el proceso de sembrar el petróleo debe realizarse bajo
la égida del estado tutor.
Por lo tanto, es central a la consolidación de las instituciones
democráticas". Según García Larralde, Betancourt formula las pautas del
Estado para diseñar las políticas públicas durante el resto del siglo."
García señaló en su exposición que el petróleo es visto como un intruso,
como algo ajeno a la economía venezolana, cuya pertinencia para la
formulación de propuestas de desarrollo estribaba en la provisión de
recursos con los cuales financiar a los "verdaderos" sectores que
fundamentan el desarrollo del país.
El expositor dijo que entre 1950 y 1990, el Estado no hizo competitivo
al sector privado, impulsó la inflación a partir de los años 70, creo un
presidencialismo excesivo, el debilitamiento de la democracia, valores y
conductas políticas adversas al mérito, y auspició el reparto de la
renta petrolera como política de Estado.
La apertura y liberalización de la economía con CAP II fue capitalizado
por prédicas populistas con el propósito de regresar a esquemas
superados. La versión actual de la siembra petrolera expresada por el
presidente Chávez, es que no se puede concebir el modelo económico que
queremos construir si no incluimos la gota petrolera.
También fracasa en la revolución socialista y desde la aplicación del
control de cambios han emigrado más de 132.000 millones de dólares,
porque el socialismo petrolero es inviable como estrategia del
desarrollo, agrega García Larralde.
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